El trágico destino del escritor Hugo Donoso Gaete
La bohemia juvenil de los años 20 Jaime González Colville Academia Chilena de la Historia La bohemia de la muchachada de los años veinte surge a principios del siglo XX. Es un despertar emergente, casi agresivo y de todas formas desafiante a una sociedad empaquetada, aún envuelta en pelucas coloniales. En 1906, el rector Valentín Letelier ha creado la Federación de Estudiantes de Chile, afrontando críticas y agoreras advertencias.
Pero los jóvenes se organizan, impulsan iniciativas sociales, escriben poemas sin censuras, se arman juegos florales y las noches capitalinas ya no están vacías ni se oye la voz lacrimosa del sereno, sino carcajadas y risas.
Como dijo Vicente Blasco Ibáñez, cuando le preguntan qué le parece Santiago, en su visita de 1909, el escritor responde que le asemeja a “un patio de un convento grande”. Las fiestas de la primavera, a contar de los años diez y cada vez con más fuerza, espantan o escandalizan a las señoras de velos y a los caballeros de frac. Se ha abierto una ventana por la que entra aire fresco, aventando la humedad gris de los salones del siglo XIX. Surgen revistas (“Juventua” y “Claridad” son elocuentes ejemplos) y se estrenan obras de teatro audaces, con amores sensuales y ajenos al acento pacato de la vieja aristocracia. Por las calles del centro capitalino deambulan Mariano Latorre, Fernando Santiván, Daniel de la Vega, Pedro Sienna, todos jóvenes, rebosantes de deseos de vivir. Entre ellos, está un muchacho, casi adolescente, que está a poco de lograr su título de abogado: Hugo Donoso Gaete, con raíces (era que no) en Talca y Curicó. Es un talento innato que a los 17 años logra estrenar con singular éxito una obra teatral legendaria, “Los payasos se van”, más tarde llevada al cine.
Pero el zarpazo que le dio la muerte al despreocupado y alegre joven, aunque olvidado hoy, marcó a esa generación y su luctuoso recuerdo se expandió fatídicamente por toda esa generación uno de los escasos retratos de Hugo Donoso Gaete, con el bastón que hoy conserva su sobrino, el abogado Eduardo Baeza Donoso. SIGUE EN LA PÁGINA 14 b4 VIENE DE LA PÁGINA 13 Portada de la comedia “Los payasos se van”, editada en 1916 y hoy muy difícil de ubicar. Ugo Donoso Gaete, talento premonitorio desde casi la adolescencia, nació en Santiago el 5 de enero de 1899. Fue alumno, como tantos de esa época, del Instituto Nacional. Al egresar, siguió la carrera de leyes en la Universidad de Chile. Desde casi los catorce años inició colaboraciones literarias en “ZigZag”, con el seudónimo de Hugonote. Hizo crítica de libros y dio a conocer poemas de innegable talento.
A los quince años, tiene ya escrita una hermosa obra teatral, “Los payasos se van”, que narra el amor entre una equilibrista de un circo y un joven que la sigue por varios pueblos, pero ven separadas sus vidas por el eterno quehacer trashumante de la existencia circense.
La obra se estrena el 19 de julio de 1916 por la Compañía de Manuel Díaz de la Haza, un destacado director y músico español, avecindado en Chile y quien, con enorme fe en la juventud de su tiempo, estrenó obras de Vicente Huidobro, Carlos Cariola, Rafael Frontaura y Hugo Donoso, de quien hablamos ahora.
La presentación se efectuó en el Teatro Royal de Santiago, hoy desaparecido y que estaba en lo que actualmente es Huérfanos 1044 y en cuyo lugar una placa recuerda que allí se presentó Carlos Gardel junto al músico e intérprete José Razzano en octubre y noviembre de 1917, aun cuando el célebre cantante no interpretaba tangos, sino que canciones criollas. “Los payasos se van” fue un hito en la escena chilena de la época, en la que se mezclaron la juventud del autor y la emotividad de la obra. Todos auguraron un sólido porvenir al naciente dramaturgo.
La obra fue publicada por la Imprenta Universitaria ese mismo año de 1916, En uno de sus parlamentos, Donoso ALHAMBRA Y VICTORIA Chilean Cinema Corporation HOY GRANDIOSA PRESENTACION NACIONAL! ESPECIAL PY NOCHE DE ÍA COMEDIA DEL Mu Porra Y acton [MUSICAL | ESPECIAL | £ Val 2a PELICULA Ociosidad, madre de todos lo vidos TEMA DE TRANSCENDENCIA SOCIAL DE xo. ¿ mpresiónante Estreno JUEVES 19 Anuncio de la exhibición de la película “Los payasos se van”, en 1921, en Santiago, dirigida por Pedro Sienna. Fotografía de Hugo Donoso Gaete, poco antes de su trágica muerte. QUINTA ROMA ÑUÑOA - LOS GUINDOS Teléfono inglés N. * 21 — Avenida Ossa N. * 877 GRAN FRUTILLAR Y GUINDAL FRUTAS Y FLORES Se atienden órdenes para Banquetes SERVICIO A LA CARTA JUAN 8. TORRES Aviso de la Quinta Roma, lugar del trágico accidente de Hugo Donoso.
Incluye una copla que después de su muerte, se advirtió como premonitoria: “Yo quiero que mi ataúd, / tenga una forma bizarra/ la forma de un corazón / la forma de una guitarra/”. Daniel de la Vega, fallecido en 1972 y a quien conocimos en 1970, nos hizo evocaciones de Hugo Donoso, con la voz aún velada por la tristeza. Tal como recordó en su libro “Confesiones imperdonables” de 1962, el joven Donoso sólo sabía derramar alegría. Nunca se le vio pesimista o sin una ilusión en su quehacer.
Rememoró De la Vega que una tarde de principios de 1917, estando reunidos en la redacción de Zig-Zag varios jóvenes escritores, llegó un periodista colombiano, quien les hizo algunos actos de magia, como desaparecer lapiceros, etc. Pero en un momento les preguntó si deseaban leyera las líneas de sus manos. Todos accedieron y, cual más, cual menos, les auguró años de existencia razonable.
Pero al leer la de Hugo Donoso, expresó que, si bien todos tenían una evidencia tranquilizadora de su ciclo vital, en cambio la de Hugo Donoso “está cortada enérgicamente”, agregando enigmáticamente, “se puede decir que no tiene futuro”. Donoso lo tomó, como era de presumir, a la broma, expresando: “Y yo me voy a despedir, como un griego, en plena juventud”. Donoso, con su desbordante vitalidad, inagotable buen humor y alegres ocurrencias, capitaneaba las pandillas de jóvenes escritores, poetas, músicos y actores que “hacían de la noche día”, deambulando por las calles santiaguinas. Sus crónicas en “Zig-Zag”, sobre diversos temas, comentarios de libros o sus poemas, eran leídas y buscadas por el público. Sin embargo, tanto en “Los payasos se van”, como en sus versos, hay una tenue tristeza, una leve nostalgia. En este grupo estaban, como se ha dicho, Mariano Latorre, Pedro Sienna, Jorge Délano, Fernando Santiván, Armando Mook, Carlos Cariola, entre otros. Aún no aparecía Neruda, quien llegaría a Santiago en 1920. Pedro Sienna, director y actor de “Los payasos se van”, de 1921. El trágico domingo de 1917 En 1917 Hugo Donoso había defendido ya su tesis para graduarse de abogado, titulada “La demencia como causal de divorcio” que expuso en julio de ese año. El domingo 2 de septiembre de 1917, el grupo de amigos asistió a presenciar una obra teatral. Integraron la bulliciosa pandilla dos chicas amigas de Donoso: Virginia Vivaldi, hija de un empresario italiano, y Lucía Roche, quien era jefe de taller de la Casa Francesa. La tarde estaba transparente, anunciando la primavera y Hugo propuso ir a festejar a una quinta de recreo ubicada en Recoleta, cerca de Santa María.
Sin embargo, Latorre dijo tener un compromiso, Jorge Délano debía concluir un cuadro de doña Raquel Lyon, Pedro Sienna partía en gira teatral al norte y sólo quedaron dos amigos, que no hemos podido identificar, pero evidentemente no eran escritores y del mundo intelectual, por cuanto la prensa no recogió sus nombres. Tomaron dos taxis en la Plaza de Armas. Donoso y las dos chicas ocuparon uno y el resto, el segundo. El lugar elegido no satisfizo a los jóvenes y optaron por endilgar hacía la Quinta Roma, en Avenida Ossa (y en esa época se denominaba Tobalaba), en Ñuñoa. En una festiva competencia de los pintorescos automóviles de entonces, los dos compitieron por llegar primero. El que llevaba al joven dramaturgo y las dos niñas tomó la delantera, llegando antes al portón, estacionándose sobre las líneas del tranvía. El conductor tocó la campanilla de la entrada, En el interior se escuchaba gente que venía a abrir, pero también se oía, difusamente, el traqueteo del tranvía 962 que se acercaba. Pero ya la entrada iba a dar acceso al automóvil. Por último, pensaron que el tranvía se detendría, pero éste emergió súbitamente en la oscuridad e impactó violentamente al coche, pasando por sobre él, destrozándolo junto a sus ocupantes, que quedaron en un cruento amasijo. Sucedía que el maquinista del carro, Manuel Bravo, en esta etapa de su camino dejaba al tranvía sin conducción y él se iba al interior para evitar el frío. De ello devino la tragedia.
Hugo Donoso pudo ser reconocido por sus cabellos rubios, un lápiz de oro y un bastón que utilizaba frecuentemente y fue conservado por su sobrino, el abogado Hugo Baeza Donoso y a quien conocimos en 1997, Un oscuro dolor embargó por años a la juventud santiaguina, camaradas de trasnoches del joven autor. El diario La Nación enlutó sus páginas y un ambiente de duelo recorrió la capital de entonces Sus funerales, multitudinarios, se efectuaron en la mañana del 4 de septiembre en el Cementerio General.
En las exequias hablaron Antonio Orrego Barros por los autores teatrales, Armando Mook, a nombre de sus amigos, Héctor Orrego Puelma, por sus ex compañeros del Instituto Nacional, Humberto Videla Jara, por el Centro de exalumnos del ese plantel y Miguel Retamales. Un año después, los escritores de su tiempo, publicaron un “In Memorian Hugo Donoso Gaete”, con sentidos y conmovedores recuerdos de su corta vida y su gran talento. En 1921, bajo la dirección de Pedro Sienna, su obra “Los payasos se fue llevada al aún incipiente cine mudo, en blanco y negro y estrenada el 17 de mayo de 1921. Actuaron Rafael Frontaura, el propio Sienna, Víctor Domingo Silva, además de Isidora Reyé, Laura Palacios, María Hermosa y otros actores y actrices.
El film fue estrenado en los cines VicPALET ¡ | le Comedias Báguena - Búhrle *| de 1017 HOY DOS Grandes Funciones 60 las 3: = Dedicada alos niños a Precios la Matinée Palcos 4 ont. | Plateas Balcon 30 | 090 1 Chubula, Pilas Mata, Doña Asuncion Dona Maria, Ia», Sinforosa. Don Ramón. Rafael. El Paya José Cabot cios de la Tanda Vermouth Paleos 4 ent.
Platos 4 “En Familia a | Aviso del Teatro Palet de Talca, anunciando, por segunda vez, la exhibición de “Los payasos se van”, en diciembre de 1921, toria y Alhambra de Santiago y en poco tiempo llegó a todos los cines del país. En Talca se exhibió el 17 de diciembre de 1921 en el Teatro Palet, debiendo repetirse la función dos veces. Los restos fueron sepultados en el mausoleo de la familia Donoso Grillé, parientes suyos. No obstante, en 1997 examinamos los archivos del Cementero General y el lugar de la inhumación, sin encontrar rastros de su lápida; suponemos que alguna reducción hizo desaparecer su nombre del lugar. Q | Ai Dedicatoria de Hugo Donoso a Pedro Sienna, nótese que ya se usaba el término farandulero. Taxistas en 1917. El abogado Eduardo Baeza Donoso, quien conserva el bastón que perteneció a Hugo Donoso Gaete, hermano de su madre.