Alto Hospicio celebra el Día de su Hospital liderando nuevas tendencias
Alto Hospicio celebra el Día de su Hospital liderando nuevas tendencias Isabel Frías Periodista UCcuando terminaba la administración del conquistador español don Pedro de Valdivia y que luego derivara en Hospital San Juan de Dios cuando se hizo cargo de su administración la congregación religiosa católica del mismo nombre, hecho ocurrido en el año 1617.
Ese, que fuera primer hospital chileno, en 1863 fue declarado oficialmente “Hospital Docente” o campo clínico para la enseñanza de la Carrera Profesional de Medicina, instalándose en 1954 en sus actuales dependencias de Matucana con Huérfanos, pero para entonces bajo liderazgo del Estado y la gobernanza del entonces Servicio Nacional de Salud (SNS). EL HOSPITAL DEL FUTUROOtra trayectoria tendría muy distinta se marca acá en Tarapacá con la concreción del Hospital de Alto Hospicio, un sueño largamente ambicionado y para el cual se aunaron esfuerzos de manera mancomunada desde el propio Ministerio de Salud, de nuestro Servicio de Salud que vela por los servicios que presta la red pública auna población creciente y con altos niveles de vulnerabilidad.
El establecimiento fue concebido siempre como el proyecto hospitalario más grande que se emprendía en el Norte de Chile y durante el despliegue de las faenas la comunidad vio a muchos subsecretarios de Redes Asistenciales visitar y cotejar en terreno el avance de esas obras: eran, en ese entonces, un evento que proporcionaba hermosas fotografías oficiales, donde el carácter emergente otorgó un sello de modernidad y avance que los vecinos se regocijaban en comentar porque todos aquilataban que allí tendrían respuestas las grandes necesidades sanitarias insatisfechas. El hospital fue planificado para contar con 235 camas, lo que incrementaría en más del 50% la capacidad de hospitalización de la región de Tarapacá entera.
Además, fue diseñado para que fuese un centro médico de atención ambulatoria, para que contara con servicios de rehabilitación, con un centro de imagenología, laboratorio clínico y también proporcionara los servicios de un hospital dedía para salud mental.
INSTALACIÓN PROGRESIVANo obstante lo valioso de la lista anterior, para las familias una de las prestaciones más esperadas era, por cierto, contar con una maternidad en la comuna y se les dio prioridad a las obras de esos pabellones.
Asimismo, se socializó que sus instalaciones comprenderían 7 pabellones y más de 33 box de consulta para especialidades médicas, no médicas y dental, además de 12 sillones de diálisis y 3 salas de parto integral, en tanto la planilla de su dotación de funcionarios fue ideada para que alcance las 1.400 personas.
Hacia inicios de la década pasada, las autoridades ya difundían que el nuevo hospital incorporaría prestaciones en medicina tradicional andina, en atención a la importante cantidad de población de pueblos originarios que residen en Alto Hospicio, como también a la comunidad aymara nacida en Bolivia y otros países de la región Latinoamericana. Con una dotación que se ha idocompletando lentamente, hoy en ese establecimiento están presente 4 asociaciones de funcionarios, que este jueves celebran con entusiasmo el Día del Hospital. Se trata de FENATS Alto Hospicio, FENATS Histórica, FENPRUSS Alto Hospicio y ASOFHAH.
El Hospital inició sus operaciones en marzo de 2023 y desde esa fecha comenzó a ofrecer servicios de hospitalización a partir de junio de ese mismo año, realizando realizó sus primeros procedimientos quirúrgicos en enero del año en curso.
Sin duda, contar con un servicio de urgencia se ha instalado desde ya como uno de sus logros más destacados: ese proceso se dio curso en agosto recién pasado y, en la ocasión, se relevó que el funcionamiento de las urgencias sería gradual y que la actual administración del Gobierno de Boric maneja un plan de avanzada del establecimiento que tiene como objetivo continuar implementando los servicios planificados aún no disponibles y fortalecer los ya existentes para alcanzar la máxima operación en base a undiseño formulado como un aumento progresivo en la complejidad de las atenciones, con enfoque en cuatro áreas clave: atención ambulatoria, hospitalización, urgencia y servicios especializados.
Durante septiembre pasado, el Hospital de Alto Hospicio vivió con una alegría diferente las Fiestas Patrias y los usuarios pudieron reconocen que en Alto Hospicio existe un cierto empeño por mantener un ambiente laboral de calidez y positivismo, a la altura de las grandes expectativas que ha incubado este proyecto.
El último reporte de gestión, de cara a la ciudadanía, el Hospital de Alto Hospicio lo realizó el pasado 29 de septiembre de la semana recién pasada, cuando comunicaron que “en nuestro establecimiento se han realizado más de 1.000 cirugías en los últimos 9 meses, y en octubre esperamos alcanzar las 1.200”: Los anuncios en esta jornada celebratoria coinciden con los aplausos y las felicitaciones por este Día, el segundo aniversario que celebrará el Hospital de Alto Hospicio.
En medio del paro de trabajadores en los Cesfam durante los días previos, anuncios sobre confusas reformas al sistema de Isapres y la lamentable polémica sobre las Listas de Espera, este jueves 3 de octubre se celebra el Día del Hospital en todo Chile.
Se trata de una fecha muy emotiva y tradicionalmente festejada por todos los funcionarios del tradicional Hospital de Iquique como también del nuevo y flamante Hospital de Alto Hospicio, dos enclaves sanitarios de mediana y alta complejidad los que dan cuenta tanto de las necesidades que posee la región de Tarapacá como también son el claro ejemplo de una robusta política pública que ha ido avanzando a lo largo del tiempo, sorteando distintos retos y diferentes gobiernos. La fecha en sí misma recuerda la fundación del primer servicio de salud público creado en nuestro país en el año 1552 pleno siglo dieciséis, que fuera llamado inicialmente Hospital de Nuestra Señora del Socorro. Si el recinto de Iquique fue el primero, el nuevo establecimiento médico de esta comuna representa un hito en materia sanitaria y también un reto para todo el Norte Grande. Muchos ojos siguen este largo proceso de instalación y acondicionamiento –humano y tecnológico– en medio del orgullo de sus vecinos, y la mayor apuesta de una política pública regional.