Autor: ALICIA FROHMANN
UNA FUENTE DE TALLARINES
UNA FUENTE DE TALLARINES Análisis Spaghetti bowl (fuente de tallarines) llamaba en 1995 el economista Jagdish Bhagwati a la maraña de acuerdos comerciales que se estaban suscribiendo en el mundo, criticándolos por ineficientes y proclives a la desviación de comercio más que a la apertura de los mercados. No obstante, estos acuerdos persiguieron un principio de racionalidad económica y cumplen con las reglas del sistema internacional de comercio. Otorgan beneficios a ambas partes, aunque a veces desiguales.
Hoy tenemos un nuevo spaghetti bowl de “acuerdos” comerciales precarios y confusos, impuestos por Estados Unidos, que no parecen seguir racionalidad económica alguna ni beneficiar a nadie salvo algunas grandes corporaciones vinculadas en su mayoría al sector tecnológico. Los aranceles a las importaciones son el instrumento principal usado por Trump. Con lógica mercantilista impuso aranceles a países con los cuales Estados Unidos tiene un déficit comercial, sin contemplar que los que pagan los aranceles (impuestos a las importaciones) son los propios consumidores y empresas estadounidenses. Un objetivo político es reemplazar el impuesto a la renta por recaudación aduanera. Además de los aranceles por país, están los sectoriales al acero y aluminio, automóviles, semiconductores, cobre y productos farmacéuticos, que apuntan a incrementar la producción nacional de bienes terminados. Canadá recibió un arancel del 35%, aunque están exceptuados los productos que se acogen al tratado de América del Norte (94% del total). La Unión Europea, un 15%, pero no se le aplicarán aranceles sectoriales.
Suiza, un 39%, Japón y Corea, un 15%. Todo ello, acompañado de promesas respecto de cuantiosas inversiones y compras futuras que, aunque dudosas y no vinculantes, permiten a Trump anunciar por redes sociales las “inmensas” ganancias que logra Estados Unidos gracias a sus políticas.
Los aranceles por razones políticas o geopolíticas han sido especialmente irritantes, y tienden a violar la soberanía de países como Brasil (50% por el juicio al expresidente Bolsonaro) e India (un 50% por compras de petróleo a Rusia). Ambos países son históricamente aliados de Estado Unidos, aunque con política exterior independiente. El futuro legal de los aranceles es incierto.
Las competencias del Presidente Trump para tomar estas medidas, invocando la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, fueron cuestionadas ante la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos y, luego de la derrota del Ejecutivo, la sentencia está siendo apelada ante la Corte del Circuito Federal.
El trato recibido por Chile mantenimiento del 10% de arancel base sin duda ignora los compromisos del TLC, pero por ahora es similar al del Reino Unido y otros países con déficit comercial con Estados Unidos. El hecho de que se excluya a los cátodos del 50% de arancel al cobre es una buena noticia. Es deseable, pero incierto, que futuras negociaciones mejoren esta situación..