Autor: Andrea Ramos
Proteger el agua es proteger el futuro
Proteger el agua es proteger el futuro OpiniónVicepresidenta de Adaptación Climática de KilimoMás de la mitad de la producción mundial de alimentos corre el riesgo de perderse en lospróximos 25 años debido a una crisis hídricacada vez más acelerada y profunda.
Si de aquí a2050 no se toman medidas concretas, el déficit de agua reducirá alrededor del 8% del PIB mundial, mientras que los países con menos recursosenfrentarán una pérdida del 15%. Esas son las preocupantes conclusiones del informe publicado a mediados de octubre por la Comisión Mundial sobre la Economía del Agua, organismo que reúne a científicos y economistasinternacionales en torno al tema.
Los expertos señalan que los sistemas hídricosestán actualmente sometidos a una “presión sin precedentes”, y que el desequilibrio es claro, ya que se pronostica que la demanda por el agua dulcepara finales de esta década superará a la oferta en un 40%. El agua, elemento vital para la vida humana y para la producción de alimentos a través de la agricultura, es una de las principales víctimas de los efectos de la crisis climática manifestados a través de alteraciones medioambientales como la falta prolongada de lluvias y sequías extremas que ponen en peligro la estabilidad de los sistemas terrestres. Frente a este escenario, la indiferencia o lainacción sólo acentuarán el conflicto.
Lo quedebemos hacer en cambio es impulsar distintas iniciativas en torno a preservar las fuentes de agua dulce, optimizando su uso de la manera máseficiente posible para garantizar el suministrotanto para las personas como para la producción agrícola. Sobre este último aspecto, reconocerlaimportancia de la agricultura en la agenda globales crucial para masificar un uso eficiente y sostenible del agua, beneficiando en el procesoa comunidades y ecosistemas. Sólo cuando concretamos intervenciones con un enfoqueintegral, además de modificar la forma de hacerlas cosas, creamos una mayor toma de conciencia y educación en las personas. Así, podemos decir que el impacto local es tangible y duradero.
La escasez es una amenaza real y en nuestro caso hemos visto cómo, a través de un trabajosostenido en los últimos años en distintas zonasde la región, las acciones con foco sustentable son cruciales para optimizar el uso hídrico con la ayuda de la tecnología y la participación activa de empresas y agricultores.
El compromiso de liderar el camino hacia un futuro de agua positivo debe estar más presente que nunca, porque lo que está en juego es, ni más ni menos, que el futuro bienestar de la humanidad.. Vicepresidenta de Adaptación Climática de Kilimo