Cartas: Dos gigantes debilitados
Dosgigantes debilitados e La administración Trump intensificó esta semana la presión arancelaria sobre China al escalar los aranceles a ese país y pausarlos para el paises. El enfoque de EE.UL. Enfrenta un problema central: noes una estrategia ganadora. Laguerra comercial es una de desgaste que requiere una posición económica sólida para resistir su impacto. Aranceles de hasta 145% sobre productos chinos privan a este país de ingresos por exportaciones que ya no se realizan hacia EE.UU., pero que pueden redireccionarse, aunque con costos, a otros destinos. EE.UU., en cambio, pierde acceso a productos que no puede producir en el corto plazo y que son fundamentales para $us cadenas de producción, tales como semiconductores o insumos críticos para la industria farmacéutica. Un precio elevado para cumplir el objetivo de eliminar el déficit comercial. Sea cual sea el desenlace, esta guerra dejará a dos gigantes debilitados, Aunque prever hasta dónde escalará el conflicto, los efectos negativos sobre la economía global ya son evidentes. La incertidumbre está frenando inversiones mundial, y la desaceleración en China y EE.UU. Afecta también a economías no directamente involucradas, como Chile, que enfrentan menor demanda por sus exportaciones. ante este escenario, Chile debe actuar con inteligencia y visión estratégica. A corto plazo, resulta clave restablecer el régimen de arancel cero del TLC con EE.UL., ampliando la exención del cobre a otros productos chilenos. La estrategia debe centrarse en acuerdos de beneficio mutuo. Una alternativa que no sólo favorecería un nuevo acuerdo arancelario, sino también podría reactivar el crecimiento, fomentar la cooperación en energías renovables, atrayendo inversiones y tecnología estadounidense. Esto permitiría a Chile posicionarse como un polo regional en el sector, aprovechando su ventaja comparativa. Mientras parte del mundo opta por el proteccionismo, Chiletiene la oportunidad de consolidarse como un socio confiable en la economía global. Álvaro García Marín, decano Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales U. De los Andes