Autor: RICHARD RUBIN THE WALL STREET JOURNAL
Aumentos y recortes tributarios de Kamala Harris toman forma
Elección presidencial en EE.UU. :obtendrían nuevas exenciones.
CONTENIDO LICENCIADO POR THE WALL STREET JOURNALpuestas tributarias de la vicepresidenta Kamala Harris retoman la labor pendiente del gobierno de Biden, presionando para subir los impuestos a las corporaciones y familias de altos ingresos mientras dejan los impuestos de la mayoría de estadounidenses sin cambio o más bajos. Harris, la nominada demócrata para la presidencia, aumentaría los impuestos en US$ 5 billones aproximadamente durante la próxima década y recortaría otros en más de US$ 4 billones. La recaudación total del gobierno federal la que se proyecta en US$ 63 billones en 10 años cambiaría poco, pero la agenda de Harris modificaría quién paga. Según su plan, los impuestos subirían bruscamente para algunos hogares de altos ingresos, y las tasas impositivas marginales superiores alcanzarían su punto más alto desde 1986. Los inversionistas más ricos y los fundadores de empresas se encontrarían con notificaciones considerables de impuestos sobre las ganancias de capital que no enfrentan bajo la ley actual.
La política fiscal marca una de lasbrechas más grandes entre los dos partidos principales, e incluso leves mayorías en el Congreso podrían producir enormes diferencias en ganancias corporativas y finanzas de los hogares; especialmente para los estadounidenses más ricos.
Harris no ha hablado sobre sus planes impositivos en forma más detallada, pero su campaña ha indicado su apoyo a los aumentos de impuestos que propuso el Presidente Biden, y expuso una expansión del crédito fiscal por hijo a principios de este mes que iba más allá de la agenda de Biden.
Un triunfo demócrata arrasador de la Casa Blanca, el Senado y la Cámara podría permitir que Harris promulgara muchos de sus planes fiscales, aunque los desacuerdos dentro de los partidos y los estrechos márgenes de votación podrían impedir que toda la agenda se convirtiera en ley. Una mayoría demócrata en el Senado en 2025 no incluiría a Joe Manchin de West Virginia y a Kyrsten Sinema de Arizona, quienes bloquearon muchos de los planes fiscales de Biden en 2021 y 2022. Pero otros demócratas podrían tomar su lugar comouna fuerza limitante en una cámara dividida en forma estrecha.
Aun cuando los demócratas no obtengan el control total del Congreso, un gobierno de Harris se vería impulsado de inmediato a una difícil negociación tributaria en 2025 con los republicanos: partes importantes de la ley fiscal de 2017 expiran a fines del próximo año si el Congreso no emprende ninguna acción, un resultado que los legisladores de ambos partidos quieren impedir. La expiración podría darle a Harris la influencia para pedir apoyo para algunas de sus prioridades tributarias. Si el Presidente y el Congreso no hacen nada, alrededor del 62% de las familias tendrá un alza de impuestos en 2026, según Tax Foundation.
E l e x p r e s i d e n t e D o n a l d Trump, el candidato republicano, quiere extender todos los recortes tributarios que están por expirar, por un total de US$ 4 billones en una década.
Además de eso, propone más recortes una tasa impositiva corporativamás baja y exenciones tributarias para propinas y prestaciones de la Seguridad Social y el compañero de fórmula, el senador JD Vance (republicano por Ohio), ha hablado de un crédito fiscal por hijo más grande. Trump también impondría aranceles que recuperarían parte de esos ingresos perdidos pero también subirían los costos para los consumidores.
Candidata ha respaldado propuesta de impuestos de BidenHarris quiere hacer mucho más que abordar los recortes tributarios que están por expirar, y su campaña ha respaldado todos los aumentos de impuestos propuestos del presupuesto más reciente de Biden.
Según ese plan, la tasa marginal superior de impuesto a la renta para las personas subiría a 44,6% para casi todos los tipos de ingresos, en comparación con las tasas superiores más bajas actuales (un 23,8% para las ganancias de capital, un 29,6% para algunos ingresos de negocios y un 40,8% para los salarios). Las personas de altos ingresos seguiríanCAMBIOLa recaudación total del gobierno federal cambiaría poco, pero la agenda de Harris modificaría quién paga. clase media que beneficiará a más de 100 millones de estadounidenses”, afirmó mientras aceptaba formalmente la nominación de su partido en la Convención Nacional Demócrata en Chicago.
Igualmente reactivaría una versión ampliada del crédito fiscal por ingresos percibidos para las familias de bajos recursos, continuaría con subsidios más grandes de crédito fiscal para la salud y eximiría de impuestos a algunas propinas; una idea que popularizó primero Trump. Los padres, en particular, tendrían una baja en sus impuestos, indicó Lautz.
Algunas personas dejarían los registros de contribuyentes mientras que otras que ya obtienen beneficios netos del sistema de impuesto a la renta recibirían devoluciones incluso más grandes. ¿Qué hay con respecto a SALT?Harris ha dejado algunos espacios en blanco en su plan.
Es decir, al igual que Biden, no ha dicho lo que quiere hacer con el tope de US$ 10 mil en las deducciones fiscales estatales y locales (SALT). El límite, el que también expira a fines de 2025, es ampliamente impopular en los estados demócratas como Nueva York, Nueva Jersey y California, y dejarlo que caduque es una prioridad para los legisladores como el líder de la mayoría del Senado Chuck Schumer (demócrata por Nueva York). Cuando era senadora de California en 2019, Harris copatrocinó un proyecto de ley para revocar el límite. Sin embargo, el tope hace una labor eficaz en aumentar los ingresos de los hogares de ingresos muy altos; las mismas personas a las que los demócratas están tratando de gravar más. Si los demócratas tienen un control pleno del Congreso y la Casa Blanca, estarán divididos entre los ingresos que un tope podría producir y su propia oposición a este.
Y aunque las propuestas fiscales de Biden-Harris cambiarían las normas que se aplican a las ganancias de capital al momento de morir, Harris tampoco ha dicho lo que quiere hacer con la exención del impuesto de sucesión. Si el Congreso no hace nada, la exención por persona, la que ahora es de US$ 13,6 millones por persona, se reduciría aproximadamente a la mitad en 2026. Artículo traducido del inglés por “El Mercurio”. Igualmente pagarían impuestos más altos sobre las ganancias extranjeras.
La tasa corporativa más alta se aplicaría sobre una base impositiva más amplia porque la ley de 2017 eliminó algunas exenciones, y el aumento llevaría nuevamente a EE.UU. hacia el extremo superior de las tasas impositivas de los países.
“La promesa de campaña de la vicepresidenta Harris de elevar la tasa impositiva corporativa federal a un 28% tendría consecuencias devastadoras, puesto que resultaría en precios más altos, salarios más bajos y menos empleos”, decía una declaración de RATE Coalition, un grupo de empresas entre las que se encuentran Target y Altria.
Nada de alzas para los hogares que ganan menos de US$ 400 milA pesar de los desacuerdos de Harris con Trump, ella también ha prometido impedir cualquier alza de impuestos para los hogares que ganen menos de US$ 400 mil, extendiendo la mayoría de los recortes tributarios de Trump que están por expirar. (Para este propósito, los demócratas ignoran los efectos de las alzas de impuestos corporativos sobre los trabajadores de ingresos medios y los accionistas). Esta política en efecto la obligaría a extender gran parte de la ley fiscal de 2017, en contra de la cual votaron ella y todos los demás demócratas en el Congreso. Durante su campaña presidencial de 2020, había propuesto revocar la ley fiscal de Trump. Harris ha propuesto recortes tributarios adicionales además de esas extensiones.
Reactivaría el crédito fiscal por hijo ampliado que estaba vigente en 2021, el que otorga a las familias US$ 3 mil para la mayoría de los niños y US$ 3.600 para los menores de 6 años. “Todas las familias adoran a sus hijos pero no siempre tienen los recursos que se necesitan para hacer todo lo que esperan y ruegan y desean para sus niños”, expresó en un discurso en 2021. Como Presidenta, Harris agregaría otro nivel para los recién nacidos con un crédito fiscal de ese año por un valor de US$ 6 mil.
“En lugar de un aumento de impuestos de Trump, aprobaremos un recorte tributario para laLa campaña de la vicepresidenta Kamala Harris ha respaldado todos los aumentos de impuestos propuestos en el presupuesto más reciente del Presi-PApagando tasas más bajas sobre parte de sus ingresos, pero esas tasas marginales en el nivel superior importan porque pueden afectar las decisiones sobre inversiones. Harris, al adoptar el plan de Biden, también crearía un nuevo sistema que gravaría las ganancias de capital no conseguidas de personas con un patrimonio neto superior a los US$ 100 millones.
Actualmente, las ganancias de capital no se gravan hasta que los activos se venden, y están exentas del impuesto a la renta al momento de morir, lo que da a las personas un incentivo para mantener los activos y traspasarlos a los herederos. (Los impuestos de sucesión aún pueden aplicarse). De acuerdo al plan de Harris, ese tramo superior de hogares (alrededor del 0,01%) pagaría un impuesto mínimo anual del 25% de sus ingresos; utilizando una definición más amplia de ingresos que incluye ganancias no conseguidas. La propuesta contiene cláusulas que permiten que los contribuyentes distribuyan los pagos, los ayuda a lidiar con la dificultad de evaluar activos difíciles de valorar y aborda restricciones de liquidez. La propuesta fiscal de más largo alcance de Harris podría ser la con menos probabilidades de convertirse en leyy sobrevivir al escrutinio judicial. En un evento en un restaurante de Las Vegas la semana antepasada, Trump aseveró que los demócratas finalmente tratarían de ampliar cualquier impuesto a las ganancias no conseguidas. “Pronto se va a aplicar a los dueños de pequeñas empresas y ustedes se verán obligados a vender su restaurante de inmediato”, manifestó. Con Harris, las ganancias de capital para los hogares que ganen al menos US$ 1 millón serían gravadas como ingresos comunes y corrientes. Las ganancias de capital no conseguidas, por sobre una exclusión de US$ 5 millones por persona, se gravarían al momento de morir. Ese impuesto tendría algunas exenciones para los negocios familiares, las residencias y la propiedad personal.
“Estos representarían enormes cambios en cómo hemos gravado a las personas y familias ricas durante las últimas décadas, y ese no es un argumento a favor o en contra de ellos”, señaló Andrew Lautz, director asociado de Bipartisan Policy Center.
Las corporaciones enfrentarían una tasa impositiva del 28%, en comparación con el 21% actual, y las grandes compañías pagarían un impuesto mínimo del 21% en lugar del actual 15%.. Los impuestos subirían para las familias de ingresos altos, los de una mayoría de estadounidenses se mantendrían sin cambio o serían más bajos, y muchos padres Elección presidencial en EE.UU. : dente Biden.