El viaje para convertirse en un líder del agro
El viaje para convertirse en un lider del agro L a necesidad de que el agro esté al día, especialmente en innovación y nuevas tendencias y tecnología, hace que se vuelva esencial contar con líderes jóvenes.
Eso significa que deben formarse no solo en conocimientos técnicos, sino que también en herramientas de liderazgo y experiencias prácticas ojalá en economías agroalimentarias de vanguardia y, además, ser parte de redes de iguales a nivel global. Sin embargo, conseguirlo implica recursos y tiempos, que no siempre se tien e n.
P r e c i s a m e n t e por ello, Nuffield, fundación internacional sin fines de lucro, cada año beca a jóvenes profesionales vinculad o s c o n e l s e c t o r agroalimentario para que aprendan en terreno, terreno, de un tema que ellos proponen y que sea relevante para la producción alimentaria de sus países. También lo hacen en Chile. "Estamos formando a los futuros líderes del campo chileno a través de una beca que amplía oportunidades. No es estudio teórico. Cuando uno sale a viajar a través de la beca, está visitando productores, la agroindustria y a gente que está haciendo investigación en agricultura, tiene un enfomuy práctico", dice Antonio Bunster, presidente de Nuffield Chile. La iniciativa, que se fundó en Inglaterra en 1947, se ha expandido a nivel mundial, y hoy tiene presencia en más de 15 países. A Chile llegó en 2019. Desde entonces, cada año Nuffield beca a dos o tres jóvenes para que realicen una una investigación que desarrollan a través de diversas giras, durante aproximadamente dos años, a diferentes países. Para eso, en una primera etapa los becados del año de todo el mundo se reúnen en una ciudad para presentar el proyecto. En la segunda etapa realizan viajes grupales, lo que es clave para armar redes esenciales para los líderes. La última etapa es un viaje individual por diversos paísesenfocado en su tema de investigación. Al volver deben elaborar un informe con lo aprendido, el que es publicado en el sitio web de la entidad para que lo pueda ver quien lo necesite. A la fecha, ya se han formado cerca de 12 profesionales, los que han estudiado diferentes áreas, tales como uso eficiente del agua, desarrollo económico agrícola, mejoras del suelo, entre otras.
Además del conocimiento técnico, y la formación de redes, ser capaz de incorporar lo aprendido a nivel local, es esencial. "Buscamos gente que sea movida y que se junte con los gremios, que le guste compartir la información; la idea es que el conocimiento tiene que llegar a su comunidad e industria", dice Bunster, quien es uno de los 12 becarios que ya tiene el país.. Los requisitos para optar a la beca es pertenecer a alguna área del agro, desde el trabajo de producción, comercialización, hasta proveedores de servicios agrícola y no es necesario contar con estudios previos. Además, es muy importante que se tenga un conocimiento en inglés, puesto que el programa se desarrolla en ese idioma. La iniciativa entrega una cobertura completa al momento de ganar la beca, por lo que no se necesita contar con un capital previo para poder comenzar con los viajes.
Para poder entregar estos recursos, Nuffield se financia con aportes de distintas industrias, las que consideran que es clave contribuir con la formación de personas que puedan impulsar el sector. "Nosotros dependemos 100% de los aportes de las empresas y de individuos privados que crean en el valor de formarse y de desarrollar la agricultura del futuro a través de formar a sus líderes, y en temas que sean relevantes para la industria.
Nos gustaría hacer la invitación a las empresas chilenas de agricultura a que quieran invertir en formar liderazgo y capital humano para el futuro de la agricultura chilena", menciona Bunster, quien comenta que este año las postulaciones estarán abiertas durante junio. Quienes han participado ya están aplicando sus conocimientos en el país.
La necesidad de conocer en terreno nuevas estrategias y formas de producir, así como la oportunidad de conocer a otros profesionales de distintas partes del planeta para generar una comunidad, son algunas de las razones con que diversos jóvenes vinculados al sector agroalimentario han ganado la beca Nuffield, que les entrega los recursos para realizar los viajes alrededor del mundo e insertarse en redes globales CATALINA PINELA ESPINOZA El viaje para convertirse en un líder del agro Antonio Bunster, presidente de Nuffield Chile.
Elisa Blanco, comunidades de agua sostenibles La agrónoma Elisa Blanco se dedica a la organización de comunidades de aguas subterráneas, para lo que ha tenido que estudiar cómo funcionan las juntas de vigilancia, las asociaciones de canalistas y otros tipos de organizaciones relacionadas con el agua. "La idea es entender su funcionamiento, ver cómo pueden mejorar y también cómo adaptar las políticas para que sean más eficientes y efectivas", dice.
Esto fue lo que la motivó a postular, en 2021, a la beca, pensando que le ayudaría a encontrar la fórmula para contribuir a que los sistemas comunitarios de agua en Chile sean más sostenibles. "Es un tema súper específico y, la verdad, es que he trabajado bastante en distintas zonas del país, en Copiapó, Huasco, Quillota, con el río Conchagua, y también más al sur. Es un tema muy ligado a nuestra legislación, muy acotado a la realidad chilena y a cómo está estructurada nuestra normativa", comenta Blanco. La joven cuenta que conoció la beca cuando un compañero se la recomendó. "Postulé, aunque al principio no estaba muy convencida. De hecho, mandé mis documentos incompletos. Pero desde Nuffield me insistieron en que completara la postulación. Así llegué, gracias a ese dato que me pasaron desde Agronomía. Hoy en día la red se ha ido dando a conocer mucho más y estoy muy agradecida de haber participado", dice Blanco.
Cuando postuló, propuso ir a Australia, Francia y California, lugares con situaciones similares a las nuestras: sequías, ecosistemas diversos, desafíos compartidos. "Quería ver cómo enfrentaban allá estos temas, pensando en qué aprendizajes podrían ser aplicables en Chile. Lo que nunca imaginé fue lo que significa conocer desde dentro la realidad de otros países. Ese tipo de conexión, de comprensión profunda, es algo que solo se logra estando ahí, conversando, observando en terreno. Y eso fue lo más valioso", comenta Blanco.
Cuenta que dado que trabaja en terreno, tiene bastante experiencia y conoce bien el contexto chileno, pero que en un principio le costaba pensar en cómo abordar un tema tan local en un programa internacional. "Chile tiene una regulación hídrica muy específica. Entonces, si bien uno puede conocer modelos de otros países, al final igual hay que aterrizarlos a nuestra realidad. Pero lo cierto es que participar en el programa fue una experiencia increíble. Vuelves muy inspirado, con una visión completamente renovada. Se te abre la cabeza, conoces una red de personas que en otras partes del mundo lleva décadas trabajando en esto", dice.
GENTILEZA DE NUFFIELD CHILE Elisa Blanco, se enfocó en temas hídricos.. El viaje para convertirse en un lider del agro Allan Cooper está a cargo del campo de su familia en Vilcún, en la Región de La Araucanía, en donde cultivan zanahorias, repollos, papas, entre otros. Es la cabeza de la Comercializadora de Alimentos Coalco Ltda y fue el primer becado de Nuffield, cuando la iniciativa se instauró en el país en el año 2019. La propuesta de investigación con que ganó la beca fue ver las oportunidades de desarrollo agrícola, comunitario y económico para su región a través de incentivos para convertir cultivos tradicionales a la producción de frutales. Para eso necesitaba ver lo que ocurría en lugares como Tasmania, Nueva Zelandia, Singapur, entre otros. "Lo que me tocó vivir fue, la verdad, muy entretenido. Primero, como les pasa a todos los becados, nos juntamos con el resto de los seleccionados del año en algún lugar del mundo. E n m i c a s o, f u e e n I o w a (EE.UU. ), en marzo de 2019. Ahí conocí agricultores de todas partes: muchos australianos, varios ingleses y, justo ese año, también estaban empezando a participar algunos brasileños". Después Cooper comenzó sus viajes junto a becarios de otras partes. El recorrido partió en Singapur, luego fue a Japón, Indonesia, Francia, Canadá y terminaron en el estado de Washington, en Estados Unidos. "Fue realmente interesante porque ves de todo. Es una experiencia muy rica en conexión humana y trabajo en terreno.
No es un programa académico en el sentido tradicional, pero sí es muy técnico: tienes visitas todos los días, con una agenda intensa desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche, casi sin parar". Cooper describe al programa como una comunidad, puesto que, a pesar de que ya han pasado seis años desde que obtuvo la beca, sigue en permanente contacto con los participantes y se ayudan mutuamente si alguno necesita viajar a algún país.
Para Allan Cooper, uno de los aprendizajes más significativos que tuvo fue ver en diferentes partes del mundo la agricultura subsidiada, que en Chile casi no existe. "Por ejemplo, en Estados Unidos y en Europa, especialmente en Francia, se veían maquinarias impresionantes trabajando en predios de apenas 40 hectáreas, todo gracias al nivel de subsidios que reciben", dice Cooper.
Comenta que aprendió que buena parte del origen de los subsidios europeos viene de una lógica post Segunda Guerra Mundial, que es cuando Europa entendió que no podía depender de otros países para abastecerse de alimentos, y por eso empezó a subsidiar fuertemente su agricultura. "Ese enfoque sigue vigente hasta hoy. En cambio, en Chile no tenemos ese tipo de apoyo, así que nuestra única opción es ser competitivos. Y, en ese sentido, lo hemos hecho muy bien. Nos hemos especializado en la fruticultura, y esa producción se está desplazando cada vez más al sur, donde hay mejores condiciones. En resumen, esa fue una de las grandes conclusiones que me dejó el viaje: en un país sin subsidios, como Chile, hay que ser estratégicos y producir donde realmente existen ventajas comparativas", agrega. GENTILEZA DE NUFFIELD CHILE. Allan Cooper ya trabajaba en la agrícola familiar en Vilcún, en la Araucanía, que hoy administra.
Mariela Ramírez: cooperativas de consumidores Mariela Ramírez no conocía Nuffield, pero una a m i g a, c o m p a ñ e r a d e Agronomía en la Universidad Católica, le recomendó el programa.
Sin altas expectativas, postuló y hoy ya comienza con los primeros viajes para nutrir su tema de investigación: cómo un modelo de cooperat i v a s d e c o n s u m i d o r e s puede ser aplicado en Chile para construir una mejor situación para pequeños productores agrícolas y consumidores que buscan productos orgánicos y de alta calidad. "La idea de mi proyecto es trabajar con cooperativas de consumidores, es decir, grupos de personas q u e s e o r g a n i z a n p a r a comprar alimentos de forma colectiva.
Esto les permite acceder a alimentos más sostenibles, conocer su origen, establecer vínculos más directos con los a g r i c u l t o r e s, e s p e c i a l mente en contextos urbanos, y, en general, involucrarse más en cómo y de dónde viene lo que consumen", explica Ramírez.
La joven cuenta que la mayoría de los becarios de Nuffield están enfocados en la producción de alimentos, son agricultores, pero su investigación está centrada en la otra cara de la moneda: en qui énes compran estos alimentos.
No en cualquier consumidor, sino en aquellos que se organizan para tener un mayor poder de decisión sobre lo que comen: cómo se produce, de dónde viene, cuánto cuesta, y cómo impacta su compra en los sistemas alimentarios.
Estas cooperativas de consumo están creciendo e n m u c h a s p a r t e s d e l mundo, pero también hay m u c h a s q u e n o l o g r a n consolidarse, a pesar de las buenas intenciones, ; e n f r e n t a n d i f i c u l t a d e s reales relacionadas con la agricultura, la distribución o la gestión interna.
Algunas quedan atrapadas entre el idealismo del proyecto y la complejidad del funcionamiento práctico. " E n t o n c e s, l o q u e y o busco es entender por qué algunas cooperativas funcionan muy bien y otras no. ¿Qué las hace exitosas? ¿ Qué les permite convertirse en un socio confiable para los agricultores? Y, al mismo tiempo, ¿cómo se pueden escalar estos modelos para beneficiar tanto a los productores como a los consumidores? Esas son las preguntas que estoy explorando en mi investigación", comenta Ramírez. Con esta idea, la joven inició ya la primera ronda de viajes grupales, en donde recorrerá Singapur, Taiwán, Zimbabwe, Rumaníia, Polonia y Chile. GENTILEZA DE NUFFIELD CHILE Mariela Ramírez investiga cómo pueden trabajar juntos productores y consumidores.. El viaje para convertirse en un lider del agro "Cuando me tocó ir a Israel, fue realmente impactante. Siempre se habla de Israel como un referente en temas de agua, especialmente porque es un país en el desierto. Y claro, efectivamente están en una zona árida, pero lo impresionante es que ya resolvieron el problema del agua y eso es lo que quiero para Chile", comenta Víctor Muñoz. Muñoz es magíster en gestión de recursos hídricos y hoy es gerente del Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable de la Región de Coquimbo, una iniciativa de Corfo. En 2022 fue beneficiado por la beca Nuffield, lo que lo llevó a viajar por diferentes países del mundo que presentan problemas hídricos similares a los de nuestro país.
Su tema de investigación fue cómo un mejor uso puede tener grandes impactos en el desempeño económico de un proyecto frutícola y cómo lo lograban a través de distintas estrategias como el riego por goteo, la reutilización de aguas, la desalinización y, sobre todo, una gobernanza del agua muy clara y bien estructurada. "Ver eso con tus propios ojos es otra cosa. Por ejemplo, incluso en los jardines de las casas había áreas verdes, pasto, todo bien mantenido, pero regado con agua de distinta calidad, más adecuada para ese uso, con otro valor. Y esas áreas verdes también tienen un rol importante en la calidad de vida y en el entorno donde viven las personas", dice. Una de las cosas que más le llamó la atención fue que no se trataba solo de producir fruta. Hacían rotaciones de cultivos anuales, integraban animales, desarrollaban agroturismo.
En algunos casos, tenían sistemas tipo "cosecha tu propio producto", algo que nació por el alto costo de la mano de obra y que terminó siendo una forma de diversificar los ingresos. "Ese concepto de diversificación fue lo que más me marcó.
Yo partí este viaje pensando principalmente en el tema del agua, y claro, tenía sentido: tanto en Israel como en California me contaban que habían priorizado cultivos según la disponibilidad hídrica, dejando atrás aquellos menos rentables o más demandantes en agua. Pero ir más allá de la producción primaria, pensar en modelos de negocio integrales, diversos, adaptables... eso fue lo que realmente me quedó.
Y es lo que he querido desarrollar desde entonces". Para Muñoz, la oportunidad que le entregó esta beca fue única y muy especial, puesto que logró aprender en terreno cosas que quiere incorporar en Chile, además de generar una red de contactos importantes, con el que mantiene permanente comunicación, ayudando a seguir nutriéndose de información desde diferentes partes del mundo. GENTILEZA DE NUFFIELD CHILE Víctor Muñoz amplió la mirada más allá del agua.
Dario Mujica: crear insumos biológicos locales Para Darío Mujica, entender qué herramientas hay disponibles para los agricultores que ayuden a mejorar la salud del suelo y productividad, y que puedan ser conseguidas a partir de materias primas locales era muy importante, es por esto que ese fue su propósito de investigación al momento de postular a la beca. El joven estudió Agronomía en la Universidad Católica y ha trabajado constantemente en temas asociados a la investigación, el desarrollo y la sustentabilidad agrícola.
En 2022, junto a dos socios, fundó Abonos San Francisco, con el fin de ofrecer enmiendas orgánicas a los agricultores desde la IV a X región. "Postulé a Nuffield el año 2023, ya que vi una gran oportunidad de entender lo que está pasando en la agricultura a nivel internacional, sobre todo en nuevas técnicas de sustentabilidad y agricultura regenerativa. Además, así poder ver cuáles son las nuevas tendencias y ver qué aprendizajes podrían adaptarse a la realidad chilena", explica Mujica.
Darío Mujica visitó Australia, Singapur, Estados Unidos, Brasil, España y Holanda con el fin de profundizar en su tema de investigación para entender lo que está pasando a nivel global y ver cómo se está impulsando el uso de insumos orgánicos en la agricultura. "Me llamó la atención cómo en distintos países, los agricultores que han adoptado ciertas prácticas regenerativas reportan mejoras en sus resultados, y eso se repite en los diferentes lugares que pude visitar", cuenta.
Mujica comenta que la experiencia, además, le sirvió para entender que existen otras técnicas que son relevantes para maximizar las productividades y disminuir los riesgos causados por el cambio climático. "Actualmente también estoy colaborando en la estrategia de desarrollo comercial de BioPollen, una empresa chilena que está expandiendo su presencia internacional en polinización asistida, un concepto que empieza a tomar cada vez más fuerza. Algo que anteriormente se dejaba en manos de la naturaleza, hoy debe manejarse con técnicas avanzadas que permitan minimizar los riesgos climáticos", dice. Para el joven, participar en Nuffield le ayudó a entender la importancia de incorporar nuevas tecnologías, que ya usan en otros países, a la agricultura chilena. Darío Mujica busca impulsar el uso de insumos orgánicos.. - - -