La novedad en el barrio Meiggs: toldos rojos se mezclaron con los azules
La novedad en el barrio Meiggs: toldos rojos se mezclaron con los azules Los comerciantes ambulantes sumaron una versión portátil con un montón de quitasoles La novedad en el barrio Meiggs: toldos rojos se mezclaron con los azules JorGe Núñez mediodía de este domingo, A: primera medida tomada en el Barrio Meiggs por el alcalde Santiago, Mario Desbordes, no mostraba resultados significativos.
La madrugada del sábado el recién asumido jefe comunal presidió el retiro de 30 toldos y 27 tableros, los que parecen hacer sido rápidamente reemplazados por los ambulantes del sector, que quieren aprovechar de vender en la mejor temporada del año.
Desde la Alameda se aprecia el caos que generan las veredas tomadas por los toldos azules, a los que ahora se sumaron otros colores, señal de que a los comerciantes callejeros ya no les importa pasar inadvertidos. "Sacaron 30 toldos, pero ni se nota, porque acá son más del mil, si sumamos las calles Exposición, Meiggs, San Alfonso y Bascuñán Guerrero, hasta más allá de San Alfonso y "Sacaron 30 toldos, pero acá son más de mil", se quejan los comerciantes con permiso, que pagan por seguridad. por seguridad. Sazié", cuenta Marcelo Bustamante, mientras atiende su puesto de juguetería.
Lleva 46 años trabajando en el mismo lugar y espera que las cosas mejoren con el cambio de mano. "Necesitamos más guardias municipales, porque el personal que pagamos nosotros no alcanza", se lamenta el comerciante, quien como miembro del Sindicato de Comerciantes de Salvador Sanfuentes y San Alfonso, paga $6.000 mensuales para costear los 30 guardias de negro que trabajan desde las nueve de la mañana, hasta las siete de la tarde, cuando comienzan a recoger sus cosas. "Organizarnos. Esa es la única manera que se nos ocurrió para sentirnos un poco más seguros, porque acá no trabajamos puros hombres. También hay mujeres, hay señoras mayores, que lo único que tienen es este trabajo", relata el comerciante, quien pide que se respeten los permisos que entrega la municipalidad. Como si las veredas no estuvieran suficientemente ocupadas por los toldos, ahora se sumaron los "quitasoles azules", versión portátil de su primo mayor, muy usada por los ambulantes que solo trabajan con su paño.
Ellos son los que están más abajo en la cadena, los que muchas veces ni siquiera hablan español, pero que son los primeros que deben pero que son los primeros que deben pero que son los primeros que deben pero que son los primeros que deben pero que son los primeros que deben sa 19 19 RICHARD ULLOA ULLOA ULLOA ULLOA ULLOA RICHARD ULLOA hos Los quitasoles abundan en las veredas y hasta en las calzadas. en las calzadas. en las calzadas. arrancar de la policía y los guardias municipales. "A veces, cuando aparecen los carabineros, dejamos los quitasoles ahí, para marcar el puesto en el que estábamos, pero no siempre, porque si los perdemos nos cobran cinco lucas", cuenta el joven Pierre Beltré en un mal español. También deja claro que no quiere contar a quién o quienes, debería pagarles por perder un quitasol, si es de su propiedad. quitasol, si es de su propiedad.
Continuidad La situación del barrio Meiggs no extraña a Guillermo Benítez, quien además de ser coronel de Carabineros en retiro, es consultor en temas de seguridad. "Hay que ser serios al evaluar estas medidas, que no producen cambios inmediatos, por lo que deben ser continuas para obtener resultados duraderos", dice el ex policía, quien cree que hay que darle tiempo a la cree que hay que darle tiempo a la Los toldos del barrio ya no son solo azules, sino que todos los colores. iniciativa del nuevo alcalde. "Me parece muy bien que Desbordes haya enviado una señal clara, pero es eso.
Ahora hay que sostenerla en el tiempo y pensar qué es lo que viene después para ese espacio", dice el asesor en seguridad, quien postula que el camino más afectivo es "primero copar con personal municipal y policial los lugares tomados por el comercio ilegal", para en un segundo paso ocupar esas superficies con equipamiento urbano. "Otra opción es la que se ha tomado en Providencia, donde han instalado jardineras o como la que tomó el Costanera Center.
El diseño de los globos de concreto puede ser polémico, pero la ciudadanía ha sabido convivir de ellos", asegura Benítez, quien recuerda que la tarea en el barrio Meiggs es dura. "No podemos seguir creyendo que los vendedores ambulantes son como los de antes.
Hoy son explotados por las mafias que funcionan en el barrio, las mismas que pagan una miseria por estar todo el día parado vendiendo sus productos, y las mismas que se llevan las ganancias a costa del dolor ajeno", explica Benítez, quien cree que, con las medidas adecuadas, es posible retomar el control de la zona..