Elevando la discusión: los debates que marcaron la semana
Elevando la discusión: los debates que marcaron la semana Las lógicas del (nuevo) mundo Denis Johnson, el autor de Árbol de Humo, ese fascinante relato sobre la guerra de Vietnam, considerada la mejor novela sobre el conflicto, tiene un libro previo recién editado en español, Fiskadoro, una obra sobre el olvido, el fin de las certezas y el intento por recuperar la memoria.
Es una novela posapocalíptica, ambientada después de una hecatombe nuclear, y si bien fue escrita en los 80, cuando ese temor convivía a diario con la humanidad, la historia rima con la realidad actual, cuando otras certezas también parecen haberse perdido. Como dice Robert D. Kaplan en su último libro, el mundo se ha vuelto una Tierra baldía, similar a la de Fiskadoro, donde parece que vivimos en una crisis permanente y sin cambios en el horizonte.
Un mundo, además, donde la "erosión de la democracia", como apunta María de los Ángeles Fernández, "concita hoy la mayoría de las preocupaciones de quienes se dedican a estudiarla". No por nada, como recuerda Fernández, para 2025, según el reciente informe de V-DEM, "por primera vez en más de dos décadas el número de autocracias en el mundo supera al de las democracias". Y no sólo eso, además, "el 72% de la población mundial vive bajo un régimen autocrático". Y el retroceso, dice -citando un trabajo de Thomas Carothers y Brendan Hartnett en Journal of Democracy no es tanto resultado de que las democracias no cumplan, sino del fracaso de limitar las ambiciones y los métodos depredadores de ciertos líderes electos". Y si de retroceso se trata, "el llamado orden internacional liberal, nacido en 1945", como escribe Daniel Zovatto, "está en plena descomposición". "La escena mundial", apunta, "se asemeja a un escenario hobbesiano donde las reglas no se respetan y lo que prevalece es el uso de la fuerza". "El autoritarismo, el tribalismo identitario, el ultranacionalismo, la hiperpolarización, el odio racial y una renovada carrera armamentista, incluida la nuclear", han resurgido.
El progreso quedó en el pasado. "La historia no siempre avanza hacia adelante, a veces gira en espiral hacia el abismo". Y, ante esa amenaza, la del abismo, la tarea "es reconstruir un nuevo consenso democrático", para "que los monstruos del pasado no regresen vestidos de novedad". Todo se desmorona, como el título de ese clásico de Chinua Achebe, novela fundacional de la narrativa africana moderna.
Y en especial, según Zovatto, se desmorona "cuando el centro no se sostiene". Por eso, para María José Naudon, es necesario revitalizar el centro, porque "un centro amplio y vigoroso no es refugio de mediocres, es la columna vertebral de cualquier democracia". Conviene no olElevando la discusión: los debates que marcaron la semana Por Juan Paulo Iglesias Por Juan Paulo Iglesias Por Juan Paulo Iglesias vidar, apunta, que "cuando la socialdemocracia se desplomó, el chavismo llenó el vacio", y "en la Italia de entreguerras, la implosión del centro liberal, dejó el camino libre a la marcha sobre Roma" y al ascenso de Mussolini. El patrón se repite. Son las lecciones de la historia. Regreso al pasado Y si de historia se trata, la que nos alcanza por acá parece ser la misma de siempre.
De pronto, volvimos al punto de partida y pareciera, como dice Max Colodro, que el futuro se jugara entre pinochetistas y comunistas O, para ser más precisos, "entre anticomunistas y antipinochetistas". Avanzamos más de 35 casilleros para regresar al punto de partida -como si de pronto hubiéramos sacado la tarjeta equivocada. "Es como adentrarse en un túnel del tiempo", apunta Colodro, "de regreso a la Guerra Fría, o la triste confirmación de que nunca hemos salido de ahí". "La repetición es el síntoma', decía Freud". Síntoma "del trauma, de una experiencia que ha marcado a fuego nuestra historia", agrega. "Seguimos ahí, en ese lugar sin límites del que, al parecer, nunca podremos salir", agrega Colodro.
Sólo queda, como apunta Ascanio Cavallo, "sacudir el miedo", porque, dice, "si el miedo se convierte en un motor de las elecciones, el miedo a Kast será simétrico con el miedo a Jara". Y esa, apunta, "es la fórmula completa de la polarización", porque si bien "a algunos sociólogos les gusta decir que lo que está polarizado son las élites, mientras que la gente conserva la moderación", no son las élites las que produjeron el resultado de las primarias ni quienes decidirán quién conquista la presidencia en noviembre o diciembre.
Y tal como se está perfilando la elección, agrega Cavallo, al final serán las élites las derrotadas, "como por lo demás desean tanto Jara como Kast". Es la nueva lógica de la política, ya no se mide de izquierda a derecha, sino de arriba abajo. Es el "nosotros contra ellos", como el título de ese libro de lan Bremmer. Habrá que ver cuánto de eso influye finalmente en la elección.
Por ahora, según Daniel Matamala, "el eje de esta elección sigue siendo oficialismo vs. oposición". Y en ese eje, agrega, "sin duda gana la oposición, como ya ocurrió en el plebiscito de 2022". A Jeannette Jara "no le alcanza con unificar el 38% del Apruebo, ni al oficialismo, ni al progresismo, ni al izquierdismo, ni al boricismo, debe romper esos techos", apunta, pero el panorama se ve difícil. "Los ejes temáticos", dice, "también juegan a favor de la derecha, mejor evaluada en el tema fundamental de esta elección: seguridad". "Vivimos escenarios parecidos a los de 2022", apunta también Óscar Guillermo Garretón.
Si entonces, dice, la amenaza era instalar un proyecto de país borracho de extremismo, ahora es la de instalar por años liderazgos extremos de derecha o izquierda que hacen prever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiprever un Chile con gobiernos y oposiNEWSLETTER DE OPINIÓN Suscríbase al newsletter de Opinión, Elevando la discusión, los debates que marcaron la semana, para conocer los temas que fijaron agenda y las columnas de la semana. latercera. com ciones incapaces de construir mayorías". Nada de democracia de los acuerdos. "Hoy", dice, "los extremismos lucen triunfadores". Pero la ironía, apunta, es que tanto José Antonio Kast como Jeannette Jara "buscan disimular identidades duras para presentarse como moderados y amables". Es la paradoja, dice, "de una sociedad que contiene mayoritariamente culturas no extremas", pero que la política provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". ca provee "de liderazgos extremos". La realidad en espera Y mientras el mundo está a la espera de las cartas de Trump y cuál será la cifra mágica (de aranceles) que les toca a cada uno, algunos siguen intentando entender las lógicas del Presidente de EE.UU.
A la espera de que lo logren, por acá hay otras cosas que, según Josefina Araos, la clase política parece no estar entendiendo, como "la experiencia cotidiana" de algunos jóvenes, que revela un reciente informe de "la Fundación Pacto Social". Experiencia que describen con palabras como "desprotección, vulnerabilidad, aislamiento, abandono, desapego, resignación, indiferencia". Las conclusiones, apunta Araos, "son desoladoras" y dan cuenta de "la magnitud de la crisis que enfrentamos". Pero el tema está ausente de la discusión política. "El gobierno", dice Araos, "ha demostrado estar inquieto por el FES, pero no por las escuelas y los estudiantes". Y, "para qué decir", agrega, "la disputa presidencial", donde el tema parece ser "quién tiene más conexión popular" y no quién logra probar "que conoce y se moviliza por lo que ocurre". Algo similar sucede con la pobreza, esa que, según la nueva metodología, llega al 22,3% y no al 6,5%. Y para enfrentarla, dice Hernán Larraín, se debe "sincerar qué camino se propone", más aún "en un año de decisiones electorales". Porque "quienes conducen hoy el país", dice, "parecen creer quelo esencial está en terminar con la riqueza, en lugar de crear las condiciones para acabar con la pobreza". Más allá de eso, el hecho es que la política y la realidad no parecen estar en especial sintonía en el último tiempo. "Perdimos el rumbo", como decía Claudio Sapelli.
Y las causas pueden estar, como apunta Ernesto Ottone, en una centroizquierda que optó por seguir "el camino contrario al que nos había hecho avanzar" y "se encandiló con un infantilismo ideologista que le despertaba nostalgias". O, como sugiere Jaime Abedrapo, en la falta de gobernabilidad producto de la incapacidad "de una autoridad para hacer cumplir el Estado de Derecho y brindar estabilidad por medio de instituciones valoradas". Sea así o no, el hecho es que, a veces, pareciera que -igual que el mundo estamos entrando en la tierra de Fiskadoro..