Columnas de Opinión: Aprender a reprendernos
Columnas de Opinión: Aprender a reprendernos Somos un inédito soplo de vida, la pulsación de un verso en camino, deseoso de reencontrarse con el edén. Ante esta realidad, no podemos continuar envenenándonos, hemos de forjar otros fueros más níveos, al menos para acrecentar la pureza del ser, manteniendo nítida la propia aura que respiramos, con sus consabidas percusiones anímicas.
La metáfora del viento impetuoso, que nos sorprende en cualquier esquina, tieneque hacernos reflexionar so-bre la necesidad de respirar corrientes no contaminantes, lo que genera activar el espíritu del alma y remover, cada cual consigo mismo, sus propias entretelas, para no caer en enfermedades prevenibles. Justamente, nos merecemos un cielo azul y un mar con oleaje de estrofas, quees lo que verdaderamente nos reanima las miradas.
Sea como fuere, para entrar en este gozo de reanimación, sólo hay que poner en cumplimiento el “haz el bien y no mires a quién”. Realmente, lo confieso, meniego a verlo todo cargado de espíritu contaminante, pues viciados los andares en comunión y en comunidad, nada es lo que ha de ser. En vez de progresar en la nítida cátedra viviente, que es lo que injerta sabiduría, nos hundimos en el vacío y en los vicios, con la necedad del tormento y el absurdo de la confusión. Despertar para volverse contemplativo es lo suyo. Sólo así, podremos aprender a reprendernos, haciendo valer y valorando la claridad de lo auténtico. A propósito, un estudio reciente avalado por la Organización de la Salud, precisa que un gran número decasos de cáncer de pulmón, fueron del subtipo adenocarcinoma, atribuibles a la contaminación ambiental, por material en partículas. Ojalá, hagamos posible que las jóvenes generaciones respiren otro brío más etéreo, más saludable y menosinfectado. Al fin y al cabo;quien mira lo vivido, el futuro percibe. Está visto que hay que mejorar los andares y la orientación entre semejantes.. Víctor Corcoba Herrero