Autor: arturO díaz Valderrama
Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas: Una oportunidad para Magallanes
Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas: Una oportunidad para Magallanes CONSEjERO REGIONAL DE MAGALLANES El Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas (PEDZE), impulsado por la presidenta Bachelet en 2014 y fortalecido por el gobierno de Gabriel Boric, representa una de las políticas públicas más importantes para territorios como Magallanes.
Este instrumento busca corregir desigualdades históricas que afectan a quienes vivimos en zonas extremas producidas por la excesiva centralización de nuestro país, dotando a nuestras comunidades de herramientas concretas para su desarrollo económico, social y cultural. A diferencia de otras estrategias, el PEDZE reconoce la realidad particular de nuestra región: dispersión territorial, condiciones climáticas adversas, dependencia de la conectividad aérea o marítima y alto costo de vida. Este plan entrega recursos cuantiosos con enfoque territorial, priorizando necesidades locales, bajo coordinación del Gobierno Regional y aprobación del Consejo Regional. Hoy, el PEDZE se traduce en inversión concreta en áreas clave como educación, salud, conectividad e infraestructura. Un ejemplo es la creación de cuatro nuevos establecimientos educacionales, incluyendo uno en Puerto Williams, una demanda histórica de su comunidad. Esto significa asegurar el derecho a una educación digna para todas las familias, sin importar dónde vivan. En salud, los recursos buscan reducir listas de espera inyectando aproximadamente diez mil millones de pesos en esta problemática. En conectividad, se contemplan proyectos como la pavimentación de caminos en Torres del Paine, mejorando la experiencia turística y la calidad de vida de trabajadoras y trabajadores del rubro tan importante para nuestra región. Son casi 90 proyectos que apuntan a cerrar brechas históricas y sentar bases para un desarrollo más justo y equitativo. Pero para que este plan avance, se necesita voluntad política. Y aquí es donde entramos quienes integramos el Consejo Regional: nuestra labor es evaluar técnicamente los proyectos y pensar en el bien común. No se trata de un favor a un gobierno, sino de un deber con Magallanes. Por eso preocupa que algunos personeros de derecha, motivados por cálculos electorales, opten por entorpecer el plan y dejar de lado una oportunidad tan importante para Magallanes. Esa mezquindad política, que antepone intereses partidistas al bienestar de la ciudadanía, es inaceptable. Esta no es una oportunidad cualquiera. Es una posibilidad concreta de avanzar hacia un Magallanes más justo, más conectado y con más oportunidades. Es tiempo de dejar las pequeñeces y actuar con visión de futuro poniendo a las y los ciudadanos que habitan en la región más austral de nuestro país en el centro de la discusión..