ZONA CRÍTICA
ZONA CRÍTICA Aquí dos títulos de no ficción que invitan a su lectura. Ambos de autores chilenos, Ensayos de una casa indaga sobre los espacios de nuestra cotidianeidad cómo éstos nos definen. Letras torcidas. Un perfil de Mariana Callejas, en tanto, escarba en un personaje tan siniestro como fascinante de nuestra historia reciente. POR CIIRISTIAN ANWANI)TER IWIAIITAMENT() 1W LITEII ATU1{, 74 1 iugar en que vivimos expresa mucho más que su fhnción práctica.
La casa es una construcción construcción sólida que habitamos, sin duda, pero a ella llegamos desde una vida cuya trayectoria trayectoria impregna el modo en que nos relacionamos relacionamos con su estructura, su entorno y con los elementos que la conforman. Por su solidez, transmite la idea de estabilidad, estabilidad, cuando lo cierto es que siempre está entrelazada con los lentos -o a veces demasiado bruscosprocesos vitales que en ella ocurren: nacimientos, separaciones, muertes. Mudarse puede acompañar un nuevo comienzo, una continuidad, una ruptura. No está escrito lo que sucederá en un nuevo hogar, por mucho que intentemos dotarlo de significado.
Son estas las preguntas que explora, con delicadeza y soltura, Macarena García Moggia en Ensayos de una casa (Alquimia, 2024). Se trata de siete textos que indagan las formas en que se trenza la vivencia individual al residir en un lugar.
Muros, ventanas, mesas, puertas: puntos de partida para abrir experiencias posibles, posibles, que habilitan el diálogo con un territorio íntimo que es, también, otra morada (psíquica, si se quiere), a la que el libro presta atención constante. Lo característico de la escritura escritura de García Moggia es que abre el volumen de estos espacios como si también estuvieran construidos por nuestros afectos, memorias y pensamientos. Un hilo recorre la obra y le da forma: la lectura y la escritura, más que prácticas, frmncionan como modos de inscribir el tiempo en la memoria, de volver pensables ciertas trayectorias. Por eso, lo interesante de este libro no es que responda qué es “una casá”, ni que narre una vida.
Más bien, propone una manera de estar, en la que lo arquitectónico vibra con lo vivido, y donde la materialidad -de las cosas, de los ecos del pasadose refleja en el ritmo mismo de la prosa. La comparación y la analogía ofrecen, muchas veces, el desvío que sostiene la densidad resonante de cada ensayo.
El género del ensayo aquí se aproxima a la poesía, en la medida en que “se permite dejar el vaho del pensamiento pensamiento sobre el lenguaje”, al tiempo que sigue “la pista de la experiencia”. Son esas huellas las que dan al conjunto un aire refrescante y similar al que sentimos al mirar por una ventana hacia un más allá donde intuimos una interioridad posible, que vale la pena intentar descifrar, incluso en las superficies más duras, como un muro: “la hendedura palpable, aunque invisible, de lo vivido”. Macarena García Moggia Ensayos de una casa.
ZONA CRÍTICA 76 ariana Callejas es conocida por su duplicidad siniestra: agente de la Dirección de Inteligencia Nacional durante la dictadura y casada con el también agente Michael Townle con quien participa en el atentado al general Carlos Prats en Buenos Aires, es al mismo tiempo escritora cercana a los círculos círculos del taller de Enrique Lafourcade y, mis tarde, anfitriona generosa de un taller literario al que asistieron varios escritores de la época, en su gran casa-cuartel ubicada en los faldeos de Lo Curro, donde también Eugenio Berríos experimentaba con químicos destinados a asesinar a opositores al régimen. Lemebel escribe sobre ella en su crónica Las orquídeas negras de Mariana Callejas. Roberto Bolaño, enterado de esta sórdida sórdida historia, la imagina en su novela Nocturno de Chile. Lo que propone Juan Cristóbal Peña en Letras torcidas. Un perfil de Mariana Callejas (Ediciones UDP, 2024) es un riguroso ejercicio de investigación que permite conocer cómo se va forjando el carácter y las decisiones de vida de esta mujer.
Al construir este perfil, Peña opta por una mirada retrospectiva retrospectiva desde el inicio, que fhndamenta su interés en la figura de Callejas tanto por su participación en crímenes en los que participó más tarde, como por la curiosidad que despierta el problemático vínculo que mantuvo con la literatura. Hay un hecho indesmentible: los cuentos de Callejas no circulan en el medio literario local. Su nombre está, con razón, vinculado a la ignominia de sus actos. Peña revela la ligereza con que Callejas reflexiona sobre ese pasado y cómo se victimiza por haber sido ignorada literariamente. El perfil construido por el autor se mantiene siempre en una tensión fascinada por el surgimiento de lo moralmente monstruoso.
Escribe sin perder, en ningún momento, una clara posición frente a los hechos que expone, pero sin que una condena o prejuicio le impida llevar adelante un genuino esfuerzo por reconstruir la vida de la escritora, tal vez porque, parece sugerirnos, es necesario necesario mirar y comprender los caminos que conducen, aunque aunque no todo sea explicable, al horror. Resulta especialmente interesante el gesto de volver a leer los cuentos de Callejas, algo que, por ejemplo, los estudios literarios actuales no han hecho.
Los lee no para limpiar su imagen ni restituirla en un panteón literario nacional, sino para explorar el carácter muchas muchas veces macabro de las narraciones que escribió mientras ! 1tj1 trabajaba como agente de la DINA. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el cuento Las nieves de septiembre, publicado en La larga noche (1981), que narra la derrota y muerte de un guerrillero en Neltume. El cuento adopta el punto de vista del guerrillero, lo que podría parecer una paradójica forma de emparía desde lo literario.
Pero esta compasión se contrapone al secreto que envolvía su vida como agente -secreto que convirtió convirtió a su círculo literario en objeto de crítica y sospecha una vez que su rol fue reveladoy, sobre rodo, a su participación en hechos de innegable crueldad. Sin duda, la oscuridad de Callejas habla también de toda una época que el libro atraviesa atraviesa con fuerza y lucidez. JUAN CRISTÓBAL PEÑA Letras torcidas Un perfil de Mariana Callejas Edición de Leila Guerriero 0. a. ?. “e ___ iNI r. ¡11 r.