Autor: EQUIPO DE CIUDAD
La dura realidad de emblemáticos: I. Nacional (303º), Liceo 1 (924º) y De Aplicación (1.047º)
La dura realidad de emblemáticos: I.
Nacional (303º), Liceo 1 (924º) y De Aplicación (1.047º) El IN era 9º a nivel nacional hace dos décadas y ahora ni siquiera se sitúa entre los 300 primerosPor décadas, los denominados liceos emblemáticos fueron los recintos públicos con el mejor desempeño del país y eran un ejemplo para el sistema educativo.
Sin embargo, en los últimos años han estado marcados por episodios de violencia, constante pérdida de clases y el fin de los procesos de selección para ingresar a ellos, lo que ha ido esfumando el anhelo de las familias y jóvenes por ingresar a ellos.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo (PC), planteó hace un año que aquel cambio en el perfil de estos liceos se explica en que“se ha democratizado el acceso” mediante el Sistema de Admisión Escolar (SAE) que instaló la Ley de Inclusión. Un ejemplo de lo anterior ocurre en el Instituto Nacional (IN), que el año pasado perdió más de 35 días de clases por suspensiones a causa de desmanes estudianti-les, tomas y paros de profesores. Hace 20 años, el IN se empinaba al 9º lugar entre todos los colegios del país. “Es una combinación entre buenos alumnos y buenos académicos”, valoraba el entonces rector Omar Letelier. Pero el año pasado se posicionó 267º. Y esta vez figura 303º, en franca caída libre. La rindieron 512 alumnos.
De hecho, desde que debutó la PAES, hace tres años, el establecimiento solo ha disminuido su promedio de puntajes: 719 e n 2 0 2 3 ; 7 0 8 e n 2024 y 703 esta vez (de un máximo de 1.000). Similar les ocurrió el último año al Liceo 1 Javiera Ca-rrera: cayó más de 24 puntos en su promedio, de 644,4 el año pasado, a 620,9 en esta oportunidad (la dieron 424 estudiantes). Mientras, el Lastarria (Providencia) descendió de 680,5 a 678,8, y el Liceo de Aplicación, de 621,1 a 613,1.
En tanto, el Internado Nacio-INTERVENCIÓNAcadémicos insisten en la necesidad de generar un plan de intervención para recuperar “disciplina y excelencia”. nal Barros Arana (INBA), que el segundo semestre de 2024 sufrió la explosión que dejó hospitalizados a 35 estudiantes, aumentó levemente, de 600,3 a 607,3 puntos. El único camino es “solucionar los problemas de fondo”Andrea Figueroa, decana de la Facultad de Educación de la U.
Central, plantea que si bien estos liceos “representan un legado histórico, de una configuración de alta selectividad y con alto rendimiento, y exigencias académicas al estudiantado”, en los últimos años “se han visto enfrentados a múltiples desafíos, como ha sido la disminución de la matrícula y también la amplia oferta formativa que hay en el sistema escolar”. Para el académico de la U.
Diego Portales José Joaquín Brunner, el resultado de estos liceos “es lo que se puede y se debe esperar, porque en realidad no han mejorado ni solucionado ninguno de los problemas de fondo, que tienen que ver básicamente con la autoridad interna en estos establecimientos”. El especialista afirma que “la solución parte por volver a ese orden, recuperar esa disciplina yexcelencia en todos los sentidos, y eso es algo que va a requerir un tiempo, de políticas muy efectivas porque el municipio en el anterior período no logró avanzar en darles un cierto giro para que uno pudiera hablar, por lo menos, de que echó las bases para un nuevo desarrollo de estos colegios”. Expectativas en liceos BicentenarioDe hecho, la caída de estos planteles tradicionales ha provocado que, en el último tiempo, distintos académicos planteen que los liceos Bicentenario son los nuevos “emblemáticos” de la educación pública.
Sobre ese punto, la decana Figueroa dice que “se han construido como espacios para la formación de comunidades escolares mucho más equitativas y con un fuerte compromiso sobre afianzar los procesos de aprendizaje de acuerdo a lo que establece el currículum vigente”. Así, apunta que “es necesario que tanto los colegios emblemáticos fortalezcan sus estructuras y sus mecanismos de ingreso a las matrículas a través de procesos de generación interna escolar y los Bicentenario vayan afianzando, por otro lado, esta posibilidad más territorial y geográfica donde están concentrados”.. Algunos de ellos se han visto inmersos en problemas de violencia y escasa continuidad académica. Los Bicentenario, en cambio, surgen como una buena opción, afirman especialistas. El IN era 9º a nivel nacional hace dos décadas y ahora ni siquiera se sitúa entre los 300 primeros