Autor: Cecilia Baginsky G., Ingeniera Agrónoma - Daniel Egaña R,, Antropólogo Social
COLUMNAS DE OPINIÓN: El abandono del campo y sus costos invisibles: reflexiones en el Día del Campesino y la Campesina
COLUMNAS DE OPINIÓN: El abandono del campo y sus costos invisibles: reflexiones en el Día del Campesino y la Campesina Integrantes Grupo Transdisciplinario de Obesidad de Poblaciones (GTOPI) y de la Cátedra de Agricultura Campesina y Alimentación de la Universidad de Chile.
El abandono del campo y sus costos invisibles: reflexiones en el Día del Campesino y la Campesina Cada 28 de julio, Chile conmemora el Día del Campesino y la Campesina, en recuerdo de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria en 1967. Esta fecha invita a reflexionar sobre el papel estratégico del campesinado en nuestra nuestra alimentación y en la sustentabilidad de los territorios rurales.
Aunque parte de un fenómeno fenómeno global, la contrarreforma agraria iniciada durante la dictadura cívico-militar acentuó un proceso de descampesinización, caracterizado caracterizado por el desplazamiento forzado, el despojo económico y legal de una institucionalidad estatal estatal y la expansión omnívora de un modelo agroexportador que fomenta la concentración de tierra en grandes empresas (Araño-Moreno, 2024). Tras la recuperación de la democracia, el modelo agrario no se modificó, continuando la descampesinización.
Este proceso -actualmente -actualmente marcado por la migración, el envejecimiento envejecimiento de la población rural y la pérdida de rentabilidad del trabajo agrícolaha reducido la población rural chilena del 16,6 % en 1992 al 12,0 % en 2023, según estimaciones recientes (Macrotrends, 2024). Esta realidad se inserta en una tendencia regional ya que, en América Latina, más del 82 % de la población vive hoy en ciudades (BID, 2023). La agricultura familiar campesina (AFC) representa más de dos tercios del empleo agrícola agrícola en el país y utiliza casi la mitad de las tierras tierras agrícolas disponibles, aportando el 22 % del valor de la producción.
Su contribución es central en la provisión de alimentos esenciales: 54 % de las hortalizas, 23 % de las frutas, 76 % de la miel y más del 50 % del ganado bovino y ovino proviene de la AFC (INDAP, 2016). Además de su aporte productivo, el campesinado campesinado ha desempeñado un rol fundamental en la conservación de la biodiversidad agrícola, agrícola, resguardando semillas tradicionales y saberes locales que han sido transmitidos por generaciones.
Estos conocimientos y prácticas -muchas veces invisibilizados por los enfoques productivistas de la agriculturason clave para la adaptación de los sistemas alimentarios al cambio climático y para el desarrollo de una producción sustentable basada en la diversidad diversidad y el arraigo territorial. En este contexto, las mujeres rurales juegan un rol fundamental. No solo participan activamente en las labores agrícolas, agrícolas, sino que también sostienen los sistemas de producción familiar, resguardan prácticas agroecológicas y lideran iniciativas comunitarias comunitarias en muchos territorios.
Sin embargo, enfrentan enfrentan obstáculos persistentes en el acceso a tierra, recursos productivos, programas de fomento y reconocimiento institucional (FAO, 2022). Visibilizar Visibilizar su contribución es un paso necesario hacia una política rural más justa e inclusiva.
Frente al abandono del campo, se abren opciones de revitalización rural: políticas de compras públicas orientadas a pequeños productores, productores, incentivos al relevo generacional, fortalecimiento de circuitos cortos de comercialización comercialización y apoyo técnico y financiero al desarrollo agroecológico.
La Estrategia Nacional Nacional de Soberanía para la Seguridad Alimentaria Alimentaria y Nutricional en Chile (2023) subraya subraya justamente la necesidad de fortalecer la AFC mediante el apoyo a la agroecología, la protección de semillas nativas y la inclusión de la producción campesina en los sistemas alimentarios locales. La evidencia internacional muestra que, con voluntad política, es posible revertir procesos de migración y deterioro rural, siempre que se reconozca el valor estratégico de la agricultura familiar en los sistemas alimentarios sostenibles. sostenibles. Para ello es necesario una institucionalidad institucionalidad estatal robusta, que fomente y ponga en valor el trabajo de la AFC.
En este Día del Campesino Campesino y la Campesina, es urgente recordar que la seguridad y calidad de nuestra alimentación no depende solo de tecnologías o cadenas globales, globales, sino también -y quizás, sobre todode quienes cultivan la tierra con conocimiento, diversidad y compromiso desde los territorios rurales de Chile. Cecilia Baginsky G., Ingeniera Agrónoma Daniel Egaña R., Antropólogo Social.