Autor: IZANI BRUCH Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile Capellana evangélica de La Moneda
El legado ecuménico del Padre Alberto Hurtado: Una interpelación para las iglesias cristianas en Chile
El legado ecuménico del Padre Alberto Hurtado: Una interpelación para las iglesias cristianas en Chile IZANI BRUCH Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile Capellana evangélica de La Moneda La figura del Padre Alberto Hurtado trasciende el ámbito del catolicismo romano y se proyecta como una teología vivida, que interpela a todas las confesiones cristianas en Chile.
En tiempos marcados por el individualismo, la violencia y la pérdida del sentido del bien común, su pensamiento y praxis social ofrecen claves importantes para el diálogo ecuménico, y también acciones en común para la promoción de la justicia social y el cuidado de la dignidad humana. El Padre Alberto Hurtado vivió una espiritualidad encarnada en la historia. Hurtado afirmaba, citando a san Agustín: «Nos quejamos de que los tiempos son malos... Digamos con san Agustín: Seamos nosotros mejores y los tiempos serán mejores.
Nosotros somos el tiempo» (Sermón 8,8). Esta visión coincide con la espiritualidad ignaciana, centrada en el discernimientoyla encarnación, que Hurtado vivió con radicalidad, como ha recalcado Jorge Costadoat (1994). Su resistencia a considerar la caridad católica y el trabajo social como una cuestión separada de la misión y de la formación de los cristianos y cristianas, cristianas, sigue interpelando hoy a nuestras comunidades de fe para formar fieles que sean ciudadanas y ciudadanos comprometidos con los demás, cristianos y cristianas que se hacen prójimos de los heridos y asaltados que están tirados en los caminos que transitamos. Alberto Hurtado nos interpela a vivir un Evangelio encarnado, que sea coherente con la fe que profesamos. En 1941, en un país donde el 97% se declaraba católico, Hurtado publicó ¿ Es Chile unpa(s católico., cuestionando cuestionando la coherencia entre fe y vida social.
Hoy, con un 54% de católicosy un 16% de evangélicos protestantes (Censo 2024), la pregunta sigue vigente: ¿ Es Chile un país cristiano? Tal como lo ha señalado Jorge Aros (2o18), la responsabilidad social cristiana no puede limitarse a la declaración de la fe, sino que debe expresarse en la vida pública de los creyentes.
La provocadora pregunta «Es Chile un país católico?» sigue siendo una interrogante que nos desafía a repensar nuestra misión como cristianos y cristianas, y en cómo nosotros y nosotras incidimos desde nuestra fe en la construcción de un país más justo, fraterno e inclusivo. En este sentido, algunos de los aportes de Alberto Hurtado para nuestras iglesias de hoy son de tipo concreto y solidario. El Hogar de Cristo, fundado en 1944, encarna, aun sin ser quizás pensado, un ecumenismo práctico: una ética del cuidado que reconoce la imagen de Dios en cada persona, sin distinción de credo. Esta praxis anticipa lo que Sandra Arenas y Rodrigo Polanco denominan una «espiritualidad ecuménica» centrada en la unidad en el servicio (Arenas & Polanco, 2021)3. Hurtado articuló una teología del compromiso social que vincula fe con transformación estructural. Su crítica al capitalismo deshumanizante lo conecta con la teología de la liberación y la ética social cristiana (Sols, 2019)4. Esta dimensión teológica, puede ser un punto de convergencia entre iglesias que buscan una misión común en contextos de pobreza y exclusión. Otro de sus aportes al ecumenismo es la proyección de su espiritualidad ignaciana y la apertura al diálogo. La espiritualidad ignaciana, vivida por Hurtado, ofrece elementos fértiles para el diálogo ecuménico. Como señalaJorge señalaJorge Costadoat (2oo8), su pregunta constante sobre «, Qué haría Cristo en mi lugar?» revela una disposición al encuentro, donde la caridad precede al dogma. En suma, el legado del Padre Alberto Hurtado representa una invitación permanente al encuentro fraterno fraterno entre las distintas tradiciones cristianas en Chile.
Su vida encarnó un ecumenismo práctico y radical, fundado en la dignidad de cada persona, el compromiso social, y una espiritualidad del servicio que trasciende nuestras fronteras doctrinales. [... ] El Padre Hurtado nos deja como legado la conciencia conciencia de que la solidaridad no es un valor periférico del cristianismo, sino uno fundamental y transversal en la vida y misión de nuestras iglesias. [... ] En sus propias palabras: «La miseria no es un problema político. Es un problema de fraternidad». Esta convicción no solo desafía la indiferencia, sino que plantea a nuestras iglesias una ética donde la comunión se construye sirviendo a los más olvidados y necesitados.
Hoy, más que nunca, Alberto Hurtado nos recuerda que el verdadero ecumenismo comienza en el corazón dispuesto a mirar al otro, a verlo como un hermanoy una hermana, y a transformar la respuesta de la fe en un acto concreto de amor y solidaridad. t Costadoat,J. (igg. i). El talante social en laespiritualidaddel Padre Hurtado. Fundación Padre Alberto Hurtado. 2 Aros, J. (2018). El Padre Hurtado, prisma para una nueva comprensión de la responsabilidad responsabilidad social». Teología y Vida, 59(1). Disponible en Scielo. 3 Arenas,S., & Polanco, E.. (2021). Ecumenismo. Un panorama latinoamericano. Ediciones Ediciones Universidad Alberto Hurtado. Sois, J. (2019). El pensamiento social de Alberto Hurtado e Ignacio Ellacuría. Un análisis comparativo. Revista Iberoamericana de Teología, 15(29). Disponible en Redalyc. s Costadoat, J. (aoos). La espiritualidad del Padre Hurtado. Cristo en construcción..