Pionera cirugía ocular a yegua corralera
Pionera cirugía ocular a yegua corralera P or primera vez en Chile se realizó una cirugía de cataratas en un caballo, y fue en la yegua de raza chilena Ilusioná, de Roberto Hiribarren. La intervención quirúrgica fue realizada por un equipo de especialistas que lideró la médico veterinaria María Teresa Barros. Este hito para la medicina veterinaria especializada en equinos se estableció en septiembre del año pasado, pero los profesionales prefirieron esperar para ver los resultados antes de darlos a conocer.
Un mes después de la intervención, en octubre pasado, la yegua Ilusioná ya estaba corriendo en rodeos y premiando, como lo hacía antes cuando estaba sana. "Esto algo muy importante, porque estamos abriendo la puerta a algo muy necesario que en Chile no estaba al alcance... La yegua ha vuelto a correr igual que antes en los rodeos, y ha vuelto a ganar; entonces, ha sido una satisfacción y una alegría muy grandes", señala María Teresa Barros, oftalmóloga veterinaria con más de 20 años de experiencia con equinos.
La especialista destaca la participación del doctor David Kohn Bitrand, oftalmólogo del Instituto de Prevención de la Ceguera. "Creo importante que se sepa que las manos que hicieron la parte fina fueron las del doctor Kohn. Yo participé también en la cirugía, pero la parte más delicada la hizo él. Fue un trabajo en equipo, con la supervisión directa del oftalmólogo veterinario Dennis Brooks, número uno a nivel mundial en equinos, que trabajó mucho tiempo en la Universidad Gainesville, de Florida", agrega. El equipo está conformado, entre otros, por las anestesistas Camila Marañon, Karina Aros y Claudia Vásquez.
Al ser las cataratas una afección recurrente en los caballos, la importancia de contar con esta solución abre la posibilidad de curación, aunque el procedimiento es caro, ya que requiere el uso de pabellón, instrumental especializado y mucho más tiempo de hospitalización que en el caso de los humanos. "La catarata es bastante común en los caballos y los puede dejar imposibilitados.
Si alguno de chico queda ciego de un ojo, se va a adaptar súper bien, pero a un caballo que en la mitad de su desempeño deportivo pierde la visión de un ojo le cuesta adaptarse, porque tiene que volver a aprender a recalcular todo", dice la profesional. Fue lo que le pasó a Ilusioná, que como es costumbre en los caballos de rodeo cuando no hay competencias, fue soltada en los potreros. Al ir a buscarla le encontraron un ojo blanco con la catarata. María Teresa Barros le ofreció la opción de operarla.
Cuenta que se demoró cerca de dos meses entre organizar y conseguir todo lo necesario. "No es lo mismo una cirugía de cataratas para una persona que se opera, que se va a la casa a reposo y se pone las gotitas. En el caballo se necesita un prequirúrgico de cinco días con gotas en el ojo, para lo cual hubo que ponerle sondas especiales. O sea, requiere cuidados previos y posquirúrgicos que son el 50% de la evolución de la cirugía. Sin ellos no se logra el resultado que uno espera. Además, se necesita un mes de hospitalización para seguir poniéndole las gotas y que no haya ningún problema. Es un proceso largo", afirma. La hospitalización se hizo en el hospital veterinario de la Universidad Andrés Bello. MUY COMÚN Fue en los últimos 12 a 13 años que María Teresa Barros empezó a interesarse en la oftalmología equina. Tras ganar una beca para ir a estudiar por un año y medio a la Universidad de Auburn, Alabama, Estados Unidos, se convirtió en la única especialista en Chile con título oficial.
Acá en Chile, cuenta, siempre había estado la inquietud de sus colegas que trabajan con caballos de rodeo de cuándo iban a hacer cirugía de cataratas y, de repente, este año le apareció una paciente. "La anatomía y fisiología son muy diferentes entre humanos y caballos. En las personas la catarata se produce a medida que pasan los años, mientras que en el caballo aparecen después de cualquier causa que haga que se inflame un ojo. Puede ser una úlcera o porque se golpea.
Cualquier lesión a la que no se le controle la inflamación, la consecuencia va a ser la catarata... En comparación con humanos, perros o gatos, el ojo que más se inflama intraocularmente es el del caballo", comenta.
Esta afección es muy común en caballos. "Si bien ellos ven en 320 grados y los seres humanos en 170 a 180 grados, la diferencia está en que nuestros ojos miran hacia adelante y los de los caballos hacia los lados. Entonces, el caballo pierde un rango de visión", dice.
Si bien, tal como en humanos, se inserta un lente en la operación, lo que todavía se hace, en el caso de la operación de la yegua Ilusioná se optó por la nueva tendencia, que es no usarlo. "A diferencia de los humanos que tienen que volver a leer, el caballo solo tiene que enfocar y calcular las distancias. Sin lente queda viendo quizás sin tanto detalle, pero perfecto igual. La gracia está en que sin lente el posquirúrgico es mucho más fácil y simple", señala María Teresa Barros. La oftalmóloga veterinaria María Teresa Barros encabezó el equipo que intervino exitosamente a un equino, que ya volvió a las medialunas. ARNALDO GUERRA MARTÍNEZ La yegua Ilusioná con Roberto Hiribarren. ROBERTO HIRIBARREN M. TERESA BARROS Doctora. María Teresa Barros.