¿Dónde estará mi primavera?
¿ Dónde estará mi primavera? Carolina Katz Arquitecta y académica UC Ú ltimamente me ha tocado recorrer barrios de la primera periferia sant i a g u i n a.
C o n t i guos al área central, estos sectores con construcciones sólidas, aunque envejecidas, e infraestructura básica que funciona (agua, luz, alcantarillado, alumbrado público, semáforos, evacuación de aguas lluvias), sin duda, cuentan con mejor estándar urbano que muchos otros. No obstante, no invitan a quedarse. Sus calles están "literalmente" desiertas, solo circulan vehículos, la mayoría va de paso (atraviesan la ciudad por estas zonas), de vez en cuando se divisan una señora, un escolar, un árbol. Los usos son muy diversos, se mezclan viviendas con locales poco compatibles con lo habitacional como vulcanizaciones y ventas de repuestos, materiales y químicos. Entremedio, algún almacén o local de comida trata de sobrevivir. En el espacio público, antejardines y bandejones cuentan con muy poca vegetación, solo se ven algunos árboles, en su mayoría podados brutalmente para dejar pasar los cables. En el espacio privado, el crecimiento ilegal de muchas de las construcciones ha dejado muy pocos metros cuadrados para un jardín. El paisaje es esencialmente gris. Mientras en otros barrios en esta época del año árboles, arbustos, flores y enredaderas nos animan con sus colores y aromas, regalándonos ambientes gratos, diversos y cambiantes, aquí no parece haber primavera. Lamentablemente, tampoco habrá verano a la sombra de un árbol, ni otoño con hojas anaranjadas, ni invierno para revelar la escultórica desnudez de troncos y ramas sin podar. Un entorno sin vegetación no solo nos priva de importantes beneficios físicos y sociales; es, además, triste, plano e inerte. En él no se manifiestan los cambios estacionales ni la vida (más allá de la nuestra). Perdemos la oportunidad de disfrutar de agradables sensaciones que solo la naturaleza nos puede otorgar.
Un hecho penoso e invisible para muchos, pero, sin duda, rel e v a n t e p a r a n u e s t r a s a l u d mental y calidad de vida. En efecto, deberíamos sumarle al déficit urbano de calle, vereda, equipamiento y seguridad, la falta de primavera, verano, otoño e invierno.
Parafraseando una famosa canción, ojalá nadie tenga que preguntarse: ¿ Dónde estará mi primavera? ¿ Dónde estará mi primavera? DESAFÍOS DE CIUDAD FRANCISCO JAVIER OLEA Aquí no parece haber primavera, tampoco habrá verano a la sombra de un árbol, ni otoño con hojas anaranjadas, ni invierno para revelar la escultórica desnudez de troncos y ramas sin podar..