Autor: Jadille Mussa, académica de Arquitectura del Paisaje en la Universidad Central
Columnas de Opinión: ¿De quién es el borde del mar, ríos y lagos en Chile?
Columnas de Opinión: ¿ De quién es el borde del mar, ríos y lagos en Chile? Columnadebemos proteger y gestionar de manerada de biodiversidad. Además, esta lucha por el espacio costero re-a ocupación del borde costero en Chile es un tema de rele-vancia que merece atención y debate. La modificación de1998 a la Ordenanza General de Urbanismo y Construccio-nes(D.S. NO47, del Ministerio de Vivienda) plantea interrogantes sobrela propiedad y el uso de estas áreas vitales para nuestra biodiversidad y economía.
El borde costero no es sólo un espacio geográfico; es un ecosistema crítico que alberga una El borde costero Scan diversidad devida marina y un bien común que quejuega un papel esencial en actividades económicas funda-saltacómolanormativa existente, aunque necesaria, muchas veces enfrenta desafíos en su implementación efectiva. Existen también conflictos sociales que deben ser considerados. La ocupación del borde costero genera tensiones entre desarrolladores, comunidades locales y organizaciones que abogan por laconservación. Estos conflictos son un llamado aestablecer un diálogo constructivo que incluya a todoslos actores involucrados y que permitallegar a consensos que beneficien alacomunidad y al medio ambiente. Por último, el contexto del cambio climático añade otra capa de complejidad a la ocupación del borde costero. Las ciudades deben prepararse para los efectos del aumento del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos, lo que requiere una planificación cuidadosa para proteger nuestras costas y comunidades. Enconclusión, el borde costero de Chile es un bien común que debemos proteger y gestionar de manera responsable. La propiedad y uso deestas áreas deben ser objeto de unanálisis profundo y colectivo, recordando que nuestra riquezanatural no sólo pertenecea un grupo selecto, sino a todos los chilenos. Urge un enfoque que promueva la sostenibilidad y que garantice la conservación de estos valiosos espacios para las futuras generaciones. mentales, como la pesca y el turismo. Sin embargo, el crecimiento urbano está ejerciendo una presión cada vez mayor soresponsable” breestaszonas. EnciudadescosViña del terascomo Valparaíso y Mar, por ejemplo, la ocupación intensiva ha generado tensiones entreel desarrollo urbano y la necesidad de preservar muestro entornonatural. El impacto ambiental de esta ocupación es significativo. La construcción de infraestructuras y viviendas en el borde costero puede provocar la degradación de ecosistemas, erosión y pérdi-nes(D.S. NO47, del.