EDITORIAL: Obras públicas paralizadas
EDITORIAL: Obras públicas paralizadas ños de espera, licitaciones repetidas, falta de financiamiento oportuno y obras A públicas inconclusas. Así podría resumirse el estado actual de al menos seis proyectos emblemáticos en la Región de Antofagasta, entre ellos la Avenida Ejército, el Liceo Politécnico de Taltal y el Cesfam Surponiente de Calama.
Proyectos que, pese a contar con presupuesto asignado, siguen empantanados por un entramado de trámites, lentitud administrativa y una cadena de responsabilidades difusa que posterga -una vez máslas necesidades concretas de las comunidades.. La creación de una comisión Ad-hoc por parte del Consejo Regional en 2024 es una señal positiva, pero también una confesión implícita del fracaso del sistema tal como opera hoy. Uno de los principales "nudos críticos" identificados por la comisión tiene que ver con los procesos de licitación: extensos, engorrosos y, en muchos casos, fallidos. Cuando una obra debe ser licitada dos o tres veces para avanzar, es evidente que algo no está funcionando.
Y si a eso le sumamos la excesiva burocracia y la dependencia de decisiones centralizadas -donde cada paso debe pasar por Santiago, Dipres, Contraloría y otras instancias nacionales-, entonces no solo se ralentiza el desarrollo regional, sino que se vulnera la promesa básica de un Estado que debe estar al servicio de las personas. Esta situación revela una verdad incómoda: la descentralización en Chile sigue siendo más discurso que realidad. Chile no puede permitirse seguir acumulando obras inconclusas ni proyectos paralizados por tecnicismos. En una región como Antofagasta -clave para la economia nacional y rica en capacidades humanas y productivas-, estos retrasos son más que una molestia administrativa: son una forma silenciosa de desigualdad. La infraestructura pública no es solo cemento y fierros: es salud, educación, conectividad y calidad de vida.. Es urgente avanzar hacia una gestión pública más ágil, moderna y descentralizada. Esto implica revisar los mecanismos de licitación y simplificarlos. E Editorial La infraestructura pública no es solo cemento y fierros: es salud, educación, conectividad y calidad de vida.