Autor: Cristóbal Osorio Profesor de Derecho Constitucional, Universidad de Chile
Columnas de Opinión: Última cuenta pública de Boric: qué mirar, qué cobrar
Columnas de Opinión: Última cuenta pública de Boric: qué mirar, qué cobrar ando este domingo Gabriel Boric realice su última cuenta pública se jugará gran parte de su capital político, porque el contenido marcará su destino político, la cancha de su coalición en año electoral y su capacidad de encauzar la enda. Para eso, debe sortear contingencias adversas. A los escándalos de ProCultura y las licencias médicas, se suma lo de Manuel Monsalve. Como es de prudencia, Boric pasará rápido por aquí, con un par de fra3es contundentes, y ojalá sin bengalas para distraer la atención.
Debería seguir una autoevaluación, ya no de su programa o primera cuenta pública -una partida en falso-, sino de la segunda (2023), cuando se produjo el “reordenamiento de las prioridades” y el protagonismo de la gestión para superar la esfera solo simbólica de Apruebo Dignidad. Ese año el Presidente presentó tres ejes: derechos sociales, seguridad pública y desarrollo sostenible. En estos días, las reparticiones están trabajando para entregar datos y argumentos que convenzan que han llevado medianamente bien estos temas. En materia social será destacado el copago cero, las 40 horas, el aumento del sueldo mínimo y la reforma a las pensiones. Sies mucho o poco, dependerá de las simpatías ciudadanas, las expectativas -bajadas en 2023-, y el impacto de estas en la calidad de vida delos chilenos. Menos fácil es abordar otras promesas. Por ejemplo, en salud mental el principal avance es el Proyecto de Ley Integral en la materia, todavía en primer trámite constitucional. En cuanto a género, Boric podrá exhibir mejoras en cuidados, pensiones alimenticias y lucha contra la violencia hacia la mujer. Pero, lo hará sin avances en aborto y bajo el manto del Caso Monsalve. En seguridad la labor retórica es más difícil. Pese a que el recién creado Ministerio de Seguridad genera gráficos halagúeños y muestra un ministro serio y de perfil técnico, la ciudadanía probablemente no se sienta más segura que antes. En cuanto a desarrollo la cosa no parece ir mejor. Pese a que las dificultades externas para la economía son algo objetivo, es difícil creer que la gestión ha sido buena. Los errores de la Dipres y la baja en las expectativas de crecimiento e inversión no permiten reventar la pelota hacia la mitad de la cancha del contexto internacional.
Se requiere agilidad ejecutiva y no sólo legislativa para superar el “vamos a meterle inestabilidad al país”. Respecto de la sustentabilidad, Boric ha debido hacer graves renuncios -como la aprobación del TPP11 o Los Bronces Integrado-, sin impactar en el clima de negocios, que sigue esperando cortar el nudo gordiano de la permisología. Tal vez la discusión vaya en torno de los grandes porcentajes de cumplimiento, donde el gobierno tiene una performance similar a los anteriores. Pero, el asunto no es aritmético, cuando la promesa fue transformar Chile. La verdadera evaluación -la de noviembreserá en torno al giro realista de prioridades y la capacidad técnica para darle cumplimiento..