Lula plantea dudas sobre candidatura y se precipita la carrera interna
Lula plantea dudas sobre candidatura y se precipita la carrera interna LULA fue sometido a una cirugía por una hemorragia intracraneal.
FRANCE PRESSE E l Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ha sido siete veces candidato presidencial y ya ha gobernado Brasil durante diez años en tres períodos, dijo la semana pasada que se presentará a la reelección en 2026 si está al "100% de salud" y "con la misma energía" que tiene ahora, abriendo una posibilidad que ya mencionó este año, cuando le dijo a sus ministros que una nueva candidatura "depende de Dios", y que ya es hora de "pasar el testimonio" para que la coalición oficialista comience a buscar a su posible sucesor. A esto se suma que un sondeo de esta semana mostró que el exdirigente sindical y fundador del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) registra el índice más bajo de popularidad de sus tres períodos.
Con 79 años, Lula tendrá 81para las próximas presidenciales y si ganase, su cuarto gobierno lo concluiría con 85 años en 2030. "Si me encuentro bien y creo que puedo ser candidato, seré candidato, pero no es mi prioridad ahora", dijo el viernes pasado el mandatario en una entrevista a una radio local, en el marco de su visita a Belém. No obstante, dijo que debe "ser consciente" de su edad avanzada y, por lo tanto, "no puede mentir a nadie" y "mucho menos" mentirse a sí mismo.
Además, recordó que ser candidato implica "una discusión con muchos partidos políticos y con la sociedad brasileña". Ese mismo día, un sondeo publicado por el instituto Datafolha mostró que la popularidad del mandatario se ubicó en 24%, la más baja jamás registrada por Lula. El menor nivel de aprobación anterior se remonta a 2005, con 28%, en el apogeo del escándalo de corrupción del Mensalao, durante su primer mandato.
De las 2.007 personas interrogadas el 10 y 11 de febrero por Datafolha, instituto de referencia en Brasil, el 24% evaluaron el gobierno de Lula como "bueno" o "muy bueno", con un margen de error de dos puntos. En diciembre era del 35%. Quienes lo consideran "malo" o "muy malo" se dispararon de 34% a 41% en dos meses.
Como causas de esta caída, medios locales mencionan que el referente de la izquierda latinoamericana fue criticado en la última semana por sus declaraciones sobre la acelerada inflación, después de haber dicho: "Si un producto está caro, no lo compre". Su gobierno también ha tenido dificultades para imponer sus mensajes en redes sociales. Pero el tema de la popularidad va separado del aspecto de la salud.
Efectos de la cirugía por la hemorragia intracraneal A u n q u e e l m a n d a t a r i o --quien en 2011 fue tratado por un cáncer de laringe-siempre ha dicho que "gobernar no es como jugar fútbol" y que más importante que la edad es "la competencia, el compromiso y la cabeza", algo parece haber cambiado en diciembre pasado, cuando se sometió a una cirugía de emergencia por una hemorragia intracraneal. Sus cercanos coinciden en que ha mostrado un buen estado de salud. Sin embargo, algunos reconocieron a O Globo que se ha convertido en una persona menos accesible y, a veces, más impaciente en las reuniones. Si antes solía trabajar hasta el anochecer en el Palacio de Planalto, hoy evitaría las largas jornadas y los fines de semana, y son recurrentes los cambios de agenda por su descanso. Al menos públicamente, nadie en el oficialismo se sale de la posición de que él sigue siendo el candidato. Pero detrás de escena, el debate ya está abierto. "En caso de ser elegido, sería el Presidente más anciano en la historia de América Latina. Esto afectará negativamente sus posibilidades.
Y además, su popularidad está en declive", señala Paulo Calmon, politólogo de la Universidad de Brasilia. "En las últimas elecciones, Lula fue elegido con el margen de votos más estrecho de la historia (50,9% de los votos válidos, frente al 49,1% para Jair Bolsonaro). En este contexto, sería más prudente que Lula utilizara su liderazgo para buscar un posible sucesor". Según Rodrigo Stumpf, profesor de ciencias políticas de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul, "el tema de la edad se ha vuelto más relevante tras el caso de Joe Biden", pero no necesariamente saca a Lula de la papeleta. "La cuestión de los problemas de salud probablemente sea una puerta de salida para justificar una no candidatura si la coyuntura no es favorable.
Pero en el momento adecuado, dirá que `Dios quiere que continúe'", asegura el experto, quien destaca que la izquierda no ha logrado crear candidaturas alternativas, y los pocos que resaltaron --como la expresidenta Dilma Rousseff-han sido considerados como "tecnócratas accesorios" a Lula. "Él mismo no permitió el crecimiento de otros liderazgos". Los aspirantes a reemplazarlo Actualmente, la carta más obvia es la del actual ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien ya fue candidato presidencial en 2018, cuando Lula estaba preso.
El exalcalde de So Paulo es visto como una figura experimentada y equilibrada dentro de un gobierno diverso, tiene buena relación con los empresarios y es respetado en el Congreso, pero tiene el desafío de exhibir resultados económicos en un escenario fiscal ajustado. "Sin embargo, Haddad enfrentará dos grandes desafíos si es candidato.
Unificar su propio partido político, y no sufrir desgaste al frente del ministerio de Hacienda, lo que podría contaminar negativamente su imagen pública", opina Ricardo Ismael, investigador de la PUC-Rio, quien explica que por la ausencia de renovación de liderazgos dentro del PT, cualquier candidato que no sea Lula podría "comprometer la cohesión partidaria". Los expertos ponen varios nombres sobre la mesa, pero advierten que "no se lanzarán antes de que Lula manifieste que no buscará un cuarto mandato", dice Calmon. Uno de ellos es el actual vicepresidente Geraldo Alckmin, quien fue gobernador de So Paulo y también compitió por la Presidencia. Transitó de la centroderecha del PSDV a la izquierda del PSB. La pregunta es si tendrá el apoyo del PT y logrará mantener unida la coalición. Esa será la misma interrogante que enfrentaría la actual ministra de Planificación, la exsenadora Simone Tebet, una figura centrista del partido MDB que tiene bajo nivel de rechazo. Dentro del PT, también han mostrado interés en el actual ministro de la Casa Civil, Rui Costa, exgobernador de Bahía, y Camilo Santana, ministro de Educación y exgobernador de Ceará.
En el ala más izquierdista aparece el diputado Guilherme Boulos, del PSol y miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento de Trabajadores Sin Techo. "En la coalición de gobierno hay varios aspirantes, pero nadie destaca como una alternativa inmediata", resume Stumpf, quien señala que en una situación de bajo crecimiento económico y sin un alto apoyo al gobierno, "sería arriesgado enfrentarse a una candidatura fuerte de la derecha" encabezada por un Bolsonaro amnistiado o por el actual gobernador de So Paulo, Tarcísio Freitas. "Por eso, la apuesta sigue siendo Lula". Popularidad del Presidente de Brasil se encuentra en el mínimo de sus tres períodos, 24%: Lula plantea dudas sobre candidatura y se precipita la carrera interna JEAN PALOU EGOAGUIRRE El mandatario dijo que solo competiría en 2026, cuando tendría 81 años, si se encuentra al 100%.. - -