De pirómanos a antisociales: el perfil de quienes causan incendios intencionales
De pirómanos a antisociales: el perfil de quienes causan incendios intencionales U n bombero de Valparaíso y un brigadista de Conaf serían hasta ahora el autor material y el autor intelectual, respectivamente, del megaincendio que afectó en febrero a Viña del Mar y Quilpué. Una catástrofe que dejó 137 muertos, 4.500 viviendas quemadas, más de 12 mil damnificados y casi 9 mil hectáreas arrasadas por las llamas.
Con sus detenciones se comienza a dar respuesta a las causas detrás de esta tragedia en particular, pero también se abre la interrogante sobre qué es lo que motiva a algunas personas a provocar un incendio. Y la respuesta no es sencilla ni se vincula con la piromanía en todos los casos, aclaran los expertos.
Datos de Conaf, con base en el período que va entre junio de 2023 y hasta abril de este año, indican que un tercio (33%) de los incendios en Chile son intencionales; el 64% son causados de forma accidental o negligente. "La piromanía es una patología psiquiátrica que se asocia con un trastorno del control de impulsos, en que la persona siente una fascinación o curiosidad por el fuego o todo lo que se relacione con eso", comenta Josefina Henríquez, directora de la Escuela de Psicología de la U. Católica del Maule en Curicó.
Debido a que el fuego genera alivio o placer, por ejemplo, "ocurre que el pirómano puede buscar actividades o labores que se asocien con el fuego (como ser bombero o hacer fogatas), para satisfacer ese impulso", agrega Francisco Daroch, del Servicio de Psicol o g í a I n t e g r a l d e l a U. d e l Desarrollo. Sin embargo, eso no implica necesariamente que termine provocando incendios. En otros casos, un pirómano sí "puede tener antecedentes de haber cometido actos incendiarios en más de una ocasión", dice el psiquiatra Jorge Ochoa, académico de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián y socio fundador de los grupos CETEP y Redgesam. "Tanto en la planificación del incendio como al cometer el acto mismo la persona está en una elevación del estado anímico o hiperexcitación. No es que no sepa que ese incendio puede tener consecuencias graves, pero el descontrol de sus impulsos lo lleva a cometer el acto sin importar las consecuencias.
Este cuadro está documentado", precisa el especialista, en referencia al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (conocido como DSM-5). Pero así como no todos los pirómanos terminan generando incendios, no todos los incendios provocados son causados por pirómanos. "Uno de los criterios para excluir de esa categoría es que el acto incendiario esté motivado por razones como un acto de venganza o, como se ha dicho en este caso, en que habría un interés pecuniario o una ganancia económica", dice Ochoa. En la investigación en curso, uno de los fiscales precisó que al brigadista lo motivó el interés de ganar dinero trabajando horas extras durante los incendios.
En casos como este, los especialistas hablan de "conductas incendiarias". "Las motivaciones para entrar en una conducta incendiaria pueden ser diversas: desde estar en un contexto de consumo de alcohol y drogas, alguna acción antisocial u ocultar delitos", dice Ochoa.
Estas conductas, agrega Daroch, pueden ser premeditadas y estar motivadas también por la rabia, la venganza o tener una personalidad antisocial. "No hay un descontrol de impulsos ni placer por ver fuego y su impacto, sino que más bien se busca alguna recompensa, como aliviar una emoción u obtener ganancias económicas", complementa Henríquez.
Carlos Ramírez, académico de la Escuela de Psicología de la U. de Santiago, precisa que, en el caso de una personalidad antisocial, "la persona busca una suerte de satisfacción en transgredir el orden social y el impacto que genera en su entorno". Lo anterior "no implica una pérdida de juicio de realidad, por lo que no es inimputable en caso de un incendio. Es capaz de tener conciencia del daño que está provocando", agrega. Ambos acusados no presentan "ningún antecedente de alguna condición psiquiátrica", según una de las fiscales del caso. Bomberos ya anunció que impulsará un nuevo y más exigente sistema de ingreso a la institución. Al respecto, el psiquiatra comenta que "se puede hacer un filtro a través de entrevistas y test psicológicos propios de la selección de personal.
Pero hay que tener claro que no son infalibles y hay personas que se entrenan para dar la respuesta esperada". A su juicio, "lo ideal es hacer evaluaciones cada cierto tiempo y disponer de ayuda psicológica para los miembros de la organización que lo necesiten". "Hay mucho que estudiar aún", precisa Henríquez, respecto a la poca información que hay al respecto y, en particular, sobre la piromanía.
La evidencia internacional muestra que estas conductas son mucho más frecuentes en hombres que en mujeres, agrega. "Es importante que podamos entender y descifrar mejor la mente de estas personas, para generar iniciativas de promoción y prevención de salud mental". Tras la detención de dos imputados como autores de los megaincendios en la R. de Valparaíso De pirómanos a antisociales: el perfil de quienes causan incendios intencionales A. IBARRA Y C. GONZÁLEZ La primera es una patología en la que el individuo siente una hiperexcitación que le provoca el fuego y que lo lleva, incluso, a perder el control de sus impulsos. Pero la gran mayoría es provocado por personas motivadas por distintas causas, como la rabia, la venganza, el consumo de alcohol o el beneficio económico. El incendio intencional de febrero pasado causó 137 muertos, dejó 4.500 viviendas quemadas y 12 mil damnificados. JONATHAN MANCILLA.