Reduccionismo lingúístico
Claudio Araya Académico de la Escuela de Psicología UA! 66Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo” -Ludwig Wittgenstein, Investigaciones Filosóficas, proposición 5.6. “América” no es sinónimo de Estados Unidos; es un continente rico y diverso, donde el país (Estados Unidos) representasólo el 25,4 % del territorio del continente.
Las que llamamos “redes sociales” no son nuestras genuinas redes sociales, ¿lo habían notado? Utilizamos ese nombre para referirnos a aplicaciones tecnológicas (como Instagram o Facebook), pero ellas son apenas un pálido reflejo de nuestros vínculos significativos. Los ejemplos anteriores reflejan el reduccionismo lingúístico, que ocurre cuando utilizamos términos de manera simplista o reducida, restringiendo su significado complejo.
Este fenómeno tiene consecuencias profundas y sutiles; por ejemplo, cuando Trump usa el eslogan “Make America Great Again” claramente no está buscando ennoblecer a un continente, más bien al revés, su discurso restrictivo y beligerante busca favorecer a un grupo acotado de persona Cuando hablamos de “redes sociales” para referirnos a las aplicaciones tecnológicas, estamos invisibilizando nuestra compleja red de vínculos significativos, aquel que ocurre en el mundo de la vida, de cuerpo presente. Este reduccionismo oculta nuesdenciosamente a una pequeña parte de la experiencia, eliminando otros aspectos fundamentales, perdiéndose la riqueza y diversidad del sentido de las palabras y de la experiencia misma.
El uso que hacemos del lenguaje no es ingenuo: dirige nuestra atención y modela nuestro pensamiento, y a su vez, afecta nuestra capacidad de actuar e imaginar nuetra genuina red de relacio- “El uso que vos futuros posibles.
Nes sociales, reemplazánhacemos del ¿ Cómo responder dolo por un sucedáneo, | a este fenómeno? Lo una app filtrada por un alno es primero es ser consgoritmo desconocido en ¡ Mgenuo: dirige cientes de las palabras nuestros teléfonos. Nuestra atención que usamos, revisanEl ioni: liníti 1 a mentablemente más coP' : dando a las palabras, mún de lo que creemos.
Pasa desapercibido cuando decimos “hombres” para referirnos a toda la humanidad, o cuando decimos “ciencia” para aludir sólo a las ciencias “exactas” o “naturales”, dejando fuera, por ejemplo, a las ciencias sociales, que también siguen el método científico. Los ejemplos anteriores reflejan el alcance y los peligros del reduccionismo lingúístico, que siempre aluden tendetectando y corrigiendo posibles exclusiones. También es bueno precisar y ampliar nuestro lenguaje. Atrevernos a incorporar nuevas distinciones, eligiendo términos que reflejen mejor la complejidad y diversidad de nuestra experiencia. Si queremos construir un mundo más inclusivo y consciente, es necesario partir por casa, en particular, por el lenguaje que estamos utilizando.