“La crisis que vive Chile ES MORAL, NO MATERIAL”
“La crisis que vive Chile ES MORAL, NO MATERIAL” Agustín Iglesias es independiente de derecha y después de solo un período como concejal en la comuna de Independencia, labor que inició cuando aún estudiaba Ingeniería Civil en la Universidad Católica, acaba de ser elegido alcalde con el 45,7 por ciento de los votos, 20 puntos más que Daniela Parada, su contendora más cercana y representante del Frente Amplio. Él es parte de la camada de jóvenes que lograron conquistar municipios importantes para Chile Vamos en las últimas elecciones municipales. Sentado en un local de comida peruana, a una cuadra de la calle Independencia, recibe el saludo de vecinos que se acercan a desearle suerte. A mí me gusta esto, me gusta estar con la gente.
Y, claro, uno está más expuesto, pero no me afectan las cosas que me dicen, los que critican, sé que es parte de esto y que muchas de ellas son injustas, pero yo vivo en paz. Más tarde dirá que una de las cosas que admira del alcalde saliente, el PS Gonzalo Durán, es su relación con la gente. Es un político de fuste, se maneja muy bien. Tiene un talento con la gente que no le he visto a nadie. Es muy de piel, muy sensible, no es una persona que actúa y eso no es muy común, lo normal es que los políticos actúen en la calle cuando se relacionan con la gente. Yo no me siento actuando, pero sí me sale menos efusivo que él. El 4 de diciembre asumirá su nuevo cargo, a ocho meses de cumplir 30 años. Agustín Iglesias nació en Santiago, pero toda su vida, hasta que entró a la universidad, transcurrió en Machalí, cerca de Rancagua. Cuenta que su padre es argentino, que nació en Buenos Aires y que se vino a vivir a los 23 años a Chile. Mi papá no terminó de estudiar porque al morir su padre se tuvo que poner a trabajar para mantener a sus hermanos. Pero se aburrió de eso y se vino a Chile. No volvió a ver a su familia durante 30 años.
Pasó por muchas cosas: fue camionero de la Coca Cola, trabajó en una mina, creó una empresa y quebró, tuvo depresión y después se puso a limpiar empresas. creó su propio negocio y con eso le fue bien. Agustín Iglesias entró a Ingeniería Civil en la Universidad Católica y participó en el centro de alumnos. Tuvo varios cargos en la orgánica estudiantil. También participaba de la Pastoral Universitaria y se vinculó a Solidaridad, el movimiento político que fundó Diego Schalper y que hace unas semanas ganó la FEUC. Solidaridad me cambió la vida porque me hizo tener discusiones, conversaciones, reflexiones, lecturas, sobre cosas que no me había preguntado antes.
Entre las lecturas del Padre Hurtado, las discusiones respecto a una derecha soc i a l, u n a q u e e n t i e n d e q u e e n C h i l e h a y problemas sociales que enfrentar y que el mercado no lo puede todo. Ahí se me abrió un poco el mundo de lo que era la política. Para él, dice, la política tiene que ir ligada al tema religioso Yo soy muy católico, desde chico fui de misa todas las semanas. Para mí es importante, me defino como un político católico. Mucha gente, sobre todo los jóvenes, tras conocerse los abusos que se habían cometido al interior de la Iglesia, dejaron de ser católicos o simplemente se alejaron. ¿Le pasó?No. Yo sigo con la fe intacta.
Los casos que han ocurrido son terribles, pero quienes lo hicieron son personas puntuales, la institución no es la culpable. ¿Está de acuerdo con todos sus preceptos, como llegar virgen al matrimonio, estar en contra de la eutanasia, el aborto?No sé si con todo, pero hay posturas de la Iglesia que no son todas dogmas. Y sí, yo soy contrario al aborto libre. Creo que la vida es lo más importante que hay. Cuando comenzó a estudiar en la universidad, llegó a vivir a un departamento en la calle Manquehue, en la comuna de Las Condes, donde vivían sus tres hermanos él es el menor.
Pero a poco andar, y vinculado a la Pastoral Universitaria, aceptó una invitación para ir a vivir seis meses a la población La Bandera, en San Ramón. ¿Qué le dijo su papá cuando supo que se iba a vivir a La Bandera?Mi papá no entendía mucho esto porque él es un tipo de mucho esfuerzo, al que le costó mucho llegar hasta donde llegó. Él se había esforzado por salir de La Bandera y sus dolores y que su hijo llegara a estudiar Ingeniera Civil a la Católica era un logro gigante. Yo creo que él sintió tristeza o decepción cuando le conté.
Y me dijo una frase que no se me ha olvidado y fue con la que abrí mi campaña: “No intentes ser pobre porque nunca vas a ser pobre”. ¿Le dijo que no intentara hacer turismo social?Creo que él me quería decir que no jugara a ser pobre, pero yo no me sentía jugando. La experiencia en La Bandera para mí no era un turismo social de ir a mirar qué pasaba en la población. Yo estaba convencido, estoy aún, de que mientras más cerca uno esté de los más pobres, es más fácil estar cerca de Dios. Esa era mi convicción inicial.
Cuenta que su papá y su mamá son de derecha, pero que su abuelo materno, con quien creció, fue radical Se llamaba Miguel Octavio Muñoz, y fue presidente del Partido Radical en Rancagua, también fue concejal por Graneros en la época de la UP. A mi abuelo lo tomaron preso después del Golpe.
Murió en 2014. ¿Qué cree que le diría su abuelo ahora que está cerca o casi militando en la derecha?No estoy militando, así que no diría nada de eso, pero creo que estaría muy feliz de ver que soy alcalde.
Él siempre me decía “yo soy de pueblo”. Él había sido muy pobre y en base a mucho esfuerzo, salió adelante. ¿Él le hablaba de la dictadura? ¿ Tiene algún tema con eso?Sí, totalmente, a mí eso es lo que, te diría, más me aleja de la derecha. En ningún caso soy pinochetista.
Agustín Iglesias agrega que es crítico del tema de los derechos humanos, el que considera “un dolor fuerte en Chile, que aún está abierto”. Se suele decir que a pesar de los temas de dere-Agustín Iglesias:El recién electo alcalde de Independencia tiene 29 años y es parte de la camada de jóvenes que lograron conquistar municipios importantes para Chile Vamos en las últimas elecciones municipales. Su historia política se resume en su militancia universitaria y sus cuatro años como concejal de la comuna, pero, dice, eso no lo limita en nada.
Se declara un político católico, al que le importa la ética tanto como la economía, y que asume con holgura su mezcolanza en temas políticos: dice que si tuviera que firmar por un partido, lo haría por la UDI, aunque se declara “completamente antipinochetista”. mi responsabilidad (como alcalde) es darle posibilidad a la familia de estar con su hijo, estar con su pareja”. chos humanos, se establecieron las bases de un buen sistema económicoMira, soy consecuente y así como no estoy a favor del aborto porque creo que no hay nada superior a la vida, creo que lo más importante que se recuerda sobre Pinochet fueron las personas que murieron por pensar como pensaban, entonces no hay nada que matice eso. El daño moral que se le hizo a este país no se puede comparar con ningún éxito económico. Toma aire y dice. Y ese es un tremendo problema. Yo creo que la crisis que Chile vive hoy es moral, no material.
Entonces, claro, uno cuando mira esos años, y algunos dicen, “bueno, pero son años de prosperidad, el país avanzó”, sí, a lo mejor, pero en lo moral se generó una herida importante en Chile. ¿Va a militar en algún partido? Con su votación me imagino que muchos políticos se le han acercado para eso. Me gusta la vida partidaria, creo que cualquier político la necesita, aunque hoy los partidos sonmuy criticados y con justa razón.
Pero yo no creo en los caudillos independientes y que creen que solo alrededor de su figura está el bienestar de un país. ¿Y cuál sería su partido más cercano?Hoy la UDI, que me abrió las puertas para poder competir por la alcaldía, cuando no tuve cabida en otros.
Ellos confiaron en mí (). Creo que la generación actual de la UDI ha entendido que hay que abrir puertas y entregar postas, que es lo que no les pasó a ellos con los más grandes. De los partidos de derecha, la UDI tiene más fuerte el tema de la herencia del gobierno militar. ¿Hay una cierta contradicción ahí? dice y se ríe. Mira yo nací en 1995, en democracia y creo que hay que aportar desde las nuevas generaciones con una mirada quizás distinta dentro de la UDI.
Y si llegara a entrar a ese partido en algún minuto, que no lo tengo pensado en el corto plazo, no me va a hacer negar quién soy y lo que pienso. ¿Usted se siente parte de esa camada de jóvenes políticos que creen es cosas distintas que las generaciones anteriores? A mí me pasa que hoy no me siento totalmente identificado con nadie en política. ¿En qué creo yo? Creo en el libre mercado, pero uno donde el Estado sea importante y se repartan ingresos; un país en el que sí se cubran los mínimos necesarios para que la gente viva bien. Yo me defino más como un socialcristiano. ¿El tema moral y ético le hace ruido en el mundo político?Claro, hay pocos políticos pensando en clave moral, espiritual. Y creo que eso tiene que ver también con la dificultad que tenemos para resolver la crisis y que tuvo su muestra más clara en octubre del 2019. Para mí esa crisis, en una parte, tiene que ver con una búsqueda de la felicidad en lo material y en el consumo y ahí no la vamos a encontrar nunca. Las personas de Chile y del mundo nunca van a ser felices si buscan eso en el consumo y se despreocupan de lo espiritual. Por eso que hoy día los adultos mayores están solos, por eso hay poco tiempo para los niños y por eso la droga y el narco ganan espacio.
Hoy la plata fácil es más popular que el esfuerzo y valorar lo que tenemos. ¿Y en la calle, en su comuna, encuentra gente que está de acuerdo con ese pensamiento?¿ Acá en Independencia? No, o sea, es difícil convencer a las personas de que hay que salir de la lógica del consumo.
Es difícil que yo ponga esta tesis sobre la mesa y alguien diga “oye, tenías razón, salgamos del consumo y ahora todos vamos a tener una vida más austera”. Pero de alguna manera la sociedad, lo que vivimos, sí lo muestra.
Lo que pasó en octubre del 2019 en las calles, lo que se manifestaba era eso: gente hastiada de un país que tiene problemas, de no tener oportunidades y también hastiada de la búsqueda de algo que no saben dónde encontrarlo. Porque también en esas mismas calles veías la alegría que había porque, creo, encontraron ahí cierto regocijo, por así decirlo, espiritual. Encontró algo. Hace una pausa, luego agrega: Somos un país muy orientado al éxito y mientras sigamos así, la frustración se va a mantener. Hay que darles cabida a otras cosas, el deporte, la cultura, el teatro.
Hay que darles importancia a cosas vitales que no generan tanta utilidad, pero que sí generan ganancia espiritual. ¿Por qué no fue de izquierda?La izquierda impulsa un modelo económico que no ha funcionado en ninguna parte del mundo, insistir con las ideas socialistas en el siglo XXI, después de que ya se cayó el Muro de Berlín, me parece una estupidez. Y segundo, porque en algunas materias que son importantes para mí, como el aborto, desde la DC hacia la izquierda ya abdicaron. Hoy no hay espacio para un católico en la izquierda.
El fin de semana pasado, Agustín Iglesias dio una entrevista en LUN donde dijo que quienes tienen que adaptarse a la cultura son los migrantes, “no nosotros”. En su comuna un tercio del padrón electoral son migrantes y se dice, fueron, en cierto sentido, claves para su elección. ¿Qué le dijeron los venezolanos que lo apoyaron respecto a esas declaraciones?A ellos les molesta porque creen que todos están en su contra porque en Chile hay un discurso muy contra migrantes, pero no. Obviamente cuando uno critica al loco de las motos, no los está criticando a todos, sino a los migrantes que ponen música fuerte, hacen frituras en las calles, los que no respetan las normas. Creo que una de las cosas que se ha perdido es el respeto a la autoridad, a la ley. Una de las cosas que voy a hacer como alcalde es hacer respetar la ley. Y al que le caiga mal, que le caiga mal. Yo no seré un alcalde simpaticón que permita todo uso y abuso del espacio público.
No estoy para eso. ¿Está de acuerdo con todas las discusiones que se dan ahora de que los migrantes deberían tener residencia y vivir más tiempo en Chile, al menos diez años, para poder votar?Lo que creo es que hay que integrarlos a Chile, no podemos seguir tapándonos los ojos esperando que se vayan, porque muchos han hecho su vida acá, trabajan y aportan. Tenerlos indocumentados les genera un problema grave para los temas laborales y también para ver quiénes son los que delinquen, porque no hay información. Entonces, si hay algo que modificar es cómo integramos al sistema nacional a las personas que se van a quedar. Esa ilusión de mucha gente en Chile de que los venezolanos se van a ir es una mentira. Este cambio tiene el riesgo de hacer un llamado a que todos vengan, no es lo que queremos porque la migración ya no aguanta más.
Agustín Iglesias dice que quiere ser un alcalde que le de ilusión a las personas de que se puede vivir bien, quiere mostrarles hay una autoridad y un municipio preocupado en poder darles cierto bienestar que no tiene que ver con lo material. ¿Cómo se hace eso?Por ejemplo, tratando de darle empleo a los que viven en Independencia en la misma comuna. Eso es importante porque eso va a permitir que los papás estén más con sus hijos, porque ya no van a perder tantas horas en su traslado.
Por eso, una de las primeras cosas que haré como alcalde es salir a hablar con las empresas, con las industrias de acá y transmitirles la importancia de que la gente que contraten gente que sea de Independencia. Se detiene y luego agrega: Me gustaría que la gente comparta más con su familia. Creo que en la familia hay un cierto gozo que tiene que ver con lo gratuito. Me interesa que la gente entienda que no vivimos para ganar plata, no vivimos para tener un auto. Vivimos para querer a otros, y parte de mi responsabilidad es darle posibilidad a la familia de estar con su hijo, estar con su pareja. Confiesa que hay otra meta, más personal, que se ha propuesto con miras a asumir como alcalde: bajar de peso. Cuenta que desde que vive en Independencia subió 20 kilos. Llegué pesando 67 y ahora estoy en 87.
Pero ahora, ya en la alcaldía, con una vida más ordenada, voy a entrar al gimnasio para sacar las calugas de Vodanovic, porque si quiero competir en la discusión pública, hay que ser un buen alcalde como creo que es Tomás Vodanovic, pero también hay que tener su guata dice y se echa a reír. ZEPÓLOSNOFLAOIGRES. “Me interesa que la gente entienda que no vivimos para ganar plat