Autor: E. OLIVARES
Menos ahorro, más déficit y mayor deuda: el triple dilema de Chile ante la nueva crisis global
El CFA indica que en los ejercicios previos hubo déficits “a pesar de ser años sin crisis, implicando un deterioro de las cifras fiscales”. En las últimas tres décadas Chile se ha enfrentado a diversas crisis globales. A fines de los 90 fue la crisis asiática, un decenio después vino la crisis subprime, y en 2020 fue la pandemia. Ahora se experimenta una nueva crisis: la guerra comercial de Donald Trump, cuyos alcances son por ahora un gran misterio. Sin embargo, ahora el arsenal disponible para enfrentar un panorama adverso aparece menos contundente que en los casos previos, comentan economistas. Hay menos ahorro bruto, el déficit fiscal es más profundo y la deuda pública se expandió. Eso sí, hay fortalezas, tales como el grado de inversión y la relativa diversificación de los mercados de destino de las exportaciones. La crisis que se está desatando ahora es la única que tiene como responsable una determinada decisión de política del Presidente de Estados Unidos.
Los otros episodios partieron ya sea como distorsiones acumuladas de los mercados (asiática y subprime) o como un motivo sanitario (pandemia). El triple dilema En tres indicadores clave hay números en Chile que son peores a como estuvo preparado el país en las ocasiones previas. Uno corresponde a las cuentas públicas. El balance fiscal efectivo de 1997, un año antes de la crisis asiática, era superavitario. En 2007 las finanzas públicas se guiaban por la regla fiscal y el balance estructural fue de +1,1% del PIB. Once años después había déficit de 1,4% del PIB, y con ese saldo negativo el país ingresó al torrente de la pandemia. Cuando un país no tiene suficientes ingresos, puede pedir prestado. El nivel de deuda púEconomistas creen que el Gobierno debe fortalecer su posición fiscal para enfrentar la crisis este año. Chile antes de cada crisis Situación general y fiscal del país en el año previo a las mayores crisis de las últimas tres décadas. Concepto 1997* 2019 Deuda Bruta (% PIB) 14,7 39 28,3 42,3 Ahorro ato Balance Estructural (% el PIB) 2 -1,4 -3,2 * 1997 corresponde al Balance Efectivo. Fuente Elaboración propia de Matías Acevedo en base a información Dipres y Banco Central.
Las cuentas fiscales están estresadas v los especialistas piden recomponer fondos soberanos CFA La entidad planteó ayer en el Congreso que se avance en un plan público de “recortes de gasto de manera efectiva y consistente con la meta estructural”. 5) blica bruta en 1997 era de 14,7 % del PIB, pero en 2007 era baja: 3,9%. Al cierre de 2019, las obligaciones representaban el 28,3 %, indican datos procesados por Matías Acevedo, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes. Hay otro elemento donde mirar.
El ahorro bruto —la parte del ingreso disponible que no se gasta en bienes y servicios de consumo final— llegó al 11,4 % del PIB en 2007, por ejemplo (ver infografía). El escenario actual es más desafiante en cada dimensión. El año pasado, el balance fiscal estructural fue de -3,2% del PIB, lo que implicó un desvío significativo respecto de la meta del propio Gobierno. La deuda se empinó al 42,3 % del PIB, y el ahorro bruto solo alcanzó el 4,6% del Producto. Ni siquiera los ahorros del Estado guardados en el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) son tan cuantiosos como en las dos crisis previas. El año pasado Hacienda retiró US$ 1.000 millones para cubrir gastos.
En su presentación a parlamentarios, el Consejo Fiscal Autónomo dijo ayer que “la mejora (fiscal) de 2022 no se repitió en 2023 ni 2024, años en los cuales hubo importantes déficits estructurales (-2,7% y -3,2% del PIB, respectivamente) a pesar de ser años sin crisis, implicando un deterioro de las cifras fiscales”. ¿ En qué pie? “Las finanzas públicas podrían enfrentar los efectos de la guerra comercial en un contexto donde presenta el mayor desequilibrio fiscal, el menor nivel de ahorro y el mayor endeudamiento en comparación con la situación fiscal inicial de las tres últimas crisis mundiales —la crisis asiática de 1998, la crisis financiera global de 2008 y la crisis del covid-19 en 2020”, describe Matías Acevedo, además director de Presupuestos en el segundo gobierno de Sebastián Piñera. Para Andrés Pérez, economista jefe del Itaú, la crisis del covid-19 mostró “un importante deterioro en las métricas fiscales en todo el mundo.
En el caso de Chile, la deuda pública también subió (ahora en 42% del PIB), al tiempo que el ahorro en fondos soberanos cayó (FEES actualmente en 1,1% del PIB)”. Pero destaca que “hoy la macro está calibrada, con un déficit de cuenta corriente en niveles sostenibles y financiables, lo que reduce el riesgo de un ajuste abrupto del ciclo ante un choque externo”. “La situación fiscal actual está considerablemente más deteriorada que en crisis anteriores”, responde Ignacio Muñoz, investigador de Clapes UC al describir los problemas con la deuda, el balance fiscal y el FEES.
“Que en las crisis anteriores el gasto promedio de fondos soberanos fuese cercano a los US$ 10.000 millones no hace más que resaltar la fragilidad actual”, dice. ¿ Qué hacer? “Urge prepararnos para una nueva crisis y planificar llevar al FEES desde los niveles actuales hacia aquel recomendado por el FMI (5-7% del PIB)”, comenta Pérez. Lo positivo es que Chile tiene un “amplio acceso a financiamiento en los mercados, coherente con el grado de inversión”, agrega. “La política fiscal debe ser prudente, mantener un firme compromiso con las metas fiscales y, al mismo tiempo, ser lo suficientemente flexible”, sostiene Acevedo.