Reflexiones sobre el proceso eleccionario del 26 y 27 de octubre
Reflexiones sobre el proceso eleccionario del 26 y 27 de octubre OPINIÓNEn mi primera asignación como vocal de mesa en las elecciones de gobernadores, alcaldes, consejeros regionales y concejales, quiero compartir algunas reflexiones sobre el proceso vivido. Puedo afirmar que el sistema actual es obsoleto, vulnerable e incluso, en ciertos aspectos, indigno.
Me refiero en especial a la obligatoriedad impuesta a adultos mayores, quienes, en algunos casos, llegaron con tubos de oxígeno para cumplir con su “deber cívico” y evitar multas, enfrentándose a jornadas agotadoras que afectaron tanto a los votantes como a quienes colaboramos en el proceso. Duración excesiva del proceso El primer aspecto crítico es la duración del proceso. Dos días de votación, con jornadas superiores a 12 horas, son excesivos. Concluir un domingo pasada la medianoche representa un riesgo para quienes deben regresar a sus hogares, especialmente en ciudades que carecen de transporte público a esas horas. Lamentablemente, el SERVEL, organismo responsable del proceso, no ofreció opciones de transporte seguro para quienes cumplíamos con nuestro rol de vocales en la madrugada del domingo 27. Opté personalmente, por acudir en bicicleta ambos días y fui testigo de transeúntes que regresaban caminando por calles oscuras y sin vigilancia, una triste realidad en muchas comunas del país. Necesidad de modernización digital y sostenibilidad Otro aspecto urgente es la modernización digital para simplificar el proceso y reducir el uso de papel, cartón y plástico. Observé una paradoja evidente: una “democracia alojada en una caja plástica”, sin medidas de sostenibilidad. Además, la identificación de los votantes fue limitada. En varios casos, las cédulas no coincidían con la apariencia actual de los votantes, y sin sistemas de huellas o reconocimiento adicional, la verificación resultaba deficiente. Excepciones a la obligatoriedad y accesibilidad Si bien la obligatoriedad ha incentivado la participación, hay situaciones excepcionales que deberían considerarse. Observé a personas de avanzada edad y con condiciones de salud precarias en centros de votación con infraestructura deficiente y poco accesible. La accesibilidad universal sigue siendo una deuda pendiente en materia de inclusión. Mi mesa también contaba con un gran número de votantes extranjeros de origen chino, suizo, italiano, uruguayo, venezolano y colombiano lo cual refleja nuestra diversidad demográfica. Para lograr una comunicación efectiva y facilitar un voto informado, se requieren tutoriales o cápsulas informativas en varios idiomas. Finalmente, es necesario reflexionar sobre la cantidad de candidatos.
Es fundamental que las y los políticos a dejen de lado las polémicas políticas y se centren en el bien común que nuestra región necesita, considerando que la región de Coquimbo ha quedado en el olvido y abandono en muchos aspectos.
La gran cantidad de candidatos por partido también debería revisarse: ¿ Es realmente necesario tener tantos postulantes? Este exceso parece reflejar una falta de diálogo y de apuesta por candidatos sólidos que representen adecuadamente a sus territorios.. Francesca Vives – Arquitecta, Docente, Habitante de la Urbe Coquimbana OPINIÓN