Excelencia académica en la Universidad Autónoma: una práctica que transforma
Excelencia académica en la Universidad Autónoma: una práctica que transforma no es una declaración, es un trabajo permanente que involucra a todos los equipos”, afirma. formalidad, es una posibilidad real de abrir nuestras prácticas, recibir retroalimentación y avanzar.
Más que una certificación, los procesos de acreditación son una invitación a actuar con coherencia, a no conformarse con lo que ya se logró y a seguir trabajando con convicción por una educación que esté a la altura de lo que nuestros estudiantes necesitan y de lo que el país espera de nosotros”, asegura. Para Gómez, el desafío es claro: “Todo este esfuerzo tiene sentido si mejora la formación de nuestros estudiantes y el aporte que ellos representan para Chile. Esa es nuestra responsabilidad.
Y también nuestro motor”. La excelencia académica, entonces, no es una meta estática ni solo sello institucional, sino que es una construcción colectiva, basada en decisiones concretas, evaluaciones honestas y un compromiso real con el impacto de la educación en la vida de las personas.
Con una comunidad académica comprometida, una cultura de mejora continua y una visión de futuro clara, la Universidad Autónoma de Chile avanza a paso firme en su propósito de ser una universidad más transformadora, más coherente y más conectada con las necesidades de sus estudiantes y del país.
Entregar una formación de estudiante y que tenga calidad que le haga sentido al impacto en su vida es el modelo definido por la Universidad Autónoma de Chile para potenciar la excelencia académica, con la convicción de que va más allá de los discursos y se refleja en decisiones cotidianas, prácticas concretas y resultados verificables, que permean todas las áreas de su quehacer, desde el diseño curricular hasta el acompañamiento a los estudiantes, pasando por la formación continua del cuerpo académico y el fortalecimiento de los vínculos con los territorios. “La excelencia académica no se mide solo en estándares, se nota en la experiencia de quien aprende. Si no mejora lo que vive el estudiante, entonces no estamos haciendo bien nuestro trabajo. Esa es la vara con la que elegimos evaluarnos”, afirma la Dra. Francisca Gómez, vicerrectora de Aseguramiento de la Calidad de la Universidad Autónoma de Chile. Este enfoque se basa en una idea clara: la calidad no es una declaración, sino una forma exigente y comprometida de hacer universidad. “Para nosotros, hablar de excelencia académica es asumir el desafío real de entregar una formación de calidad que le haga sentido al estudiante y que tenga impacto en su vida. La excelencia. ELIHCEDAMONÓTUADADISREVINU Este compromiso está contenido en el Plan de Desarrollo Estratégico 20242030, que establece los lineamientos para asegurar coherencia entre lo que se enseña, cómo se enseña y cómo se acompaña a los estudiantes.
Se trata explica la autoridad de “nuestra hoja de ruta para todas nuestras áreas misionales”. Es que para esta casa de estudios enseñar bien no es suficiente: “Tenemos que innovar en las formas de enseñar, evaluando con criterio, apoyando de verdad a quienes lo necesitan y, sobre todo, preguntándonos si lo que estamos haciendo está contribuyendo al desarrollo de nuestros estudiantes”, añade. Uno de los pilares de este modelo es el fortalecimiento curricular. Más del 70% de las carreras de pregrado ha sido parte de procesos de ajuste en los últimos cuatro años, incorporando enfoques por competencias, aprendizajes clave, prácticas tempranas y metodologías activas. En posgrado, en tanto, se han actualizado programas, ampliado la oferta en áreas prioritarias y creado nuevos doctorados alineados con las líneas estratégicas de desarrollo institucional. El cuerpo académico también ha sido un foco de atención.
Actualmente, más del 70% de los docentes de la Universidad Autónoma de Chile cuenta con grado de magíster o doctor, lo que responde a una política institucional que ha impulsado más de 200 actividades de formación docente entre 2019 y 2023, incluyendo diplomados pedagógicos, inducción formal, acompañamiento en aula y evaluación docente con retroalimentación efectiva. “Fortalecer la docencia es enseñar bien, enseñar mejor. Y eso se logra cuando existe una comunidad que aprende junta y se desafía a mejorar”, sostiene Gómez. La Universidad Autónoma ha alcanzado importantes hitos, como la acreditación de cinco años en cuatro áreas clave: Gestión Institucional, Docencia de Pregrado, Investigación y Vinculación con el Medio. Además, ha recibido certificaciones internacionales de la Agencia Alemana AQAS y de la Agencia Española Aneca. El trabajo de aseguramiento de la calidad en esta casa de estudios no se queda en los informes ni en las cifras. “Los sistemas pueden estar perfectamente diseñados y se deben reflejar en el quehacer del día a día. La calidad se mide donde más cuesta: en la enseñanza real y en el aprendizaje de verdad”, enfatiza la vicerrectora. Los procesos de acreditación, en este contexto, son vistos como una oportunidad de mejora continua. “Someterse a una evaluación externa no es una Actualmente, más del 70% de los docentes de la Universidad Autónoma de Chile cuenta con grado de magíster o doctor. EJES DE ACCIÓN TRABAJO MANCOMUNADO. Formación de calidad, innovación docente y coherencia institucional son los ejes que guían el trabajo de la Universidad Autónoma de Chile para impactar en la vida de sus estudiantes y aportar al desarrollo del país. MODELO DE ENSEÑANZA QUE PONE AL ESTUDIANTE EN EL CENTRO: