Editorial: Simce: de dulce y agraz
Editorial: Simce: de dulce y agraz Una buena noticia trajo la divulgación de los resultados del Simce de 2024. En cuarto básico hay un alza relevante en los desempeños de matemáticas y lectura. En ambos casos se alcanza el valor más alto en la prueba desde que esta es comparable. Es especialmente positivo en lectura, aunque un cuarto de los estudiantes sigue teniendo un insuficiente logro en esta disciplina y otro 27% presenta un nivel apenas elemental. En un sistema educativo exitoso estas proporciones deberían ser muy bajas. Se observa, además, una reducción en las brechas por nivel socioeconómico, toda vez que los niños pertenecientes a los grupos bajos y medio bajos experimentan la mayor alza en puntaje. Un resultado negativo es que las niñas siguen estando rezagadas en matemáticas y su desempeño continúa por debajo del observado antes de la pande-mia. En las pruebas internacionales la brecha entre niños y niñas es muy notoria. Se requiere abordar con decisión este asunto. Por cierto, no hay claridad respecto de las razones detrás de este aumento en desempeños. Ahora, la proporción de niños que rinde el Simce de cuarto básico es tres puntos porcentuales más baja que antes de la pandemia. Esto podría afectar los resultados, pero requiere más análisis. Aunque quizás el factor más importante es que en cuarto básico los desempeños se están midiendo regularmente y ello tiene a las comunidades preocupadas. En algunos sectores hay mucha resistencia a medir desempeños educativos, pero todo indica que el valor de ello supera largamente los eventuales perjuicios. Hay que per-severar en esta dirección.
Consistente con el aumento de los resultados en los niveles socioeconómicos más bajos, se registra un aumento en los desempeños de los planteles públicos (tienen, en promedio, una alta proporción de alumnos vulnerables). Los cambios son muy parecidos para los SLEP y los municipios. No parece haber, entonces, por ahora, un efecto asociado a la transformación institucional. Todo indica, además, que un cambio equivalente ocurre en los colegios particulares subvencionados con niños vulnerables. Las malas noticias están en los niveles superiores. En sexto básico hay un retroceso significativo en matemáticas en 2024 respecto de la anterior medición de 2018. Sugiere que los esfuerzos que se hacen para el primer ciclo de la básica no se sostienen más arriba. Por supuesto, tampoco hay que descartar que la ausencia de mediciones más sis-temáticas reduzca inadvertidamente la preocupación de las comunidades con los logros educativos. En lectura, el deterioro es muy leve y no alcanza a ser significativo. A su vez, en segundo medio los resultados se mantienen respecto de la medición pasada y siguen siendo inferiores a los registrados en los años previos a la pandemia. En términos relativos son, además, los peores. La mitad de los jóvenes tiene resultados insuficientes tanto en matemáticas como en lectura. Ello significa un enorme lastre para su desarrollo futuro.
Es una demostración de que nuestro sistema educativo, a pesar de algunas buenas noticias, sigue sin la capacidad de ofrecer a muchos de sus niños y jóvenes oportunidades educativas satisfactorias.. A pesar de algunas buenas noticias, nuestro sistema educativo sigue sin la capacidad de ofrecer a muchos de sus niños y jóvenes oportunidades satisfactorias.