Autor: MANUEL HERNÁNDEZ
Febrero en Santiago: lo bueno, lo malo y por qué hay quienes prefieren quedarse
Febrero en Santiago: lo bueno, lo malo y por qué hay quienes prefieren quedarse Seis de cada diez personas prefiere tomar vacaciones este mes, aunque algunos no salen de la capitalPlanificarViajar a destinos turísticos puede saturar otras localidades. En esos casos, el académico Giovanni Vecchio dice que se puede planificar para evitar que la llegada masiva de turistas no genere tanta presión. Las calles de Santiago ya se ven calma que falta el resto del más vacías y se respira cierta año. Durante febrero, la capital alberga a menos personas, quienes aprovechan el verano y las vacaciones escolares para salir de viaje. Una realidad que avalan las cifras: según una encuesta de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el 64% de los veraneantes optaría por salir de vacaciones este mes. Aunque no todos abandonan la capital. El sociólogo y académico de la U.
Central, Emilio Torres, plantea que hay quienes disfrutan quedarse en la ciudad durante febrero por varios motivos: que la ciudad esté más vacía la hace agradable, el clima en febrero es menos caluroso, la oferta cultural no desaparece, y los cambios en la estructura familiar menos parejas con hijos ha permitido que las vacaciones puedan tomarse en otrosperíodos del año, menos turísticos y más baratos. Gabriela Aillapán (27) cuenta que desde hace cinco años se independizó de sus padres y, como viaja sola, prefiere quedarse en Santiago este mes y salir en temporada baja.
Explica que su decisión es multifactorial: “Este mes los lugares turísticos están demasiado concurridos, son más caros y más inseguros, entonces meAunque hay quienes critican que en febrero se reducen los panoramas en Santiago, a juicio del especialista, la agenda cultural de la capital es otro motivo para quedarse durante febrero: “Santiago ofrece la mayor diversidad de atractivos en espectáculos, cultura, museos, mall, cine, restaurantes y, a pesar de cualquier problema económico, siguen creciendo.
Entonces, explorar esta oferta, que a veces es muy difícil de hacerlo durante el año, es un gran panorama para la gente este mes”. Giovanni Vecchio, investigador asociado del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), plantea también que “la planificación urbana podría ayudar a que las personas puedan disfrutar más sus ciudades en el verano”. Como no todos pueden viajar durante esta época, el también académico de la U.
Católica destaca que “hoy las ciudades podrían efectivamente preocuparse de ofrecer equipamiento, y que los parques que estén cerca de donde viven las personas estén en buenas condiciones, porque muchas veces pasar el verano en la ciudad es una experiencia muy distinta dependiendo del barrio en el que viva cada persona”. Vecchio sugiere que revisar la experiencia de otras ciudades podría ser relevante, especialmente en aquellos casos que aprovechan los meses de verano para organizar actividades que no se realizan a lo largo del año y “que además a veces utilizan el espacio de la ciudad de manera diferente”. Lo anterior lo ejemplifica con proyecciones de cine al aire libre, festivales con ciclos de eventos y otras actividades, que son “no solo para ofrecer un panorama y hacer que las personas también puedan disfrutar, sino que para combatir temas de soledad, que en el caso de las personas mayores es algo cada vez más relevante y que puede ser especialmente problemático durante los meses de verano”. OLLAVRACNAITSIRCprovoca más estrés irme en estas fechas de alta demanda”, plantea.
En Santiago, en cambio, aprovecha de visitar más bares y restaurantes “que extienden los horarios de happy hour” e incluso sus tiempos de traslado al trabajo se reducen: “En las mañanas me demoro 40 minutos, pero en febrero, incluso si salgo tarde, me demoro 15 minutos”. El clima es otro factor relevante. A diferencia de enero, en febrero suele hacer menos calor.
Así lo confirma la meteoróloga de la Dirección de Meteorología de Chile (DMC), Catalina Medina, quien detalla que si bien hay altastemperaturas, “no son iguales a las de enero, mes que tiende a ser más alto en cuanto a la temperatura máxima”. Cambio culturalEl sociólogo plantea que la modernidad también ha impedido que las personas dejen Santiago de forma masiva: “La complejización del mundo empresarial implica que ya no estamos en décadas previas, cuando el país se paralizaba en verano (... ). Este es un proceso que ha ocurrido en otros países, incluso en las primeras décadas del siglo XX, donde las gran-des ciudades dejaron de dormir.
Va ocurriendo eso también con la sociedad: no se puede ir todo el mundo y dejar todo parado”. Torres precisa que los cambios sociales y culturales, como la nueva configuración de familia, también modificaron el hábito de viajar solo en verano: “La familia extensa o con dos, tres hijos, se tomaba todas las vacaciones cuando los niños no estaban en clases.
Eso ha cambiado; ahora hay nuevas generaciones, gente soltera, parejas sin hijos, que prefieren diferir vacaciones y tomarlas en cualquier época del año”.. Los tiempos de desplazamiento, los costos de viajar en esta época y la oferta cultural son algunos de los factores que pesan al tomar la decisión. Seis de cada diez personas prefiere tomar vacaciones este mes, aunque algunos no salen de la capital Comenzó febrero y las calles de Santiago ya se observan más vacías. Para algunos, esto es una buena noticia, ya que los desplazamientos se acortan y pueden pasear o caminar con calma por diversas zonas que suelen ser basta