Autor: MATÍAS BAKIT Y ROSARIO ÁLVAREZ
LA REFLEXIÓN DE BACHELET en Caburgua que tiene en suspenso a todo el oficialismo
LA REFLEXIÓN DE BACHELET en Caburgua que tiene en suspenso a todo el oficialismo Bachelet está reflexionandosobre su candidatura en sus vacaciones en el sur.
Muchos fueron los dirigentes socialistas que se acercaron, el jueves de la semana pasada, a saludar a la exmandataria Michelle Bachelet cuando caminaba hacia la salida del cementerio Parque del Recuerdo, tras asistir al funeral del exsenador Hernán Vodanovic, padre de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.
Fue un pequeño trayecto durante el cual la exmandataria saludó amablemente a quienes se le acercaron... y cuando vio a uno de sus más antiguos y cercanos colaboradores en anteriores campañas le dijo “tenemos que conversar”, lo que llamó la atención a quienes vieron la escena. La frase dejó sorprendidos a unos y entusiasmados a otros. ¿Acaso Bachelet está pensando en una nueva carrera presidencial? Hoy, nadie se atreve a afirmarlo. Tampoco a negarlo. Lo cierto es que ni siquiera los más cercanos a la expresidenta quieren adelantar una opinión definitiva. De hecho, poco antes de irse de vacaciones a Caburgua habló con algunos de ellos... y no mencionó una palabra sobre la opción de ser candidata. Tampoco sobre el hecho de que el PS haya decidido hablar con ella en marzo para plantearle, oficialmente, la posibilidad de ser su abanderada, y saber de sus intenciones. Lo que sí dijo antes de trasladarse a la Región de La Araucanía, es que estaría totalmente desconectada. Al punto que, según dicen, una de las pocas formas de ubicarla es a través de los teléfonos satelitales de su escolta, que tampoco tiene intención de usar.
Fuentes del PS cuentan que esto es porque la exdirectora de ONU Mujeres estaría en “reflexión”. “Está madurando la idea de ser candidata, en proceso de confirmar si le interesa o no”, dice alguien que la conoce bien. Una pista de esto es que habría aumentado la frecuencia de sus reuniones con diferentes actores políticos. Y es que algo cambió en los últimos días que hizo que pasara de la negativa rotunda de hace unos meses a un silencio inmutable. Uno que solo rompería el próximo mes, en una especie de déjà vu del famoso “hablemos en marzo” de diciembre de 2012, cuando en su sector esperaban que lanzara su candidatura. El mes no es la única coincidencia. Aquella vez, también le dio las últimas vueltas al tema durante su estancia en Caburgua. Y nuevamente marzo es el mes clave, el que todos esperan. Hace poco más de dos semanas, en el Partido Socialista, la posibilidad de que la expresidenta pudiera ser candidata de nuevo estaba prácticamente descartada. “¿Que más tiene que decir o hacer para que le crean que no está interesada?”, decía una fuente por aquellos días. En lo concreto, parecía haber otra dirigenta del PS que podría inscribir su nombre en el Servel: la presidenta de la tienda, Paulina Vodanovic.
Aunque, a la vez, algunos en el Socialismo Democrático no descartaban que tras las elecciones internas del PS en marzo se decidiera apoyar a alguien que estuviera mejor posicionado, como Carolina Tohá o Claudio Orrego, lo que otros en el PS descartan de plano. La misma senadora por el Maule era renuente a seguir presionando a la exmandataria. Pero bastaron un par de gestos de Bachelet para que varios en el partido y en el resto del oficialismo, se ilusionaran. El primero fue el 22 de enero, cuando participó en el conversatorio “Políticas públicas y democracia: desafíos para el siglo XXI”, organizado por el Magíster en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad de Chile. Ahí, le preguntaron si sería nuevamente candidata. Ella no respondió, pero reveló que, en una conversación, el Presidente de Brasil, Lula da Silva, le sugirió que tomara el desafío. No viene de cualquiera el consejo. Lula da Silva fue Presidente de Brasil en dos períodos y más de una década después volvió al palacio de Planalto, en 2022.
EVENTUAL TERCERA CANDIDATURA:Luego vino una columna de su autoría publicada en el diario “El País” el 26 de enero, titulada “Primero ideas y unidad”. “Nuestra unidad debe basarse en ideas en común, pero también debe traducirse en un pacto político lo más amplio posible, que refleje la diversidad de nuestra sociedad. Tengo la convicción de que unidos como progresismo podemos vencer”, escribió. En estas palabras, varios vieron un gesto parecido a cuando, a fines de 2022, se ofreció para encabezar una lista de unidad oficialista en el marco del segundo proceso constituyente. “Abrió una ventana”; “Está dando señales”; “Algo cambió”. Son frases que se repiten entre los dirigentes del oficialismo. La expectación es tanta que algunos dicen que, cuando la directiva del PS hable con ella en marzo, no sería un sondeo, sino una oferta formal de ser nuevamente candidata presidencial.
“NO HAY OTRO NOMBRE”¿ Por qué armar una nueva procesión para pedirle a Bachelet ser candidata si ha dicho tantas veces que no quiere serlo? Una alta fuente del PS explica a “El Mercurio” que “es normal” que todas las veces anteriores en que se le ha consultado ha dicho que no pues “no quería exponerse a los ataques de la derecha”. Sin embargo, agrega que “ahora sería diferente”, debido a que estamos en “etapas definitorias”. Lo cierto es que dentro del partido ha crecido una certeza: no existe ningún otro nombre que tenga el impacto y, sobre todo, pueda generar la unidad del sector como Bachelet. Es lo que ha mermado, por ejemplo, las opciones de Carolina Tohá.
“No hay ninguna persona en el PS que haya tomado, públicamente, la bandera de Tohá”, dice una fuente, dando a entender que el intento de que fuera la candidata única del PS y el PDD no ha generado adhesión. Es un factor que estaría provocando el cambio de mirada en el partido. Otro punto es que hay colectividades que apoyarían casi incondicionalmente una candidatura de Bachelet. Entre ellas el Frente Amplio y, sobre todo, el PC. Según fuentes entendidas, este último partido estaría derechamente presionando, en público y en privado a través de cercanos a la expresidenta para que esta acepte encabezar una candidatura oficialista. Ella, dicen, les resolvería tanto al FA como al PC un problema pues la unidad que genera les evitaría gran parte del costo de reconocerque no tienen candidato. Pero la exministra de Defensa cambiaría el panorama no solo hacia la izquierda. Si bien en la DC han dicho que su intención es llevar un candidato en primera vuelta, hay un escenario, uno solo, en el que no lo harían: si Michelle Bachelet fuera abanderada. Hay quienes enfatizan que el presidente de la DC, Alberto Undurraga, quien sería la carta presidencial si hay primarias, es un “bacheletista” que no dudaría en dejar esa opción con la llegada de la expresidenta. Algo similar pasa en el Partido Radical, según explica su presidente, Leonardo Cubillos.
“Si el escenario cambia con la decisiónMarzo ya tiene espacios tomados en la agenda de Bachelet pues viajará a Estados Unidos, México y “posiblemente Europa”, donde tendrá actividades en su rol de vicepresidenta del Club de Madrid. “La vez pasada había certeza de que iba a ganar. Esta vez, no hay garantía de eso”, dice Sergio Bitar.
“Abrió una ventana”; “Está dando señales”; “Algo cambió”. Son frases que se repiten entre los dirigentes del oficialismo. de la expresidenta, se convertirá en un factor ordenador de la Alianza, no solo por los tremendos atributos personales y su condición de estadista, sino además por la alta adhesión ciudadana que tiene, lo que no puede ser obviado por los partidos y el PR no puede abstraerse”, dice.
En este contexto, algunos son partidarios de una nueva fórmula: “Con Bachelet, no hay primarias”, algo que plantea el exministro PPD Francisco Vidal (ver entrevista). “Es un tema difícil, pero que podría generar gran unión en todas las fuerzas progresistas. Así que sería bueno que ella tomara una decisión y esperaremos a marzo a ver si ella accede o no”, dice el diputado PS Raúl Leiva. Por lo pronto, cercanos a la exmandataria reconocen que en los últimos días se ha sen-SÉTROCOIDUALCtido “desafiada” por la posibilidad.
Pero que también ha expresado sentirse “cansada”. Con todo, marzo ya tiene espacios tomados en su agenda pues, según su equipo, viajará a Estados Unidos, México y “posiblemente Europa”, donde tendrá actividades en su rol de vicepresidenta del Club de Madrid. Mientras dura la espera, hay, eso sí, un punto de incertidumbre: La unidad deseada podría no ser tan fácil de lograr. Esto porque, al contrario de 2013, esta vez sí hay disidentes. Y el escenario es bastante distinto. LA UNIDAD DE LAS IZQUIERDAS: EL GRAN PENDIENTEUno de los partidos que no aparece totalmente alineado frente a la omnipresencia de Bachelet es el PPD. Ahí, un sector aún favorece a la ministra de Interior, Carolina Tohá.
Varios creen que, si bien su nombre no ha subido en las encuestas, la razón de que no lo haga es precisamente que la falta de definiciones de Bachelet bloquea a cualquier candidato de izquierda que pueda surgir.
Y consideran que uno de los que está articulando la idea de un tercer retorno de la expresidenta es el secretario general del PS, Camilo Escalona, quien tendría una conocida distancia con la actual titular de Interior. Es un sentimiento que incluso tiene eco en algunos jóvenes dentro del PS, que acusan que se está haciendo “oídos sordos” a la necesidad de renovación que piden los votantes. Incluso algunos resaltan un dato: de ser Presidenta, Bachelet terminaría su período con 78 años. Más que la edad que tenían Aylwin, Frei, Lagos y Piñera, al concluir sus mandatos. Para otros, es distinto coincidir en un nombre a coincidir en un modelo de gobierno. Algo que se ve difícil de lograr hoy entre el Socialismo Democrático, el PC y el FA.
“A mi juicio, la alianza, incluso en torno a una figura en este caso tan potente como ella, sin un acuerdo de ideas y proyecto tampoco tiene vida asegurada”, dice la vicepresidenta del PPD, Natalia Piergentili. Precisamente en esa línea, el candidato presidencial del FRVS, Jaime Mulet, explica: “Las primarias precisamente son para, dentro del pacto oficialista, determinar una candidatura común.
Y yo entiendo que Michelle Bachelet cuenta obviamente con el cariño y, si usted quiere, con una ventaja clara, pero creo que para todos, para el pacto completo, es muy importante usar el proceso para demostrar y presentar nuestras distintas alternativas, nuestras propuestas. (... ) Los regionalistas verdes no somos los mismos que el Partido Socialista”. Asimismo, hay algunos históricos concertacionistas que incluso ven que los riesgos son mayores que los posibles beneficios. “La vez pasada había certeza de que iba a ganar. Esta vez, no hay garantía de eso. Antes era representante del progresismo para reemplazar a un gobierno de derecha. Ahora no. La Concertación era fuerte. También la DC. Hoy no. Es cierto que marca en las encuestas, pero marcar no es ganar. Además, hoy la derecha está cuestionando todos los grandes proyectos de su segundo gobierno. Se arriesga a una derrota que opacaría su trayectoria”, dice el exministro Sergio Bitar, refiriéndose a las duras críticas que han recibido las reformas a la educación y al sistema político de la expresidenta. Otros destacan que, si bien Bachelet efectivamente marca bien en las encuestas, en ninguna ha superado a Evelyn Matthei. De hecho, ha fluctuado entre el segundo lugar y el cuarto.
Por ahora, en el oficialismo reconocen altas expectativas y sumo nerviosismo a la espera de que Bachelet dé el sí a la candidatura. n“ABRIÓ UNA VENTANA”. La exmandataria decidió desconectarse hasta marzo, mientras desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista esperan su decisión.
Las últimas señales que estiman que ha dado y la multiplicidad de candidatos oficialistas que no marcan bien en las encuestas desesperan a los partidos, que ya preparan reuniones con ella para solicitarle sin ambages que sea DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2025