Comisión para la Paz y el Entendimiento: Un esfuerzo para valorar
Comisión para la Paz y el Entendimiento: Un esfuerzo para valorar Comisión para la Paz y el Entendimiento: Un esfuerzo para valorar En medio de tantas incertidumbres, ante la urgencia de resolver las tensiones y deudas en la Araucanía, debiésemos unirnos para que los políticos y parlamentarios construyan sobre la ruta propuesta en mayo por la comisión. Jorge Pinto Rodríguez, Ph.D. Director del Instituto Ta Iñ Pewam, Universidad Católica de Temuco.
Premio Nacional de Historia 2012 Dos cuestiones principales parecen especialmente especialmente relevantes con respecto a la Comisión para la Paz y el Entendimiento, nombrada por el presidente Gabriel Boric enjulio de 2023 para resolver el conflicto Estado-Pueblo Mapuche, y que concluyó su labor a comienzos de mayo último.
En primer lugar, importa valorar este nuevo esfuerzo que hace el Gobierno para resolver resolver un conflicto cuyo origen, según lo reconoce la propia Comisión, data del siglo xvi, que se agravó en el siglo xix con la llegada del Estado a la región y se agudizó en la década de 1990 con la emergencia de la Coordinadora Arauco Malleco (cAM). Es, desde luego, un conflicto que afecta a todos quienes vivimos o trabajamos en la región, provocando incertidumbres que perturban el buen vivir y el progreso material de la zona macrosur del país. En segundo lugar, se debe reconocer los méritos de quienes conformaron la Comisióny la forma de trabajo que derivó en la propuesta que pusieron a disposición del Presidente de la República.
Aunque sostengo algunos reparos, valoro el aporte de todos sus miembrosy la seriedad con que enfrentaron el desafío de formular una propuesta que podría contribuir a resolver este conflicto mediante medidas que, según se supone, tendrán un largo alcance. Dicho lo anterior, creo que este aporte tiene algunas limitaciones. En primer lugar, la Comisión no entregó una propuesta concreta y solo se limité a entregar recomendaciones de las cuales tendrán hacerse cargo las autoridades políticas del país. Y esto instala, por cierto, algunas dudas. Un rol para el mundo político El propio senador Francisco Huenchumilla declaró a la prensa que el éxito o fracaso de esta propuesta está en manos del mundo político.
Las preguntas que surgen a propósito de estas declaraciones son varias. ¿De qué mundo político estamos hablando, cuando estamos a las puertas de una elección presidencial y parlamentaria? ¿ Del actual mundo político o del que llegará a reemplazarlo, reemplazarlo, en caso de una nueva conformación del parlamento? ¿ Qué sentido tiene entregar la responsabilidad de resolver este problema a una clase política salpicada de suspicacias, episodios de corrupción y que cuenta con apenas el 10% de la aprobación ciudadana? Aunque, como en todos los casos, hay políticos y políticas, diputadas y diputados, senadores y senadoras, que cumplen honrosamente sus compromisos ya los cuales nada se les puede reprochar, para el conjunto de quienes conforman este grupo, los datos son demoledores. En Chile, el 80% cree que la clase política es corrupta. FERNANDO LAVOZ / NURPHOTO / NURPHOTO VTA AFP.
Comisión para la Paz y el Entendimiento: Un esfuerzo para valorar En medio de tantas incertidumbres, ante la urgencia de resolver las tensiones y deudas en la Araucanía, debiésemos unirnos para que los políticos y parlamentarios construyan sobre la ruta propuesta en mayo por la comisión. Jorge Pinto Rodríguez, Ph.D. Director del Instituto Ta Iñ Pewam, Universidad Católica de Temuco.
Premio Nacional de Historia 2012 Dos cuestiones principales parecen especialmente especialmente relevantes con respecto a la Comisión para la Paz y el Entendimiento, nombrada por el presidente Gabriel Boric enjulio de 2023 para resolver el conflicto Estado-Pueblo Mapuche, y que concluyó su labor a comienzos de mayo último.
En primer lugar, importa valorar este nuevo esfuerzo que hace el Gobierno para resolver resolver un conflicto cuyo origen, según lo reconoce la propia Comisión, data del siglo xvi, que se agravó en el siglo xix con la llegada del Estado a la región y se agudizó en la década de 1990 con la emergencia de la Coordinadora Arauco Malleco (cAM). Es, desde luego, un conflicto que afecta a todos quienes vivimos o trabajamos en la región, provocando incertidumbres que perturban el buen vivir y el progreso material de la zona macrosur del país. En segundo lugar, se debe reconocer los méritos de quienes conformaron la Comisióny la forma de trabajo que derivó en la propuesta que pusieron a disposición del Presidente de la República.
Aunque sostengo algunos reparos, valoro el aporte de todos sus miembrosy la seriedad con que enfrentaron el desafío de formular una propuesta que podría contribuir a resolver este conflicto mediante medidas que, según se supone, tendrán un largo alcance. Dicho lo anterior, creo que este aporte tiene algunas limitaciones. En primer lugar, la Comisión no entregó una propuesta concreta y solo se limité a entregar recomendaciones de las cuales tendrán hacerse cargo las autoridades políticas del país. Y esto instala, por cierto, algunas dudas. Un rol para el mundo político El propio senador Francisco Huenchumilla declaró a la prensa que el éxito o fracaso de esta propuesta está en manos del mundo político.
Las preguntas que surgen a propósito de estas declaraciones son varias. ¿De qué mundo político estamos hablando, cuando estamos a las puertas de una elección presidencial y parlamentaria? ¿ Del actual mundo político o del que llegará a reemplazarlo, reemplazarlo, en caso de una nueva conformación del parlamento? ¿ Qué sentido tiene entregar la responsabilidad de resolver este problema a una clase política salpicada de suspicacias, episodios de corrupción y que cuenta con apenas el 10% de la aprobación ciudadana? Aunque, como en todos los casos, hay políticos y políticas, diputadas y diputados, senadores y senadoras, que cumplen honrosamente sus compromisos ya los cuales nada se les puede reprochar, para el conjunto de quienes conforman este grupo, los datos son demoledores.
En Chile, el 80% cree que la clase política es corrupta.. Comisión para la Paz y el Entendimiento: Un esfuerzo para valorar mantenga esta voluntad de repararlos daños en un sentido amplio, sean cuales sean los cambios que se observen en el Congreso que asumirá el próximo año. Es de esperar que se mantenga esta voluntad de reparar los daños en un sentido amplio, sean cuales sean los cambios que se observen en el Congreso que asumirá el próximo año.
Sobre las víctimas de la violencia En el Informe final, la Comisión señaló que sus recomendaciones se sustentan en la vía institucional institucional y legítima, centrada en diagnósticos establecidos previamente por otros grupos de trabajo que abordaron el tema.
En este sentido, no agrega nada nuevo; pero, en mi opinión, incorporan incorporan algo muy importante: hacerse cargo de las demandas del pueblo mapuche expresadas por medios pacíficos y violentos, lo cual no se debe entender como una legitimación de la violencia, tan condenada por amplios sectores sectores del país. Hay en ese paso un avance, como también es un avance que la Comisión se refiera a las víctimas de la violencia incluyendo a las víctimas mapuche. Y es que habitualmente, cuando se hacía referencia a las víctimas de la violencia se refería, básicamente, a los empresarios agrícolas. El surgimiento del Comando Trizano, por ejemplo, se constituyó para hacer justicia con aquellas víctimas. Ahora, en cambio, se incluye a las víctimas mapuche.
Principalmente debería hacerse hincapié en el sufrimiento de mujeres y niños que han vivido en los últimos años en constante amenaza por la presencia de fuerzas armadas, allanamientos, violaciones de domicilios domicilios y otros actos de similar naturaleza. Esto implica reconocer que la violencia que sacude la región causa daños que, a veces, generan odiosidades que perduran en el tiempo. Tanto los agricultores como los miembros de las comunidades mapuche necesitan vivir en un clima de paz y seguridad. Es de esperar que se La descentralización es urgente La Comisión da cuenta de un arduo trabajo, llevado a cabo a través de numerosas reuniones con diversas agrupaciones de toda la región. Aparentemente, se trataría de una Comisión que abrió las puertas a la participación. Los datos son elocuentes: 63 sesiones oficiales, u diálogos interculturales, 58 encuentros autoconvocados, 177 encuentros territorialesy 5.187 participantes. Al mismo tiempo, se recogieron experiencias internacionales que contribuyeron a ampliar la mirada del problema. De sus miembros, la mayoría eran representativos de la región; sin embargo, volvemos a lo mismo: la ruta trazada dependerá de quienes gobiernan al país desde Santiago. No me canso de repetir que tengo la convicción de que las regiones seguimos siendo colonizadas por Santiago. Después de la Independencia, Independencia, dejamos de depender de España para pasar a depender de Santiago.
A poco de empezar la república, Benjamín Vicuña Mackenna Mackenna sostuvo que cuando en Santiago se decía ¡ Viva Chile!, en la Vieja Frontera se escuchaba ¡ Viva Santiago! ¿Cuándo vamos a terminar con esta farsa? No demonizo al Estado, creo que la historia demuestras que el Estado ha hecho muchas cosas bien; pero, en otras ha fracasado. La descentralización es urgente; en las regiones hay capacidades suficientes que hacerse cargo de sus problemas y, al mismo tiempo, encontrar encontrar las soluciones adecuadas. Si hablamos de participación, sería bueno practicar lo que predicamos. La Comisión entregó una hoja de ruta, pero esa ruta se construirá desde Santiago. Cuando se habla de regionalización, no se trata de debilitar al Estado, sino de fortalecerlo fortalecerlo al sentirnos parte de un Estado que deje de poner, al lado del gobernador elegido democráticamente, un delegado presidencial. Este podría ser reemplazado por un funcionario del gobierno regional que sirva de enlace con el gobierno central. No soy un regionalista obcecado, pero entiendo que las demandas de los regionalistas invitan a una serena reflexión. Alfredo Moreno, copresidente de las Comisión, deslizó un sutil comentario que hizo referencia a este asunto. En una entrevista de prensa señaló que el conflicto que existe en La.
Comisión para la Paz y el Entendimiento: Un esfuerzo para valorar Araucanía es el principal conflicto que tenemos en Chile, aunque mucha gente se olvida de este porque vive a centenas de kilómetros de este territorio. Pues bien, a esa gente que se olvida del conflicto, porque vive a centenas de km. del lugar, le entregamos la tarea de resolverlo. Los comentarios sobran. La Comisión Vargas En otro plano, la Comisión, según declaraciones del senador Huenchumilla, hizo esfuerzos por negociar entre las comunidades mapuche, los agricultores y las forestales. Esta es una vieja idea que levantó el propio senador hace ya más de veinticinco años.
En aquella época, era partidario partidario de lograr un acuerdo entre los actores del conflicto para establecer una tregua, bajo algunas condiciones, que permitiera discutir y negociar una solución al estilo de los viejos parlamentos coloniales. Debería no excluirse a nadie; para ser más concreto, no a los grupos que encabezan la estrategia militar del weichafe. weichafe.
Mientras funcionó la Comisión asesora presidencial de la Araucanía, presidida por el obispo Héctor Vargas (2016-2017), las exigencias exigencias de la CAM, hasta donde he logrado saber, eran básicas: libertad a los presos políticos mapuche, reconocimiento constitucional del pueblo-nación mapuche y autonomía para avanzar en la demanda relacionada con el control territorial, utilizada esta última para convenir con las grandes empresas los beneficios para el territorio y las comunidades mapuche. No se pensó en un Estado sobre otro Estado; sino, bajo las normas del Estado chileno, admitir que existen demandas locales que se pueden resolver a través del control territorial.
En esa instancia se pudo, incluso, avanzar en el tema de devolución de tierras recogiendo recogiendo los avances de la Comisión nombrada por el presidente Ricardo Lagos a comienzos el año 2001 bajo la denominación Verdad Histórica Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas. Esta comisión logró dimensionar las tierras en disputa, pero todo se desvaneció con el término del gobierno de Lagos.
Durante el funcionamiento de la Comisión Comisión Vargas, antes mencionada, se estuvo muy cerca de lograr un acuerdo de ese tipo; pero faltó voluntad política de algunos sectores que se negaron a dialogar con los terroristas y, también, de parte de algunas organizaciones mapuche que no reconocían la legitimidad de la Comisión. Negociar con quienes están de acuerdo en cuestiones básicas no resulta difícil; negociar negociar con los disidentes radicales es, en cambio, muy difícil. Como en los viejos parlamentos, se requieren intermediarios étnicos que preparen el terreno. Su rol es fundamental. Sin embargo, hoy en día los condenan.
Si hoy vivieran Francisco Francisco Mariluány el coronel Barnechea, artífices artífices del Parlamento de Tapihue, celebrado en enero de 1825, el primer parlamento del Estado chileno con diversas parcialidades mapuches, serían acusados de lobistas y condenados a las penas del infierno.
Una alta funcionaria del actual gobierno fue separada de su cargo por haberlo intentado. ¿Estarían esperando las autoridades centrales que la condenaron por hacer lo que tenía que hacer, que la solución llegara desde esferas celestiales? Los errores se pagan caro. La militarización de la zona no ha dado los resultados esperados y el conflicto sigue latente. Las cinco tareas que asumió el presidente Boric En el mensaje que dirigió a los chilenos el presidente Gabriel Boric la noche del día en que recibió las sugerencias de la Comisión, fue más cauto. De las 21 recomendaciones, definió cinco que podrían iniciarse en lo que le queda de mandato:i. Entrega de tierras, 2. Reparación de las víctimas de actos terroristas, 3. Reconocimiento Reconocimiento constitucional, 4. Nuevo órgano de Asuntos Indígenas, y, 5. Reactivación de la economía de la zona macrosur. Las cinco son muy importantes y esperamos esperamos que alivien la situación de la región. Sin embargo, hoy el conflicto ha crecido como bola de nieve.
A las demandas seculares del pueblo mapuche, que por no ser atendidas dieron origen a la CAM y a las organizaciones de resistencia territorial, se suman hechos más complejo asociados al tráfico de drogas, el robo de maderas, los autoatentados y otros de similar naturaleza.
De todas maneras, en medio de tantas incertidumbres, debemos valorar el esfuerzo de la Comisión con la esperanza de unirnos todos para obligar a esa clase política, tan cuestionada y desconectada con la gran mayoría de los chilenos, chilenos, a cumplir el compromiso de construir adecuadamente la ruta que trazó la Comisión, y sin renunciar a la idea de dialogar con todosy entre todos. La experiencia histórica demuestra que es posible. 11.