Dorothy saca a Aguilar al Pizarrón
Dorothy saca a Aguilar al Pizarrón sta semana el Presidente Boric reconoció que había sido un error la acusación constitucional contra el ministro Raúl Figueroa, ministro de Educación del expresidente Piñera.
Se intentó destituirlo -recordemos por intentar abrir los colegios en pandemia, a lo que se opusieron el Colegio de Profesores y muchos parlamentarios del hoy oficialismo, que no vieron que dejar a los niños y niñas en la casa era condenarlos a ellos a un rezago educacional y emocional que los perseguiría por años, así como a sus madres, muchas de las cuales perdieron sus trabajos por no tener dónde dejarlos. Buen reconocimiento presidencial del grave error pandémico y de la injusticia con Figueroa, que estaba cumpliendo su deber. Pero no todos los actores que se opusieron a abrir las escuelas han hecho su mea culpa. Y eso es peligroso, pues reiteran la miopía y persisten. Es el caso del Colegio de Profesores y, en particular, de su presidente, Mario Aguilar.
Olímpico, hoy no asume su responsabilidad en dejar a los niños sin clases, que hizo a Chile parte del triste récord de los países con más días de colegios cerrados, con sus dramáticas consecuencias: son generaciones que pagarán aquello por años. Aguilar tampoco se pliega al más básico consenso que debiera existir transversalmente después de esa debacle: no perder ningún día más de clases, por ningún motivo. Peor aún, decide seguir usando como rehenes de sus petitorios a los mismos niños y niñas ya perjudicados por sus decisiones previas. Dorothy saca a Aguilar al Pizarrón Esta semana tuvieron dos días de paro nacional. Alegan que este gobierno -con un ministro de Educación del Partido Comunista no les ha cumplido, y que ha dado "insuficientes respuestas" a los seis puntos de la denominada agenda corta.
Entre lo que piden están "soluciones concretas a la estabilidad laboral del profesorado y el fin de la precarización contractual"; "procesos más transparentes en los procesos de evaluación", y hacerse cargo del "agobio laboral", el fortalecimiento de la función del profesor jefe y oficializar el Día del Profesor como una jornada sin clases ni estudiantes. Han advertido que si no se acogen sus demandas, la paralización podría ser indefinida. El ministro Cataldo ha manifestado su frustración, llamando a no resolver todo con un paro.
Pero parece que ni un ministro UDI ni un PC les sirven a los dirigentes del Colegio de Profesores: mismo método, misma ceguera: miles Por Paula Escobar Chavarría Por Paula Escobar Chavarría de niñas y niños se quedaron en la casa esta semana.
Y como si todo esto no fuera poco, Aguilar se fue ahora contra la contralora, diciendo primero que era "antitrabajadores", para luego subir aún más el tono: "Es malo que la contralora entre en una suerte de colusión política con otros sectores", dijo en Tele13 radio.
Como hace todo el sentido del mundo, la Contraloría General de la República envió un oficio a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) para que detallen los descuentos de remuneraciones de docentes que adhirieron al paro nacional. La contralora Dorothy Pérez no solo sabe de ser contralora, sino de educación: fue jefa de la División Jurídica del Ministerio de Educación en el gobierno de la Presidenta Bachelet 2.
La contraloría les recordó a todos los que pararon que "las entidades que forman parte de la Administración del Estado se encuentran obligadas a cumplir los principios de continuidad del servicio público; de eficiencia y eficacia, lo que implica satisfacer las necesidades colectivas en forma regular y continua". El dictamen N" 52.122 de la Contraloría es muy claro y precisa que "la ausencia de los servidores públicos de sus labores por adherir voluntariamente a una paralización irregular de actividades implica necesariamente el descuento a sus remuneraciones del valor del tiempo no trabajado, por cuanto esa situación no configura causal que justifique la inasistencia". Aguilar no reconoce ese principio básico. No quiere pagar ninguna cuenta.
Al revés, dijo que las autoridades "lo que pretenden, lo que quieren, es que seamos sumisos, que seamos esclavos, que agachemos la cabeza (... ); quieren un país de esclavos, y nosotros nunca más les vamos a dar el gusto, jamás nos vamos a rendir, jamás. Que cada vez que nos amenacen, sea más fuerte la convicción". Es realmente el mundo al revés. Por fin, y una vez más, es la contralora la que le pone un freno a esta conducta tan dañina para los niños y sus familias, tan dañina para cualquier proyecto de desarrollo para Chile. Alguien tiene que hacerse cargo por la debacle educacional de los niños en pandemia y la dificultad de recuperar los aprendizajes. Eso debe ser un proyecto de todo el país. Un punto de partida esencial es que alguien, de una buena vez, les descuente a los que paran los días no trabajados. Y que esta cuenta no la sigan pagando los que debieran ser, ante todo, protegidos: los niños y niñas. Dorothy sacó a Aguilar al pizarrón. En buena hora. na hora..