Autor: Francisco Medina Krause
Columnas de Opinión: La Declaración Universal de los Derechos Humanos: una efeméride preterida
Columnas de Opinión: La Declaración Universal de los Derechos Humanos: una efeméride preterida OoColumnaImartes pasado se cumE plieron76años desdela promulgación dela De-claración Universal de DerechosHumanos (DUDH). Esta declaración fue adoptada por la AsambleaGeneral delaONUel10 dediciembrede1948, enlosalboresde la Guerra Fría, años en losqueel mundo parecía dividirse en dos bloques irreconciliables.
Y precisamente allí radica uno de los grandes méritos dela DUDH, es decir, en lograr que comunistas y capitalistas acordaran treinta derechosinviolables einherentesa lacondiciónhumana, cuyo respeparalos tonosóloseríaperentorio estados firmantes, sino que también constituiría elestándar delegitimidad de los gobernantesen cualquier época y circunstancia. En este contexto, para nadie esunmisterioquela “primeradama del mundo”, Eleanor Roospapel clavecomo prevelt. jugóun sidenta dela Comisión de DDHH dela ONU. Con gran denuedo impulsóla redacción del primer borrador dela declaración, y logró destrabar numerosos y profiandos desacuerdos suscitados entre las dospotencias políticasendisputa. Enconcreto, segúnlaopiniónmayoritaria, Roosveltlogró, por una parte, quelossoviéticosaceptaran delos derechoscilaconsagración vilesy políticos, porotra, que los “americanos -su propia nación admitieran la incorporación de derechossociales, comoel derechoalaseguridadsocialoelderechoala educación, entre otros. “Tampoco deberíamos olvidar eldestacadorolquecumplió Hermán Santa Cruz, abogado y diplomático chileno, como integrante del Comité de redacción de laDUDH. De acuerdo con autorescomo Glendon, Pallares y Aravena, nuestro delegadosentólas basesde, almenos, tresaspectosfundamentales: el preámbulo, losderechos sociales y los deberes ciudadanosdelartículo 29. Nadame-bien haríamos ennor.
Por tanto, prestar másatencióna esteverda derohéroenacional, cuya partici pación explicaría, según alguna teoría, las similitudes entre la De-elaración Americana de los Dere-chos y Deberes del Hombre (Pac-to de San José de Costa Rica) y la DUDH. Enestesentido, me permito recomendar ellibro del propio Santa Cruz, titulado “Cooperar o perecer” Tomo l, reeditado este año por la CEPAL y de descarga gratuita. Ahorabien, másallá delos vericuetos desuelaboración y desu potencia transformadora, cabe decir algo sobrelos motivos que justificaron la redacción de la DUDH. Comosesabe, luego delas atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, comoel Holocausto, los desplazamientos masivos, lastorturas y las prácticas eugenésicas, la humanidad necesitaba alcanzar un acuerdo deseguridadcolectivaqueevitaralarepetición de escenarios como los descritos.
Ensuma, fue el desprecio por la dignidad humana yla banalización dela vidaloquemotivó que 48 estados distintossustexto de pretensiones cribieranun universales, Portodos estos motivos llama profundamentela atención que, en su última visita a Chile, la Relatora de Salud de la ONU haya sostenido que “losimpedimentoslegalesalaccesoalabortoson violaciones alos DDHH”. En efecto, si creemos quelos DDHHsoninstrumentos que protegen especialmentealos más débiles dela sociedad, y que nos ponena salvo de, por ejemplo, prácticas eugenésicas, parece contradictorio conduirquesurespeto implica matar seres humanos antes de quenazcan. Algosimilar ocurreconlaewtanasia, cuya promoción también virtud delosDDHH, sejustificaen cuandoenrealidadeslaviejayconocida “cultura del descarte” la que impulsa estas propuestas. En díascomolos que corren, conungobiemo prontoaenviaral Congreso propuestas deabortolibre y eutanasia, quizás sería bueno recordar las razones que movierona Roosvelt, Santa Cruz y, en general, al mundo entero allegar al acuerdo de1948. Si queremos una pista sobre dichas razones, podríamos comenzar por el primer derechoindividual queseres guarda en la DUDH, establecido en su artículo 3. No parece una coincidencia. *Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Católica de los Andes. del Maule y de la Universidad.