"Creo que el gran desafío está en ampliar las categorías y el número de inmuebles y zonas con protección oficial"
"Creo que el gran desafío está en ampliar las categorías y el número de inmuebles y zonas con protección oficial" Ciudad www.ladiscusion.cl Domingo 25 de mayo de 2025 10 "No contamos, por ejemplo, con una Zona de Conservación Histórica, algo que sí podríamos impulsar como municipio", comenta Karyn Cárdenas. "Creo que el gran desafío está en ampliar las categorías y el número de inmuebles y zonas con protección oficial" Karin Cárdenas, enCargada de la Unidad del Patrimonio (UPa) de Chillán Durante el Día del Patrimonio surgen diversos temas relacionados a la identidad chillaneja y los desafíos que enfrena el poder proteger edificios históricos en Chillán. "La identidad inmaterial también es clave", avierte la experta.. "Creo que el gran desafío está en ampliar las categorías y el número de inmuebles y zonas con protección oficial" 11 Domingo 25 de mayo de 2025 Ciudad www.ladiscusion.cl Diego ChaCana diario@ladiscusion.cl fotos: la discusión E ste fin de semana ha estado cargado de actividades en el marco del Día del Patrimonio y Chillán no es la excepción.
Son decenas de lugares y puntos de encuentro para visualizar la importancia histórica de la capital regional y comprender la importancia de la particularidad de nuestro país, que obligó antaño a refundar Chillán cuatro veces debido a catástrofes naturales. Pero no todo se trata de infraestructuras. También se da cuenta del patrimonio inmaterial, lo que para Karin Cárdenas, encargada de la Unidad del Patrimonio (UPA) de Chillán, es profundamente significativo.
Cárdenas conversó con La Discusión sobre los elementos más representativos de Chillán y también de desafíos, en cuanto a la protección de los diversos inmuebles históricos y de la identidad de sectores como Quinchamalí o el Mercado.
Planteó la necesidad de avanzar en políticas concretas que resguarden este legado, como la ampliación de los inmuebles protegidos, la creación de zonas de conservación histórica y la necesidad de una ordenanza patrimonial específica para espacios emblemáticos, como lo es precisamente el mercado. -¿Cuáles son los elementos patrimoniales más representativos de la ciudad y qué los hace tan significativos para la identidad local? -Creo que es muy importante entender que nuestra identidad local se define, en gran medida, por una relación simbiótica y armónica entre lo urbano y lo rural. No podría decir que somos netamente una localidad rural, porque si bien tenemos un amplio territorio rural, donde las tradiciones sí nos representan, también tenemos una historia urbana marcada. Chillán ha pasado por cuatro fundaciones, y esa constante reconstrucción nos ha definido también desde el patrimonio urbano. Hay una convivencia armónica entre la ruralidad y lo urbano, y eso, en definitiva, configura nuestra identidad local. Un ejemplo muy concreto de esto es el ecosistema que se genera en torno al mercado de Chillán. Ahí confluyen oficios y productos locales que llegan desde distintas comunas de Ñuble, y que circulan diariamente en el corazón de la ciudad. Es una ciudad que ha evolucionado, moderna, que se consolida especialmente después del terremoto de 1939, posicionándose a través de su arquitectura como una de las más modernas del país en ese tiempo. Esa reconstrucción también nos define. Entonces, no se trata de un solo elemento.
Nuestra identidad se entiende dentro de esta dinámica donde conviven lo rural, lo moderno y lo urbano. -¿Cómo influye la conservación del patrimonio en la vida cultural cotidiana de Chillán? ¿ Siente que la comunidad se involucra activamente en valorar y proteger su historia? -La protección del patrimonio va más allá del rol que cumplen las instituciones, como nosotros en la municipalidad, desde la Unidad de Patrimonio, o el propio Servicio del Patrimonio, que depende del Ministerio de las Culturas. Si bien estas entidades tienen un rol clave, creo que la conservación también nace desde las comunidades.
Esa es, a mi juicio, la base de la protección patrimonial: si no existe una comunidad activa que valore y exija el cuidado de su patrimonio, este tiene muy pocas posibilidades de proyectarse en el tiempo y ser salvaguardado. Sí existe valoración, muchas veces desde lo emocional. Por ejemplo, hay personas que reconocen la Catedral o ciertos monumentos como parte de su identidad, no solo por su arquitectura, sino porque ahí vivieron momentos importantes: un matrimonio, un bautizo. Ese vínculo emocional es fundamental. Son lugares que habitamos, transitamos, donde estudiamos, como la Escuela México o el Liceo Narciso Tondreau. También están los barrios, donde trabajamos o vivimos. Entonces sí, se protege y se valora, pero desde la perspectiva comunitaria, lo emocional tiene un peso enorme. Lo que también ocurre es que muchas veces se asocia el patrimonio solo a lo antiguo. Se escucha mucho: "Eso es colonial, eso es patrimonial", como si la antigüedad fuera el único criterio. Y claro, en muchos casos, lo que ha sido valorado en el tiempo adquiere esa condición, pero no necesariamente se trata de lo antiguo. El patrimonio tiene que ver con el significado que las personas le atribuyen: puede ser un recuerdo, un vínculo cotidiano o emotivo. Y por supuesto, también hay una dimensión técnica: un edificio puede tener valor arquitectónico o histórico. Pero es una suma de factores. No podría decir que la Catedral es importante solo por su arquitectura. También lo es por el valor social que se le asigna.
Por eso existe el Día de los Patrimonios, para que todos celebremos desde la memoria y las experiencias que compartimos. -En el marco del Día del Patrimonio, ¿qué actividades preparó la municipalidad para que los vecinos puedan reconectarse con su herencia histórica y cultural? -El sábado concentramos una de las actividades centrales del Día de los Patrimonios en el Paseo de los Artistas, con el "Carnaval de los Patrimonios". Fue una instancia donde mostramos las distintas aristas del patrimonio a través de talleres y demostraciones de patrimonio culinario, exposiciones de oficios y expresiones culturales como la música y la danza. Tuvimos presentaciones de caporales, chinchineros, organilleros y también del baile afrodescendiente, reconociéndolo como parte de nuestras expresiones tradicionales. Todo esto dio vida a un carnaval que se tomó el centro de Chillán. Además, se desplegaron más de 30 actividades en museos, centros culturales e instituciones que abrieron sus puertas para compartir su historia con la comunidad. Para hoy domingo, desde la Unidad de Patrimonio tenemos programado un recorrido centrado en el Chillán rural, enfocado en la gastronomía y la artesanía local. La actividad parte a las 12.00 desde el Paseo de los Artistas, donde saldrá un bus totalmente gratuito. Aún hay cupos disponibles. El recorrido incluye una visita a una fábrica de longanizas, donde veremos el proceso de elaboración y podremos disfrutar de una degustación. Luego, a las 14.00 horas, llegaremos a Quinchamalí para almorzar en una actividad organizada junto a la Dirección de Turismo y el comité de alfareras. Finalizaremos con un hermoso atardecer en el Puente Confluencia, declarado Monumento Nacional. Toda la programación está disponible en las redes sociales de la Unidad de Patrimonio, en Instagram como @ upachillan y en otras plataformas. En la comuna de Chillán hay más de 30 actividades organizadas, siendo una de las programaciones más grandes de la región.
Están todos invitados a sumarse y a informarse a través de nuestras redes. -Muchas veces el patrimonio se asocia sólo a lo material, como edificios o monumentos. ¿Qué lugar tienen en Chillán las expresiones de patrimonio inmaterial, como oficios tradicionales, música o relatos orales? -Ñuble tiene mucho que decir respecto a los oficios tradicionales. Existe una fuerte tradición artesanal que nos define como territorio, y eso tiene mucho que ver con nuestra condición rural, que nos da acceso directo a una gran diversidad de materias primas. Cada comuna tiene un oficio que la representa.
Por ejemplo, en San Nicolás y Ninhue se desarrolla el oficio de los chupalleros; en Coihueco, específicamente en Roblería, destaca el trabajo del mimbre; y en Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca tenemos esta maravillosa greda que permite el desarrollo de la alfarería y la artesanía, reconocida tanto a nivel nacional como internacional. Estas dos localidades forman parte del Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado y, además, están inscritas en la Lista de Salvaguardia Urgente de la Unesco. Ñuble es un territorio con un profundo vínculo con los oficios, y eso se explica por dos grandes componentes: la materia prima y el componente humano. En los oficios tradicionales, el patrimonio se expresa no en una estructura o edificio, sino en un saber, en una técnica que se transmite de generación en generación, principalmente de manera oral. Se trata de un patrimonio intangible, pero no por eso menos valioso. Al contrario, es profundamente significativo, porque está vivo. Tiene que ver con la memoria, con la experiencia, con el conocimiento que se conserva gracias al traspaso entre generaciones.
Es un ámbito del patrimonio que emociona profundamente, porque conecta con lo humano, con lo inmaterial, con lo que no se puede tocar, pero que define quiénes somos como comunidad. -¿Cómo ven desde la UPA el tema de que edificios de gran tamaño se instalen cerca de infraestructuras patrimoniales? ¿ Creen que es No podemos permitir que el mercado pierda lo que lo hace único.
El desarrollo es necesario, pero también lo es proteger su identidad" El valor de los oficios no está solo en lo material, sino en la sabiduría que se hereda y mantiene viva de generación en generación" Si no existe una comunidad activa que valore y exija el cuidado de su patrimonio, este tiene muy pocas posibilidades de proyectarse en el tiempo" importante una zona patrimonial más amplia y exclusiva? -Creo que el gran desafío está en ampliar las categorías y el número de inmuebles y zonas con protección oficial. Actualmente, el plan regulador contempla solo 20 inmuebles de conservación histórica con carácter patrimonial. Afortunadamente, esa declaratoria permite que se mantengan en el tiempo y estén resguardados de intervenciones indebidas. Sin embargo, 20 inmuebles es una cifra baja en relación con la riqueza patrimonial de nuestra ciudad. No contamos, por ejemplo, con una Zona de Conservación Histórica, algo que sí podríamos impulsar como municipio a través del mismo instrumento de planificación. Es fundamental avanzar hacia ese objetivo: ampliar la lista, pasar de 20 a 50 inmuebles protegidos o más, e idealmente establecer zonas de conservación que protejan conjuntos completos, no solo edificios aislados.
Me refiero a sectores como los conjuntos habitacionales vinculados a las plazas de Chillán, como el conjunto Martín Rucker o el conjunto Buenos Aires, que comparten una unidad arquitectónica y urbana que da cuenta de un continuo histórico. Necesitamos reconocer y proteger estos espacios desde una mirada más integral.
Así podremos avanzar y modernizarnos, pero siempre en equilibrio con nuestro patrimonio. -Hace unos días salió en La Discusión una nota respecto a la pérdida de identidad del Mercado de Chillán, donde se venden productos que nada tienen que ver con la esencia histórica de este recinto ¿ Creen que es importante crear nuevas normas para resguardar lo verdaderamente patrimonial de este espacio? -Desde el municipio se ha trabajado constantemente en mejorar la infraestructura del mercado, y eso es súper valorable. Se han impulsado distintos proyectos enfocados en ese objetivo. Sin embargo, cuando hablamos de patrimonio, no todo se resuelve desde la infraestructura. Ahí tenemos un desafío pendiente: avanzar en una ordenanza específica para el mercado, pero que tenga que ver específicamente con un enfoque patrimonial. Hoy se aborda principalmente desde lo comercial, que es sin duda un aspecto importante porque sostiene parte de la actividad del lugar. Pero falta una mirada que proteja el valor patrimonial del mercado. Sería ideal contar con una ordenanza o, al menos, un apartado dedicado exclusivamente a salvaguardar aquellos espacios y elementos que le dan identidad. Porque si bien el desarrollo es necesario, no podemos permitir que el mercado pierda su identidad.. - - - - -