COLUMNAS DE OPINIÓN: El difícil camino de la selectividad en pedagogía
COLUMNAS DE OPINIÓN: El difícil camino de la selectividad en pedagogía Como se ha hecho habitual en los últimos años, nos encontramos ad portas de postergar nuevamente laentrada en vigencia delosnuevos requisitos para estudiar carreras de pedagogía.
La ley 20.903 de 2016 que estableció estos nuevos requisitos, se fundó en un diagnóstico compartido: para mejorarla calidad de la educación, necesitamos atraer a los mejores estudiantes para ser docentes, porello, asegurar ciertos mínimos académicos en el acceso se vuelve fundamental. ¿Porqué, entonces, parecesensato-envoz del Gobierno y las principales universidades del país dejar sin efecto esta alza?¿ Qué nos dice esta realidad respecto del estado actual de la profesión docente? ¿ Qué implicancias hay en esta discusión? Para entender la magnitud del problema, se hace necesario recordar los detalles de la ley original. En 2016 se estableció que desde la admisión 2023 e exigiría que los estudiantes postulantesa carreras de pedagogía se ubicaran en el 30% de mejor rendimiento en la prueba de acceso a la educación superior. Aún así, el postulante podría prescindir de su cumplimiento si exhibía otros méritos académicos. Con todo, la normativa era un avance, pero aún lejos de losmejores sistemas del mundo que exigen que sus profesores provengan del 5% o el 10% de mejor rendimiento. A pesardeseruna norma razonable, que conjugaba bien la pretensión de selectividad y protección de las matrículas, se terminósustituyendo el 30% porel 40%, y posponiendo su entrada en vigencia para 2026.
Hansido tantas las veces que se ¡ an aplazado los nuevos requisitos, que en el proceso de admisión 2025 seguimos teniendo el mismo umbral queen 2017: estar porsobre el percentil 50, que hoy se traduce en apenas 502 puntos. La preocupación del Gobierno es que la matrícula en pedagogía disminuya considerabletrícula en pedagogía disminuya considerable"mente y se profundice el déficit de docentes idóneosen el sistema escolar. Datos del DEMRE estiman que el número de matrículas podría llegar a ser la mitad de las cifras actuales. Sin embargo, esto revela gran parte del problema: el grueso de los estudiantes de pedagogía provienen delos rendimientos más bajos del sistema. De ahísurge la pregunta más sustantiva de todas, sin la cual ninguna de las regulaciones existentes tiene asidero: por qué hoy la profesión docente no es atractiva para estudiantes de alto desempeño. Diversos estudios muestran que la escasez de profesores es un problema mundial, y su abordaje constituye uno delos principales desafíosdelaeducación. El bajo estatus, la disminuida valoración social, el deterioro de la autoridad docente y loscrecientes niveles de conflictividad en el aula son algunascausas. Sin embargo, losbajossalariossonel factor principal que explica dicha escasez (Education International, 2025). Cualquier autoridad que realmente quiera hacerse cargo del problema, debe ocuparse prioritariamente de los salarios de los profesores. Sin ello, la carrera docente jamás será lo suficientementeatractiva, y porende, seguiremos entrampados en la estéril discusión de todos los años: cuánto máso cuánto menos, subimos, disminuimoso aplazamos losrequisitos para serprofesor. La selectividad no se decreta, se construye bajo incentivos y condiciones que permitan darlea la pedagogía el lugar prioritario que en toda socie= dad debería tener. dad debería tener. KEVIN CANALES GARCÍA. Director regional IdeaPaís Biobío 1) 1). -