COLUMNAS DE OPINIÓN: La desesperación de Chile: el costo del estancamiento
COLUMNAS DE OPINIÓN: La desesperación de Chile: el costo del estancamiento Días Días atrás, me encontré con una persona que expresó lo que miles de chilenos sienten: “No sé qué hacer. No tengo trabajo. Soy profesional, traté de emprender emprender y tampoco resultó porque no hay dinero circulante”. Estas palabras no son solo un reflejo personal; son el eco de un problema estructural que afecta a nuestra nación.
La falta de empleo, el cierre de negocios y la contracción económica no son solo datos en un informe; son realidades realidades que se viven con intensidad en cada hogar que lucha por mantenerse a flote. En estas fechas, la presión económica se vuelve vuelve aún más evidente. La necesidad de generar ingresos lleva a muchos a medidas extremas, contribuyendo al aumento de la delincuencia y el deterioro del tejido social. No se trata solo de un problema de economía, sino también de salud salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud, Chile tiene uno de los índices más altos altos de suicidio en América Latina, con 10,3 casos por cada lOO mil habitantes en 2022. Mientras tanto, el gobierno asegura que todo está mejorando. mejorando. Pero, ¿cómo puede hablar de progreso cuando los números y las experiencias diarias demuestran lo contrario? Recientemente, el presidente Gabriel Boric atribuyó la falta de inversión a un supuesto “pesimismo “pesimismo ideológico” de los empresarios.
Este tipo de declaraciones, que buscan desviar la atención y culpar a otros, no hacen más que evidenciar evidenciar la desconexión entre la administración y la realidad. ¿Cómo esperan que haya inversión cuando se ha creado un entorno hostil para el desarrollo económico? Leyes como la de las 40 horas y la “Ley Karin”, aunque bienintencionadas, generan incertidumbre incertidumbre entre los empleadores. Además, la excesiva burocracia, que retrasa permisos por años, y la falta de políticas claras para incentivar incentivar la inversión solo agravan el problema. Casos como los del hidrógeno verde y Mina Invierno son ejemplos claros de cómo la ineficiencia gubernamental gubernamental frena el progreso. Un patrón repetitivo de errores. No podemos ignorar que estas decisiones no son nuevas en la izquierda política. La eliminación eliminación del FUI durante el segundo mandato de Michelle Bachelet tuvo consecuencias desastrosas desastrosas para la inversión privada, limitando la reinversión de utilidades y aumentando la carga tributaria de las empresas. Ahora, este gobierno sigue la misma línea, con políticas que desincentivan desincentivan a la gran y pequeña empresa. Incluso los pequeños emprendedores, que deberían ser la base del crecimiento económico, se ven ahogados por las trabas burocráticas y la falta de apoyo estatal. La ausencia de “dinero circulante” circulante” refleja un sistema que no estimula ni el consumo ni la inversión, creando un ciclo de estancamiento estancamiento del que parece imposible salir. Las consecuencias humanas del estancamiento. Más allá de las cifras, están las personas. El incremento de la delincuencia no es solo un problema de seguridad; es el síntoma de una sociedad desesperada por sobreviviL La salud mental, un tema históricamente ignorado, está alcanzando niveles críticos.
Cada cifra de suicidio suicidio representa una vida que no encontró apoyo, un sistema que falló en su propósito más básico: básico: proteger a sus ciudadanos. ¿Qué podemos hacer? Es urgente que el gobierno abandone el discurso discurso de la culpa y asuma su responsabilidad. Se necesitan políticas claras que incentiven la inversión y reduzcan la burocracia. Debemos recuperar la confianza de los empresarios y apoyar a los emprendedores con programas efectivos, efectivos, no solo con promesas vacías. Además, es fundamental invertir en salud mental, no solo como una prioridad social, sino como una necesidad necesidad económica, porque un país saludable es un país productivo. Como sociedad, también tenemos una tarea pendiente: revalorizar la importancia de la política. política. Frases como “no me interesa la política” o “igual tengo que trabajar” son reflejo de un problema cultural que debemos cambiar. El voto no es solo un derecho; es una herramienta para construir el futuro. Los jóvenes, en particular, deben ser parte activa del cambio, comprendiendo comprendiendo que su participación es esencial para evitar que las decisiones de unos pocos sigan afectando afectando a la mayoría. Chile tiene el potencial para superar esta crisis, pero solo si enfrentamos la realidad con honestidad y acción. No es tarde para recuperar el camino al desarrollo, pero requerirá liderazgo, liderazgo, compromiso y, sobretodo, unidad. Dejemos de buscar excusas y empecemos a construir soluciones.. - -