Un “Requiem” incombustible
Un “Requiem” incombustible n los archivos de este columnista (y de este diario, obvio) está el comentario realizado sobre la interpretación del Requiem", de Giuseppe Verdi incluido en la temporada 2018 de la Orquesta Sinfónica Nacional. Allí se hizo referencia a cuan cuestionable es la respuesta acústica de la sala de Plaza Baquedano para ofrecer una justa percepción de las abundantes embestidas sonoras de esta magna obra. Esta vez, con ella de vuelta al mismo escenario, el comentario debe repetirse, siendo éste el factor que jugó más en contra para señalar que en términos globales la experiencia dejó carencias. Pero no hay mal que dure cien años, dicen. Se espera con ansias la inauguración de la nueva sala-sede de esa agrupación, que debiera concretarse antes de un año.
El "Requiem" verdiano es una Obra máxima del repertorio sinfónico-coral, a la que no le entran balas, querida y admiraentran balas, querida y admiraentran balas, querida y admiraUn "Requiem" da por todos los públicos en sus ya 150 años de exitosa vida, desde el estreno de 1874.
Suinterpretación demanda la presencia de una gran orquesta y un no menor coro, que en esta un no menor coro, que en esta un no menor coro, que en esta Comenta de mú Oca: superó las noventa voces. Á ello se suma un cuarteto de solistas donde debiera haber cantantes consagrados.
Con la dirección, de memoria, del aplaudido Rodolfo Saria, del aplaudido Rodolfo Saca incombustible glimbeni se tuvo una versión que pudo ser mejor, ya que en esos cantantes hubo insuficiencias, no en los pasajes solitarios, sino en dúos, tríos y cuartetos. Allí se advirtieron desequilibrios O E en la proyección conjunta y más importante, varios desencuentros con la perfecta afinación. Debe destacarse el excelente desempeño del bajo Cristián Lorca y la mezzosoprano Evelyn Ramirez, quien no teniendo el preciso timbre que este repertorio demanda, cantó de maravillas. El tenor Patricio Saxton se lució con firmeza en su aria "Ingemisco". La soprano Javi: Saavedra, en cambio, de timbres algo cambiantes, fue víctima de esos desencuentros, asumiendo con justezas el complejo "Libera me" final. Una vez más, la direcci Saglimbeni fue ejemplar respuestas de los sinfónicos fueron de entera calidad. Un punto aparte y muy elevado fue la deslumbrante participación del Coro de la Universidad de Chile, preparado por Juan Pablo Villarroel. Si este "Requiem" no se quema con el tiempo, tampoco lo hace el magnífico abordaje de este conjunto vocal de casi ocho décadas de trayectoria. décadas de trayectoria. décadas de trayectoria..