Cuatro casonas históricas que fomentan la inclusión y la participación
Cuatro casonas históricas que fomentan la inclusión y la participación EL CENTRO CULTURAL MONTECARMELO ofrece talleres gratuitos.
HYPO PHOTOS Cuatro casonas históricas que fomentan la inclusión y la participación E n la Región Metropolitana, algunas restauraciones no solo preservan el valor arquitectónico y patrimonial de la ciudad, sino que también contribuyen significativamente a fortalecer la cohesión social, el desarrollo cultural y la participación ciudadana. Al transformar antiguas construcciones en centros culturales, estas iniciativas han logrado revitalizar barrios completos, incorporando programas que promueven la movilidad, la inclusión y el sentido de pertenencia a la comunidad.
Cada uno de estos espacios representa una pieza de la historia local y, al mismo tiempo, se convierte en un motor para el desarrollo artístico y cultural, al ofrecer actividades para personas de todas las edades. Abiertos al público, estos lugares destacan como ejemplos concretos de cómo las intervenciones urbanas pueden inyectar dinamismo social en los barrios.
Estos espacios culturales cuentan con categorías de preservación histórica: la Casa de la Cultura de Ñuñoa fue declarada Monumento Histórico en 1973; el Centro Cultural Montecarmelo fue reconocido como Inmueble de Conservación Histórica en 2007, y las Casas de Lo Matta fue declarada Monumento Nacional en 1984. En tanto, la Casona Dubois es parte de la zona de conservación histórica del plan regulador. Cada una cuenta su propia historia, pero estos lugares revitalizados tienen en común una oferta cultural e instalaciones que integran a la comunidad y crean sentido de pertenencia. TRINIDAD VALENZUELA V. TIENEN PROTECCIÓN PATRIMONIAL: La Casa de la Cultura de Ñuñoa fue declarada Monumento Histórico en 1973. HYPO PHOTOS Antes de su nombre actual, era el Palacio Ossa. Terminada en 1860 como residencia de descanso de Luis Gregorio Ossa, marcó un hito en el desarrollo urbano con su estilo neoclásico y jardines ornamentados. En 1952 fue donada a la municipalidad, transformándose en Casa de la Cultura. Declarada Monumento Histórico en 1973, promueve la valoración del patrimonio arquitectónico y cultural de Ñuñoa. Actividades como exposiciones y talleres enriquecen la oferta local y apoyan la creación artística.
Además, fomenta la integración social a través de actividades abiertas a la comunidad. "Buscamos que sea un espacio de participación activa y cuidado por parte de los vecinos", dicen Ricardo Brodsky, director ejecutivo de la Corporación Cultural de Ñuñoa, y Alejandro Ancalao, jefe del Departamento de Patrimonio de la Dirección de Desarrollo Comunitario. CASA DE LA CULTURA DE ÑUÑOA Fundada como monasterio por las Carmelitas de Santa Teresa en el siglo XIX, educó a niñas de escasos recursos hasta 1987. En 1991 se convirtió en el Centro Cultural Montecarmelo y, en 2007, fue declarado Inmueble de Conservación Histórica. Actualmente se ofrecen talleres de artesanía, exposiciones y actividades educativas, fomentando el patrimonio y la participación. Desde su apertura, "ha dinamizado culturalmente el barrio, impulsado el turismo y fortalecido la identidad comunitaria, siendo un espacio de encuentro", afirma Carolina Soto, directora de Barrios y Patrimonio de Providencia.
Los vecinos e instituciones participan activamente en sus actividades, reforzando su sentido de pertenencia. "Este año se implementará una museografía abierta, integrando memorias de los habitantes para conectar la muestra con la historia del barrio y del centro cultural", agrega Soto. CENTRO CULTURAL MONTECARMELO En 1910, Andrés Dubois junto a su señora, Rosa Birabent, adquirieron el terreno. Tras su fallecimiento, comenzaron litigios y la propiedad quedó abandonada. En 2006, la municipalidad la registró en el Conservador de Bienes Raíces, la remodeló y reinauguró en 2011. Es un espacio inclusivo que fomenta la participación cultural con una programación que abarca desde conciertos de hiphop hasta presentaciones sinfónicas. Desde su apertura, es el epicentro cultural de la comuna, con teatro, parque, biblioteca, salas de ensayos y talleres, y ofrece un espacio dinámico que promueve la artesanía y el emprendimiento. Los vecinos han mostrado un gran respeto por el centro cultural. Además, "se declaró la casona, su jardín y la manzana cultural como zona de conservación histórica en el plan regulador", explica Karina Delfino, alcaldesa de Quinta Normal. CASONA DUBOIS Construcción colonial del siglo XVIII con origen en una merced de tierra otorgada en 1546 por Pedro de Valdivia al capitán Francisco de Riveros. En el siglo XVIII, pasó al capitán francés Luis de Caux, y en 1793, su nieta Mercedes Coo Astorga y su marido Antonio Martínez de Matta construyeron la casona actual. A principios del siglo XX fue adquirida por el alcalde de Las Condes, Aurelio González, cuyo hijo, Mario, e Inés Tonkin la restauraron. En 1967, Las Condes compró la propiedad, y en 1991, con la creación de Vitacura, el terreno pasó a esta comuna. Fue declarado Monumento Nacional en 1984. Desde 1998 forma parte de la Corporación Cultural de Vitacura, y "entrega una oferta en artes visuales, música y cultura, así como punto verde para la comunidad", dice Ignacia Vargas, gerente de Lo Matta Cultural. CASAS DE LO MATTA CASAS DE LO MATTA es una construcción colonial del siglo XVIII. HYPO PHOTOS LA CASONA DUBOIS fomenta la participación cultural. SERGIO COLLAO.