Memorias e historias escritas entre viento, mar y soledad
Memorias e historias escritas entre viento, mar y soledad HISTORIAS DE FAROS Y MÁS: emorias e historias escritas entre viento, mar y soledad La La historia marítima de Magallanes y la Antártica Chilena, en un extenso territorio territorio en donde las rutas marítimas resultan fundamentales, fundamentales, van ligadas al silencioso e incomprendido esfuerzo realizado por los fareros, el cual ha sido reflejado reflejado en distintas obras, entre ellas “Historias de Faros y algo más”, obra que recopila una serie de historias, memorias y experiencias de fareros a lo largo de los años en Magallanes.
La obra editada el año 2022, es un esfuerzo colectivo colectivo que, a diferencia de otros estudios, está centrada en aquellos que, en sus años de juventud, fueron escribiendo historias historias que de otra forma se hubiesen perdido en el tiempo, logrando ser un cuerpo documental único que logra dejar constancia de diferentes perspectivas, que pueden ser analizadas desde la historia, música, música, memoria, sociología, ciencias marítimas, meteorología meteorología y geografía.
COMPRENDIENDO EL ESPIRITU DE LA OBRA A partir de 1867, de la mano del ingeniero danés danés Enrique Siemsen y, posteriormente, del escocés escocés George Slight, se dará inicio a la construcción y operación de una vasta vasta red de faros a lo largo de todo el país, a cargo de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar). Actualmente, existen 18 faros habitados, habitados, especialmente en la región austral, donde cumplen cumplen una valiosa y esencial tarea para la navegación y seguridad marítima. Muchas de estas construcciones construcciones datan del siglo 19 y merecen toda la protección protección del Estado como sitios de interés histórico o arquitectónico, arquitectónico, tal como las Iglesias de ChiloéO. Pero lo más destacable destacable es la historia de los fareros.
Para quienes hayan visto visto recientemente la película “Keepers, El Misterio del Faro”, sabrán que se trata de una actividad, muchas veces, realizada en la más absoluta soledad y aislamiento, aislamiento, pero sobre todo de una profunda vocación consagrada al sacrificio y al honor. Detrás de “Los Fareros de Chile” se esconden esconden miles de historias, anécdotas y tragedias, en lugares inhóspitos y alejados alejados del país. El abogado Francisco Orrego Bauzá, afirma en la obra que “entre las historias, historias, incluso las hay de solidaridad con los fareros argentinos en el extremo austral. Como en muchas otras actividades, poco a poco la automatización de las señales marítimas está terminando con este oficio centenario. Como chilenos amantes del mar y sus tradiciones, tenemos la obligación de movilizarnos para evitar su desaparición. desaparición.
Con ese fin, propongo que los fareros sean postulados postulados y declarados como “Tesoros Humanos Vivos” por el Estado de Chile, pues el aporte y rol estratégico que prestan para conservar conservar la cultura de los faros es innegable. Esta noble tradición, en peligro de extinción, debe ser preservada preservada como parte de nuestro patrimonio cultural cultural inmaterial.
“Los faros no solo son piedra, ladrillo, ladrillo, metal y vidrio”. Orrego hace un llamado llamado claro: “Hay una historia humana en cada faro; ésa es la historia que quiero contar” (Elinor De Wire), concluyo formulando un llamado a los ministerios de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y de Defensa Nacional, asíU como a la Armada de Chile, para concretar esta iniciativa ciudadana y legado institucional. institucional.
En el intertanto, mientras, “navegamos en este agitado mar, seguiremos seguiremos buscando un faro, que nos ilumine y guíe en este viaje a lo desconocido... ”. Es de esta manera que, se inicia una serie de textos textos en donde se rescata el valor de aquellos servidores servidores en faros, pero también sus familias, en más de una ocasión, acompañaron acompañaron a estos verdaderos “guardianes de la luz en el mar”, apoyando y realizando realizando las labores en medio de la tormenta. UNA HISTORIA EXTENSA Y CON EXHAUSTIVA PREPARACION Para su desarrollo, inicialmente inicialmente se debiófl formar una dotación de especialistas: especialistas: torreros, mecánicos y otros con manualidades especiales. Ciertamente, ninguno pensóü en lo que la vida les depararía.
Sin embargo, el aislamiento, la soledad, el privarse de los beneficios de estar junto a la familia y la ciudad, nos hizo y nos hace crecer y desarrollar desarrollar una mentalidad por el valor de cada una de las cosas, que se posee, a objeto de emplear los recursos recursos disponibles y no derrochar, ganando sabiduría sabiduría e ir avanzando hacia la tecnología en diferentes ámbitos, ello, a fin lograr cumplir con el fin último: “Ayuda a la navegación, custodiando la vida humana humana en la mar, ríos y lagos”. El especialista en faros y quienes forman parte de este grupo selecto, debieron debieron y deben esforzarse en aprender para desenvolverse en el uso y reparación de los diferentes equipos existentes, debido a no contar con ayuda o auxilio auxilio inmediato, debido a las condiciones extremas en las cuales se deben desenvolver, desenvolver, asimismo, la falta de logística que pudieren pudieren tener.
“Jucamol”, colaborador colaborador de la obra, señala que “El muchacho aquél, quien voluntariamente eligiófl sacrificio y lealtad, lealtad, hoy permanece en los cuarteles, descansando descansando y añorando cada momento vivido, los cuales cuales lo hicieron fuerte y orgulloso de lo logrado. logrado.
Los activos y nuevos especialistas elevan su pecho con hidalguía al tomar conocimiento de un pasado de sabiduría, por el cual deben velar y por cierto continuar rumbo rumbo a los grandes desafíos tecnológicos, humanos y ambientales a los cuales deberán enfocarse y desarrollar desarrollar eficientemente, logrando asíD cumplir con su objetivo final”. “Lazarillos del mar, vuestra misión fue y será mantener siempre esa linterna encendida. El sacrificio, sacrificio, arrojo y entrega por la especialidad de faros y señalización marítima, debe continuar. Faros es la única especialidad reconocida reconocida por sus virtudes y querida por la entrega de sus especialistas. Dicho reconocimiento, reconocimiento, logrado por el cimiento fundamental, la familia”, afirma el avezado avezado escritor.
RECORRIENDO UNA HISTORIA DESCONOCIDA DE LOS FORJADORES Sin lugar a dudas, pensar pensar en faros es recordar algunos personajes tremendamente tremendamente importantes, uno de ellos es Heinrich August Siemsen, de profesión profesión ingeniero artillero, especializado en faros.
Toda su práctica como constructor de faros se desarrollófl en Europa, llegando llegando a Chile junto a su esposa e hijos como parte de un contingente de colonizadores colonizadores alemanes a bordo del barco “Alfred”, el 5 de octubre de 1852, radicándose en la localidad localidad de Corral.
Durante la presidencia de Manuel Montt, el 1 de octubre de 1857, se le encarga encarga la misión de elaborar los planos y presupuestos para construir la torre y edificios para un faro a instalarse en el puerto de Ancud, actual Faro “Punta Corona”. En 1867, el ingeniero Siemsen se trasladóO a Valparaíso, ciudad donde donde asume el cargo de Inspector General de Faros, en la Dirección del Servicio de Faros, dependiente de la Comandancia General de Marina, construyendo de esta manera los faros de “Punta Caldera” en Caldera y “Punta Tortuga” en Coquimbo en 1868; asíO como el faro “Isla Quinquina” en 1869, siendo siendo protagonista de una serie de obras que aún no se materializaban en la zona austral.
Los faros australes, a su vez, están vinculados vinculados a un ingeniero que ha pasado a nuestra historia, historia, nos referimos a George Slight Marshall, A su llegada al país, vía Estrecho de Magallanes, escribióO en su diario al pasar cerca de los islotes Evangelistas: “Nunca imaginé ver algo tan agreste, salvaje y desolado como esas rocas rocas oscuras emergiendo en medio de las embravecidas embravecidas olas. Ver esos peñones borrascosos era sobrecogedor.
Con una tenue claridad en el horizonte horizonte se podía ver grandes olas rompiendo fuertemente fuertemente en la parte oeste de los islotes: una visión que difícilmente difícilmente alguien pueda imaginar... ” Iniciando su trabajo en el Islote Evangelista, lugar inhóspito, sin vegetación vegetación y con un clima muy agresivo, a cualquier cualquier otra persona aquel desafío le hubiera hecho retroceder y declarar el lugar como no apto para llevar a cabo la tarea por la cual fue contratado. No fue su caso.
Le llevó cinco años de arduo trabajo el poder dejar construidas la torre y la casa habitación habitación anexada, más otras obras como ser el pescante pescante de izado de la carga, la sala del winche, más unas pequeñas bodegas en la parte baja, al centro y la superior, que resguardan materiales y combustibles. combustibles. Por muchos años, se utilizóü la bodega del centro centro como pesebrera, donde se protegía los corderos, que servirían de alimento alimento a los fareros.
Se instaló una la línea Decouvillé, trocha angosta para los carros subidos por winches winches manuales que suben la carga, por un sendero hecho gracias al sudor de los obreros, tanto croatas como chilotes, que enroló el ingeniero para cumplir su objetivo.
George Slight Marshall se destacóli por su profuso profuso trabajo, que le llevó a construir una red de más de 70 faros en las costas del país, los cuales hasta hoy en día se mantienen en pie. COMPRENDIENDO UNA LABOR SILENCIOSA A través de la obra, se puede recorrer diferentes escritos, entre anécdotas, historias, poesía y música. música.
Ellas, evidentemente, nacen desde la memoria y los momentos de soledad, soledad, de aquellos hombres que han dado un carácter único a lo que hoy conocemos conocemos como “Los Fareros del Fin del Mundo”, en donde la especialización, compromiso y entrega a la Patria siguen guiando guiando a los navegantes, tal como desde aquel primer primer encendido en 1837, iluminando y resguardando resguardando nuestras costas, superando las inclemencias inclemencias de nuestra geografía austral. Los fareros del fin del mundo, en el frontis de Faro Islotes Evangelistas, patrimonios vivos de nuestra Patria..