Autor: JoséMiguel Mora Muñoz, Fundación Chilena para la Discapacidad Tutor, PDC Nueva Esperanza, Temuco.
Violencia escolar en la educación
Columna1 maltrato en instituciones educativas es una realidad sistémica que involucra a toda la comunidad educativa. Chilese encuentra en el lugar número 11entrelos 30 países con más bullying en el mundo según la'ONG Internacional Bullying Sin Fronteras 2021-2022.
Elconcepto de bullying se tiende a confundir con el de violencia escolar, la diferencia está en que mientras el buIlying considera la violencia o maltrato que ejercen los estudiantes entre pares, la violencia escolar es un fenómeno amplio y muchas veces invisibilizado porrezcnes adminis. y presiones trativasLas medidas disciplinarias no apuntanala resolución para evitar sumarios de conflictos y perpetúan el maltratoa través deaccionesy despidos.
La violencia escojar a diferencia del bullying abarca el maltrato ejercido por profesores, insPectores, o directo-res, hacia los alumnos y la de los niños y jóvenes hacia estas figuras de autoridad u otros miembros del contexto escolar. Existe poca investigación sobre laviolencia escolar en el campo del maltrato de profesores a alumnos, sin embargo, padres, apoderados y estudi: tes podrán reconocer el daño que este tipo de relaciónpuede ocasionar.
En este escenario de interacciones vio-punitivas e invisibilización delos E factores emocionales que intervienen. lentas cabe preguntarse: ¿ es el contexto escolar un ambiente protector? Las medidas disciplinarias no apuntan alaresolución de conflictos y perpetúan el maltratoa través de acciones punitivase invisibilización de los factores emocionales que intervienen.
Si aceptamos que la escuela tiende a ser, en términos simbólicos, un reflejo de su entorno, podremos observar con mayor claridad las interacciones abusivas y agresivas que se despliegan desdela institucionalidad, que van desdela administración de espacios cerrados y enrejados, hacinamiento y malas condiciones de infraestructura, hasta el maltrato físico, verbal y psicológico, además de la falta de gestión ala diversidad de género y cultural. “Latierra esbuena, la raza es la bruta” decía habitualmente un inspector de escuela a sus alumnos.
Actitudes cómo ésta, sumado ala indefensión aprendida por niños maltratados ya desde sus casas, generan enel estudiantado un ambiente hostil compuesto de sentimientos de ansiedad, miedo e ira, sin mencionar el estrés propio de metodologías y procesos evaluativos que para muchos niños y adolescentes resultan difíciles de sobrellevar. No es de extrañar que en este contexto institucionalmente maltratante, los niños, niñas y adolescentes estén encontrando refugio en las drogas o conductas disruptivas para hacer frente a un cotidiano amenazante y perpetuador del maltrato.
Es necesario poner sobre la mesa no sólo aquellos hechos de violencia protagonizados por estudiantes, sino también transparentar y abordar la violen-cia institucional física y simbólica que se oculta tras las exi-gencias académicas, disciplinarias y la homologación a una sociedad competitiva y deshumanizante..