Autor: Ana María Bravo Castro, Diputada por Los Rios.
Columnas de Opinión: Dignidad de los mayores
Columnas de Opinión: Dignidad de los mayores C-apalpable en cada rincón del I hile envejece. Esta es una realipais ennuestros barrios, en nuestras familias, enhistorias devida marcadas por el esfuerzo, el amor y, tristemente, también por el abandono. Frente a este escenario, no podemos seguir tolerando el maltrato ni la desprotección de las personasmayores.
Hace pocos diasrespalchamos con convicción el proyecto de ley conocido como "Hijitos Corazón", una iniciativa que busca garantizar la dignidad de quienes, tras entregar todo por sus hijos, hoy enfrentan la vejez en condiciones de abandono. El proyectonace desde la empatia y el reconocimiento de una problemática creciente. Madres y padres que, después de una vida de sacrificios, son dejados de lado por sus propios hijos. En mi rol como diputada, he escuchado historias dolorosas que reflejan esta reaEdad.
Por eso, he impulsado un agenda legislativa centrada en la protección y el respeto hacia nuestros adultos mayores, siendo este proyecto una expresión concreta de ese compromiso. "Hijitos Corazón" contempla medidas como la suspensión del derecho a herencia para hijos que abandonan o maltratan a sus padres, junto con sanciones que buscan establecer responsabilidades claras. Esta propuesta no busca venganza, sino justicia. Busca enviar un mensaje firme: en un pais que se dice humano, no puede haber espacio para el olvido ni la indiferencia hacia quienes lo dieron todo. Desde mi trabajo legislativo he insstido en avanzar hacia un nuevo pacto intergeneracional. He promovido politicas públicas para fortalecer el cuidado, fomentar una vejez activa y consagrar derechos especificos mediante el proyecto de ley de envejecimiento positivo. La dignidad no caduca con la edad. La vejez no puede seguir siendo sinónimo de precariedad ni de soledad. Una sociedad que abandona a quienes construyeron su historia, es una sociedad quepierde sualma. Este proyectoes más que um norma: es un acto de justicia afectiva. Cuidemos a quienesnoscuidaron. Que el amor de hijos no se convierta en olvido. Porque sin dignidad en la vejez, no hay justicia en el presente. C Columna.