Autor: Francisco Medina Krause
¿Alguien quiere pensar en los niños?
OColumnaace algunos días, la subsecretaria de salud, Andrea Albagli, presentó las directrices del Pro-grama de Acompañamiento ade Género (PAIG) yla Identidaddel Programa de Salud Trans (PST) enla Comisión de Familia del Senado. En líneas generales, estos programas buscan quelosniños cuya identidad de género nocoincide consusexo biológico puedan “ejercer sus derechos” y ser acompañados enel proceso de transición.
Pues bien, en la comisión de familia, Albagli sostuvo que los niños no necesitan el consentimiento de sus padres para ingresaral PAIG y quetampoco existe una edad mínima para iniciar este acompañamiento, dando a entender que incluso podría sera partir de los diecio-tealaeventual violación delar19 del Pacto de SanJosé de tículo Costa Rica? Recordemos que laComisión tiene el mandato con-vencional de promover la observancia yla defensa de los derechos humanos, para lo cual tiene asu disposición una serie deatribuciones específicas frente alos estados. Nadie quisiera pensar quela defensa de los derechos estásupeditadarazones ideológicas por parte del sistemainteramericano de derechos humanos, pero los hechos hablan porsísolos.
Por último, y más allá de las razonesjurídicas, cabeapelar al sentido común. ¿Quérazonabilidad tiene someter a un niño a terapias “afirmativas” encontra dela voluntad de sus padres? Por supuesto que principios como el interés superior tienen“Llama particularmente la atención el silencio de las instituciones llamadas a velar por la protección de la infancia y los derechos humanos en general”. gran valor ante casos demaltrato, abusoo abandono, ¿peroestamos hablando de lo mismo cuando un padre cree quesu hijo(a quien nadie conoce mejor) está confundido producto dela inmadurez propia de su edado deotros factores relacionados consusalud mental? Asimismo, elquelasubsecretariasostenga que bebés contanta convicción de18 meses podrían eventualmente ingresar al PAIG, parece mostrar un extravío mayor. Da cuenta de una ceguera ideológica que está dispuesta a experimentar conla integridad demiles de niños con tal de imponer una agenda determinada. Mención honrosa para la Cámara de Diputados y, en especial, parala Comisión de Familia que ha ejercido sus atribuciones para fiscalizar los actos del Ejecutivo. Una luz de esperanza en tiempos donde parece estar ausente el más común delos sentidos. chomeses de edad. ¿Larazón? El interés superior del niño y su autonomía progresiva. Sin embargo, cabe preguntarse siestos valiosos principios pueden justificar tratamientos que ponenenriesgo la salud delos niñosy que provocan efectosirreversibles, a la luz de lo que muestra el reciente informe Cass.
En efecto, luego dela pur blicación de dicho informe, el Minsal ordenó la suspensión de lasterapias hormonales, lo que revela un preocupante grado de improvisación enla aplicación de tratamientos que porían llegar aarruinarla vida de una persona.
Porotra parte, llama particularmente la atención el silenciodelas instituciones llamadas avelar porlaprotección delainfancia y los derechos humanos en general. ¿Qué acciones concretas está tomando, por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos frende DerechoCatólica del Maule y de la Universidad de los Andes. Investigador de Polis, el Observatorio Constitucional de la Universidad de los Andes..