CARTAS: Muerte en soledad
CARTAS: Muerte en soledad Señor Director: Luego de días de incertidumbre respecto de la causa de muerte del actor Gene Hackman y de su esposa Betsy Arakawa (él de 95, ella de 65 años), y de varias especulaciones al respecto (hecho delictual, pacto suicida, fuga de gas), las respectivas autopsias establecieron causas médicas, pero no por eso menos trágicas. Se ha determinado que apenas dos días antes de su muerte, Arakawa estuvo activa, retirando medicamentos de la farmacia y a su perro "Zinna" (que falleció junto a ellos) del veterinario. Las autopsias revelaron que ella falleció por infección por hantavirus en una fecha alrededor del 11 de febrero. Hackman la sobrevivió por varios días: solo, desorientado y probablemente incapaz de buscar alimento o ayuda por cuenta propia, terminó falleciendo por causa cardiaca, aunque fue evidente que no había ingerido alimentos durante varios días. El perro de la pareja, que había sido operado poco antes, estaba en un canil, también imposibilitado de alimentarse.
Si bien puede que la ciencia médica no haya podido hacer mucho por salvar a la pareja, podría haberse evitado una muerte en soledad, y sin los cuidados básicos, de haber tenido una red de apoyo adecuada. Al igual que ellos, son muchas las personas mayores que viven solas, sin hijos ni amigos o familiares que los llamen o visiten y, ante una enfermedad o accidente, quedan imposibilitados de buscar ayuda.
Dado que esto seguirá sucediendo cada vez más en la medida que la población envejece, vale la pena preguntarnos qué podemos hacer como sociedad para evitar situaciones tan trágicas como estas o como varias otras que han sucedido en Chile. La mirada contemporánea, que exacerba el individualismo e independencia de las personas por sobre la vida relacional, parece que nos está pasando la cuenta.
Asimismo, pareciera que el asegurar las condiciones materiales de subsistencia, como sería el caso de Hackman y su esposa, son insuficientes para evitar una muerte en soledad y en completo abandono. ¿Estamos todavía a tiempo para lograr que no sigan ocurriendo estas muertes por abandono? SOFÍA SALAS IBARRA Docente investigadora en bioética, Universidad del Desarrollo Bien común y Estado de Derecho Señor Director: Agradecemos al profesor Gil por su respuesta a nuestra carta, la que nos permite clarificar mejor nuestro punto. Nuestra posición no es que la toma de San Antonio sea un problema fácil de resolver, ni tampoco que el desalojo sea la opción deseable. De hecho, así lo decimos expresamente. Nuestro argumento es que casos como el de San Antonio, precisamente por su complejidad, exigen no solo una solución adecuada, sino que especial atención a las formas institucionales para alcanzarla. El Estado no debe funcionar como una "caja negra" para la promoción del bien público, sino que como un aparato complejo, con un alto grado de diferenciación funcional interna.
Esta última dimensión parecía estar ausente en la primera carta del profesor Gil, en la que alude indistintamente a conciliación de derechos fundamentales como deber indiferenciado de órganos del Estado, pero parece estar recogida en su réplica al distinguir entre actuaciones de las cortes y del Gobierno. Como cualquier país, Chile enfrenta muchísimas "necesidades apremiantes", no solo en el ámbito de vivienda, sino que en tantísimos otros. En un Estado democrático de Derecho corresponde a la política procesar y priorizar las demandas asociadas a todas ellas mediante mecanismos institucionales preestablecidos. Dejar de lado esa dimensión formal al dar solución a las "necesidades apremiantes" de la. - - - - - - - - - -