Cuando la actividad de los yacimientos determina el destino de sus pueblos
Cuando la actividad de los yacimientos determina el destino de sus pueblos En Chile es conocido el pasado de las deshabitadas Humberstone, Chuquicamata y Sewell. Pero en el mundo hay más historias de pueblos o ciudades que vivieron un auge por la actividad minera y que quedaron abandonados cuando la mina cerró o el material se agotó. Hoy, es Kiruna, en Suecia, la que vive un paulatina reubicación tras la aparición de grietas en el suelo de su zona residencial, provocadas por la mina subterránea. A continuación, un repaso por esta y otras historias. KIRUNA, SUECIA Ubicada en el Círculo Polar Ártico, Kiruna pasa sus días en medio de inviernos fríos y oscuros. Debajo de su capa terrestre esconde una de las minas de hierro más puras del mundo.
Este tesoro dio origen a la fundación de la ciudad en 1900, a cargo de la empresa estatal LKAB, la misma que hoy cubre el 90% del mercado de hierro en la Unión Europea (UE) y sigue operando la expansión de la mina por debajo de la ciudad.
Para evitar hundirse, numerosos edificios y parte de los 23.000 habitantes de Kiruna comenzaron la mudanza a tres kilómetros al este; todo parte de un plan que lleva años gestándose y que contempla el traslado Uyuni, esta ciudad poseyó en el siglo XIX la mina de plata más importante de ese país, que hasta contaba con ferrocarril. Pero su producción decayó estrepitosamente tras promulgarse el decreto de nacionalización de la minería en 1952, en un contexto de agitación social. El metal se agotó y la ciudad se vació. De casi 25.000 habitantes pasó a tener 3.000 en 1960. Hoy, unos pocos siguen residiendo en Pulacayo, donde su museo de locomotoras, en los que un día se movió la economía de todo un país, sirven de postales para los turistas. BANNACK, EE.UU. Ubicado en el estado de Montana, se fundó en 1862 tras el descubrimiento de una mina de oro y lleva el nombre en honor a los nativos del lugar, los bannock, que fueron expulsados. El pueblo creció al estilo western, con hoteles y los clásicos saloons, y hasta fue capital del estado. Llegó a tener 10.000 habitantes. Pero un día, el oro se agotó. En los años 40 comenzó su decadencia y los últimos vecinos se fueron en los 70. Hoy quedan en pie 50 casas, gracias al turismo. Una historia similar tiene Calico, en California, pero relacionada con la plata. Este pueblo fantasma es hoy un parque temático. También está el caso de Ruby, al sur de Arizona, abandonado desde 1941, un año después de que cerrara su alguna vez productiva mina de oro. KITSAULT, CANADÁ Se levantó en los años 70, en el noroeste de la región de Columbia Británica, impulsada por la fiebre del molibdeno. La compañía estadounidense Phelps Dodge invirtió en la construcción de 100 viviendas, siete edificios, telefonía, hospital, banco, escuela, gimnasio, biblioteca y una planta de tratamiento de aguas. Pero antes de que sus residentes se adaptaran al clima, la recesión de 1982 desplomó el precio del molibdeno. Un año y medio después de su apertura, el yacimiento cerró. Hoy se mantiene como un pueblo casi congelado. VORKUTA, RUSIA En el ártico de Rusia, las minas de carbón también vivieron su auge. Eran trabajadas por los prisioneros del Gulag, la temida dirección de los campos de concentración soviético, entre los años 30 y 60. En años posteriores, mineros fueron atraídos a este lugar por los altos salarios.
Cuando la minería se detuvo tras el colapso de la Unión Soviética a fines de los años 80, los habitantes se mudaron, dejando una serie de pueblos cubiertos de hielo y congelados en el tiempo. de edificación por edificación, muro a muro, para el resguardo de su patrimonio arquitectónico. El nuevo asentamiento abarcará 450 mil m 2 y estará funcional en 2035. LKAB identificó en las proximidades de Kiruna lo que podría ser la mayor reserva de tierras raras de Europa, levantando aún más el atractivo que despierta este rincón del planeta. Un interés que incluso inspiró el filme "El abismo de Kiruna" (2023), que se puede ver en Netflix. HASHIMA, JAPÓN A comienzos del siglo XIX, la vida de esta isla ubicada en el Océano Pacífico dio un giro, cuando se encontró en ella un importante yacimiento de hulla. En torno a la mina de carbón se levantó toda una ciudad con grandes edificios, escuelas, comercios y un hospital. En seis hectáreas vivían 3.000 personas. Cuando en los años 60 el petróleo le robó importancia al carbón, Hashima comenzó a decaer. En 1974, al cerrar la última mina activa, la isla fue abandonada. Hoy está abierta a turistas interesados en conocer parte de su historia, en medio de recorridos por edificios grises y en ruinas. PULACAYO, BOLIVIA A pocos kilómetros del Salar de EN DISTINTOS RINCONES DEL MUNDO: El auge y caída de diversos minerales ha afectado la supervivencia de las ciudades de su entorno. Algunas han debido trasladarse de lugar y otras se convirtieron en museos o locaciones fantasmas. Cuando la actividad de los yacimientos determina el destino de sus pueblos GRACIELA ALMENDRAS EL MERCURIO El traslado de Kiruna, en Suecia, es considerado una de las transformaciones urbanas más grandes de nuestra época..