Procesadora turca Balsu apuesta por las avellanas chilenas
Procesadora turca Balsu apuesta por las avellanas chilenas C on 45 años de trayectoria en el procesamiento y comercialización de las avellanas europeas, la empresa turca Balsu se ha consolidado como la principal exportadora del fruto seco de ese país que concentra el 70% de la producción global, con unas 745 mil hectáreas y como la segunda mayor procesadora de avellanas del mundo, con un volumen de ventas de 52 mil toneladas de avellanas procesadas cada temporada y una capacidad para descascarar a diario más de 800 toneladas. Por eso, su silencioso aterrizaje en Chile ha llamado la atención en el sector.
Hace cinco años iniciaron la plantación de 140 hectáreas de avellanos europeos en la comuna de Pelarco, en la Región del Maule, de las cuales obtuvieron este año su primera cosecha, y con entusiasmo aseguran que ha sido solo el primer paso, debido a las condiciones climáticas y agronómicas que encontraron y confirmaron en el país. "Antes de realizar nuestra inversión agrícola en Chile visitamos casi todos los países aptos para el cultivo de las avellanas y Chile, comparativamente, tiene una muy buena reputación en cuanto a la producción y exportaciones agrícolas, una economía estable y un sistema legal bien establecido", destaca Umut Kucuk, gerente general de Balsu Agro Chile.
También resalta que el rubro de las avellanas europeas en particular cuenta con viveros bien establecidos, arriendo y venta de maquinaria agrícola profesional y mano de obra calificada, lo que los llevó a decidirse por plantar y desarrollar nuevos planes de inversión en Chile. "Como Balsu queremos ser un actor importante en el sector de la avellana chilena. Estamos planeando comenzar a comercializar a partir de la próxima temporada y estamos avanzando en nuestros planes de establecimiento de instalaciones para el procesamiento de avellanas en Chile", asegura con entusiasmo Umut Kucuk.
Con esas proyecciones, Balsu se suma a las inversiones extranjeras que ya tienen empresas como el grupo italiano Ferrero y la chocolatera alemana Storck en las avellanas europeas de origen chileno. "Estas tres empresas representan casi la mitad del comercio mundial de avellanas y creo que eso demuestra que el sector avellanero chileno es una estrella en ascenso en el mundo", dice Umut Kucuk.
NUEVOS NEGOCIOS Al proveer de avellanas a las principales empresas chocolateras del mundo, la experiencia de Balsu es un aporte a la hora de conocer lo que buscan, y los requisitos de calidad y técnicos de los clientes para comprar este fruto seco, y en base a eso plantean que los productores chilenos deberían comenzar a apuntar no solo a ese segmento del mercado global. "No podemos apuntar a las empresas chocolateras como únicos compradores. Necesitamos agregar nuevos compradores a nuestra cartera para poder vender nuestros productos en formas procesadas, como snack, harina o aceite. Y también necesitamos diversificar nuestros huertos con nuevas variedades, en lugar de depender de una o dos", afirma Umut Kucuk.
Con esa idea apunta a que en cuanto a calidad y sabor Chile no tiene problemas, pero sí advierte que las chocolateras en el mundo buscan principalmente avellanas con un calibre de entre 11 a 13 milímetros, para que quepan enteras en sus líneas de proceso y productos, mientras que la mayoría de las avellanas chilenas producen principalmente avellanas de 13 a 15 milímetros.
E l p r ó x i m o paso que darán en el país es la construcción de una planta de procesamiento de avellanas que tendría una capacidad en torno a las 20 mil toneladas, que no se enfocará solo en el descascarado, sino que también en elaborar productos como harina, aceite, pasta y avellanas tostadas, tanto para la producción propia como para fruta que comprarán y servicios que prestarán a los agricultores. "Nuestro negocio será distinto a lo que existe actualmente en Chile, porque vamos a traer toda nuestra experiencia y capacidad de procesar, para introducir las avellanas chilenas al mundo... Chile Se trata de la principal exportadora de avellanas de Turquía y la segunda procesadora más grande de este fruto seco a nivel global, que hace cinco años aterrizó en la Región del Maule con un huerto de 140 hectáreas y avanza para instalar una planta de procesos que estaría lista en 2025, con el objetivo de comprar fruta y prestar servicios a los agricultores. PALOMA DÍAZ ABÁSOLO PALOMA DÍAZ Umut Kucuk, gerente de Balsu Agro Chile.
LA TEMPORADA ACTUAL EN TURQUÍA Con la cosecha 2023 finalizada, Umut Kucuk asegura que las condiciones climáticas en Turquía fueron estresantes para los avellanos, debido a la escasez de lluvias durante el otoño del año pasado y a un invierno seco, que estuvo seguido por una primavera con lluvias e inundaciones este año y un verano caluroso, en un país donde el 95% de los huertos no cuenta con riego. "En octubre de este año los precios subieron a los niveles de la temporada 2021 y, como agricultor chileno, espero que durante el resto de la temporada los precios se mantengan en ese nivel", proyecta.
Si bien las estimaciones iniciales en Turquía, durante mayo, hablaban de una cosecha en torno a las 810 mil toneladas, se fueron reduciendo en los meses siguientes, hasta llegar a proyecciones en torno a las 720 mil toneladas en julio, lo que podría ser aún menor. "Con los resultados reales de la cosecha, casi todos los actores del mercado coinciden en que ahora hay menos avellanas en el mercado de lo que se estima", dice Umut Kucuk, aunque advierte que el mercado de compra y venta de avellanas actualmente está detenido. Procesadora turca Balsu apuesta por las avellanas chilenas.
Procesadora turca Balsu apuesta por las avellanas chilenas puede producir avellanas de alta calidad y nosotros podemos procesarlas, pero la parte más importante es que para llegar a alcanzar precios estables necesitamos encontrar a muchos más clientes, y Balsu tiene más de 70 clientes en el mundo que compran avellanas. Queremos entregarles conexiones y redes a Chile", plantea Umut Kucuk.
En ese sentido, aclara que no solo pretenden comprar avellanas para procesar, sino que también prestar el servicio de procesamiento para los productores chilenos que lo requieran y que, de esa manera, puedan iniciar ellos mismos nuevos negocios vendiéndolas directamente sin cáscara, como harina o tostadas. "Así buscamos agregar valor a las avellanas. Por ejemplo, en Turquía exportamos alrededor de US$ 2 mil millones cada año con avellanas sin cáscara, mientras que si se vendieran con cáscara solo sumarían unos US$ 800 millones. Al procesar estamos duplicando su valor", explica.
Por ahora dice que no puede informar públicamente el lugar donde se instalará la planta, que proyectan esté lista en marzo de 2025, para comenzar a procesar ese mismo año o en 2026, pero asegura que se ubicará en un punto intermedio de las zonas donde se concentra la producción de avellanas chilenas, en un terreno que ya está comprado, para atender a todas las regiones.
BUENAS CONDICIONES Umut Kucuk lleva viviendo cinco años en Chile y comenta que, antes de que Balsu se instalara en el país, visitó casi todos los lugares que son aptos para el cultivo de las avellanas, por lo que con seguridad afirma que existen ventajas climáticas, agronómicas y geográficas. "Casi el 95% de las avellanas se cultivan en el hemisferio norte y eso le da a Chile una gran oportunidad.
Además, los huertos chilenos están en grandes parcelas y campos planos, mientras que en Turquía se ubican en zonas escarpadas, es por eso que Chile tiene una gran ventaja al poder utilizar maquinaria y sistemas de riego avanzados", dice.
También destaca que, mientras en Turquía el cultivo de las avellanas es una actividad secundaria asegura que unos 250 mil dueños de huertos, de los 300 mil que hay en total, viven en otra ciudad o país, en Chile se trata de un agronegocio. "Chile y Estados Unidos son los mejores países para implementar el uso de maquinaria en el cultivo de avellanas a gran escala. Además, con el apoyo de los sistemas de riego, el clima de Chile nos ayuda a tener grandes rendimientos con bajo riesgo de heladas", resalta.
Por ahora, Umut Kucuk dice que los planes de Balsu fuera de Turquía se enfocarán en Chile, aunque reconoce que siguen constantemente las condiciones de los países que producen avellanas, no solo en el ámbito productivo, sino que también por las noticias económicas y políticas. "Actualmente centraremos nuestras inversiones en Chile. Entendemos que es realmente difícil establecer un agronegocio desde cero y administrar huertos en diferentes países o continentes con los mismos altos niveles de cuidado y producción", afirma. GENTILEZA BALSU Desde hace cinco años Balsu tiene un huerto de 140 hectáreas de avellanos europeos en la Región del Maule.. - - - - - -