Autor: Elanne Sanhueza, ONG World Vision
El deber de proteger a nuestros
E En medio delas intensas precipitaciohanazotadogran parte de la zona del país, es fundarnental centrar nuestra atención en la población más vulnerable: los niños, niñas y adolescentes (NNA). Las advertencias de los expertos no deben pasar desa: percibidas, especialmente cuando se trata de proteger alos menores deedad en situaciones de emergencia climática, La protección de NNA debe ser una prioridad ineludible. Las familias deben tomar medidas preventivas que abarquen desde la elaboración de detalladas listas con información vital hasta la identificación y evaluación de amena: zas dentro y fuera del hogar. Seguirlas instrucciones de las autoridades y los equipos de emergencia es igualmente esencial; adherirse a las directrices de quienes están entrenados para situaciones extremasre: sulta fundamental. En este proceso, in: volucrar a los niños y familiarizarlos con los equipos de respuesta puedeser la diferencia entre la vida y la muerte, Además, es crucial saber qué evitar en situaciones de emergencia.
Noremover las tapas del sistema de alcantarillado, no cruzar lugares inundados sin previa revisión y no conducir en aguas tumultuosas son medidas básicas que pueden prevenir tragedias, La prudencia y el sentido común deben guiar nuestrasactodo momento. En un mundo dondelas catástrofes naturales provocadas por el cambio climático serán cada vez más frecuentes, la protección de NNA se convierte responsabilidad compartida. No podemos permitirnos ser indiferentes ante la vulnerabilidad de nuestros niños en tiempos de crisis climática. Actuemos hoy para proteger el mañana de nuestros más pequeños, porque su seguridad es nuestra mayor responsabilidad y deber.