Autor: JERAN WITTENSTEIN / BLOOMBERG
Inteligencia artificial: nueva tecnología solo podría hacer el 5% de los trabajos
Inteligencia artificial: nueva tecnología solo podría hacer el 5% de los trabajos La IA no podrá automatizar trabajos físicos, explica Acemoglu. AELOREIVAJOCSICNARFEl economista Daron Acemoglu advierte que el frenesí por la IA ha ido demasiado lejos. Daron Acemoglu quiere dejar claro de entrada que no tiene nada en contra de la inteligencia artificial. Entiende su potencial. “No soy un pesimista de la IA”, declara en entrevista con Bloomberg.
Lo que hace que Acemoglu, catedrático del Instituto Tecnológico de Massachusetts y coautor del best seller “Por qué fracasan las naciones”, parezca un eterno fatalista sobre los peligros económicos y financieros que se avecinan, es la incesante exageración en torno a esta tecnología y la forma en que alimenta un auge de la inversión y un furioso repunte de las acciones tecnológicas. Acemoglu afirma que, por muy prometedora que sea la IA, hay pocas probabilidades de que esté a la altura. Calcula que solo un pequeño porcentaje de todos los empleos un mero 5% sería asumido, o al menos en gran parte asistido, por la IA en la próxima década. Buenas noticias para los trabajadores, es cierto, pero muy malas para las empresas que invierten miles de millones en esta tecnología esperando que impulse un aumento de la productividad. “Se va a malgastar mucho dinero”, afirma Acemoglu. “No se va a conseguir una revolución económica con ese 5%”. Primavera e inviernoAcemoglu prevé tres formas en que podría desarrollarse la historia de la IA en los próximos años. El primer escenario, y con mucho el más benigno, prevé que la exageración se enfríe poco a poco y que se afiancen las inversionesen usos “modestos” de la tecnología. En el segundo escenario, el frenesí continúa durante un año más o menos, hasta que se produzca una caída de las acciones tecnológicas que desilusione a inversionistas, ejecutivos y estudiantes.
Es lo que él llama “la primavera de la inteligencia artificial seguida del invierno de la inteligencia artificial”. El tercer escenario, el más aterrador, es que la manía no se controle durante años, lo que llevaría a las empresas a recortar decenas de puestos de trabajo y a invertir cientos de miles de millones de dólares en IA “sin saber qué van a hacer con ella”, solo para tener que luchar por recontratar a los trabajadores cuando la tecnología no funcione. En ese caso, habría “resultados negativos generalizados para toda la economía”. ¿El más probable? Cree que es una combinación del segundo y tercer escenario.
En las direcciones de las empresas, hay demasiado miedo a perderse el boom de la IA como para prever que el frenesí pierda fuerza pronto, afirma, y “cuando el entusiasmo se intensifica, es poco probable que la caída sea suave”. Las cifras del segundo trimestre ilustran la magnitud del delirio en el gasto. Solo cua-tro empresas Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta Platforms invirtieron más de US$ 50.000 millones en gastos de capital en el trimestre, gran parte de los cuales se destinó a la IA. Los grandes modelos lingüísticos actuales, como ChatGPT de OpenAI, son impresionantes en muchos aspectos, afirma Acemoglu.
Entonces, ¿por qué no pueden sustituir a los humanos, o al menos ayudarles mucho, en muchos trabajos? Acemoglu apunta a problemas de fiabilidad y a la falta de sabiduría o juicio humano, por lo que es poco probable que la gente subcontrate a corto plazo a la IA para muchos trabajos de oficina. Según él, la IA tampoco podrá automatizar trabajos físicos como la construcción o la limpieza. “Se necesita información muy fiable o la capacidad de estos modelos para ejecutar fielmente ciertos pasos que antes hacían los trabajadores”, afirma. “Pueden hacerlo en algunos lugares con cierta supervisión humana” como la codificación, “pero en la mayoría no pueden”..