Autor: María Paz Lagos Periodista, co fundadora de Iraslación
COLUMNAS DE OPINIÓN: Vacaciones locales, ¿son turismo?
COLUMNAS DE OPINIÓN: Vacaciones locales, ¿son turismo? María Paz Lagos Periodista, co fundadora de Traslación Estas vacaciones las pasaré en Casagua, así me dijo una amiga haciendo un juego de palabras entre Casa y Cachagua para referirse a que pasará las vacaciones de verano en su casa.
Lo que resultó una salida creativa a mi pregunta, es en la realidad una tendencia que surgió después de la Pandemia, donde algunas personas deciden escapar del turismo masivo en pocas de alta demanda, privilegiando vacaciones en lugares cercanos o derechamente quedarse en su casa para descansar. El nombre de este fenómeno es staycation, que viene del inglés stay, quedarse y vacation, vacaciones. Las personas disfrutan entonces de estar en su residencia para hacer paseos por el día tanto en la misma ciudad como en destinos dentro del área local.
Pero, ¿podemos considerar turismo a este nuevo tipo de descanso? Si al turismo tradicionalmente lo concebimos como una actividad fuera del lugar donde uno vive y donde al menos hay una noche de pernoctación, la verdad es que las vacaciones locales salen de esa clasificación.
Sin embargo, el turismo es al mismo tiempo una actividad económica y la valorización del entorno natural más próximo, de visitar museos, de salir a comer a restoranes del barrio en las noches de verano, dinamiza igualmente la cadena de valor de la actividad turística.
Al mismo tiempo, el turismo está asociado a bienestar y para las personas optar por este tipo de descanso tiene l beneficio de reducir el estrés de los desplazamientos como los tiempos de viaje, los jetlags, el acarreo de las maletas y claramente es más accesible en términos económicos. Vacacionar en la casa es, también sin duda, una decisión económica en épocas de vacas flacas.
Son los millennials y jóvenes profesionales lo que suelen aprovechar este tipo de vacaciones más locales, cortas, no quedándose necesariamente en la casa todo el tiempo, pero sí realizando escapadas de fin de semana durante la temporada alta, que les permiten consolidar su situación financiera y ahorrar para viajes de larga distancia en temporada baja. Pero la decisión de las “staycation” no pertenece necesariamente a una generación en particular.
Para los babyboomers o personas mayores, por ejemplo, el no tener que moverse demasiado para acceder a un spa, a la buena gastronomía o incluso auna noche en un hotel de lujo, es una alternativa que consideran. Las staycations se alinean también con opciones más sustentables, ya que los vacacionantes locales reducen la huella de carbono y el impacto ambiental. Al evitar los vuelos de transporte largos, los viajeros contribuyen a disminuir las emisiones de gases contaminantes.
En la línea de las tendencias contemporáneos de los viajes y los anglicismos, las staycations se suman al bleasure que es ese concepto que mezcla la palabra negocios, business, con el ocio, leasure, para ejemplificar viajes de negocios que terminan en minivacaciones. Ambos fenómenos se asocian a cierta flexibilidad a la hora de imaginarnos el turismo.
La oportunidad de disfrutar del descanso cerca de la casa o del destino dónde se va por trabajo. puede ser una excelente alternativa para el bienestar personal y también un activador de economías locales que no debe estar ajeno a los balances financieros de la industria de los viajes, como tampoco de la creatividad de quiénes generan nuevos servicios para públicos en búsqueda de experiencias turísticas que estén a la mano. \k4w.