COLUMNAS DE OPINIÓN: Despilfarro de recursos científicos
COLUMNAS DE OPINIÓN: Despilfarro de recursos científicos En la actual polémica por la financiación de centros de investigación en Chile se ha puesto el foco en los ganadores, perdedores y criterios de selección. Pero lo que no se está debatiendo --y debería escandalizaros es el auténtico despilfarro que este diseño de política pública ha generado.
Se presentaron 181 propuestas de centros, compuestas pr un promedio de 8 investigadores cada una, lo que suma más de 1.400 científicos trabaando a jomada completa, durante al menos un mes y medio de los tres meses que estuvo abierto el concurso, sin considerarlos tiempos de todo el personal administrativo que debe apoyar estas postulaciones. Sin embargo, se financiarán solo 29 centros: una tasa de éxito de apenas 162%, con el 842% restante dedicando tiempo, energía y talento a un proceso que no entrega retorno.
Si valoramos cada mes de trabajo de un investi¡ ador en $3?mlones de pesos --una estimación bastante conservadora considerando la formación, experiencia y productividad centífia quese exge en estas convocatorias esa etapa de preparación significó una inversión de $6.500?milor de pesos. En otras palabra, nos hicieron trabajar comosi estuviéramos construyendo el equivalente a un nuevo Centro de Salud Familiar (CESFAM), y/o demolieron antes de abrir las puertas. Éste tipo de convocatorias no fortalecen la ciencia; la desgastan. Generan frustración, competencia desmedida y pérdida de confianza en el sistema. No es solo ineficiencia: e una forma estructura de desperdiciar capacidades estratégicas del pai. Aqui también queda en evidencia la urgente nece: sidad de ampliar el financiamiento, al menos para cubrirun 302 de ls iniciativas presentadas. Y si el Estado no cuenta con sos recursos, la política de centros debiera contemplar fórmulas concretas de articulación con el sector productivo. Es indispensable apalancar financiamiento adicional y aumentar porfin el estancado porcentaje del PIB que Chile dedica a ciencia, tecnología inovación. Además, este modelo es perfectamente evitable. En la Unión Europea, por ejemplo, estos concursos se realizan en dos fases. Primero, una manifestación de interés, de bajo costo y compljidad, que permite far con eficiencia. Solo los proyectos más prometedores avanzan a una segunda ctapa más profunda, como la que aquíse os exigió desde el inicio a todos los postulantes. No se trata de premiar todo lo que se presenta, sino de diseñar procesos más inteligentes, que eviten botar ala basura millones en trabajo intelectual valioso.
Chile no necesita más ruletas científicas, sino una política que fortalezca el talento, focalice los recursos y ponga la ciencia al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país al servicio de los grandes desafios del país.