Sinceramiento de cuentas fiscales
Sinceramiento de cuentas fiscales El gradual debilitamiento de las cuentas fiscales, con undéficit que se mantiene alto y una deuda que se acercaal nivel prudencial (45% del PIB) debería captar laatención del mundo político. Con un crecimiento ten-dencial en torno al 2%, Chile no tiene capacidad de sostener losniveles de gasto actuales.
La facilidad con que se avanzó en unreajuste del sector público muy por sobre el nivel de inflaciónun 4,9% más muchos otros beneficios es señal de un des-cuido por este tema que se reflejará en el balance público. Esta grave situación podría esconder significativas cantidadesque deberían sumarse al gasto público. De ahí el llamado a laDirección de Presupuestos a revisar instrumentos de pruden-cia fiscal y desarrollar una estrategia de transición para evitarque el registro de aquellas golpee repentinamente un ejerciciopresupuestario. Las consecuencias macroeconómicas de estaposibilidad exigen atención inmediata. El informe además de-manda una mayor disponibilidad de información sobre elCAE.
Esta debería considerar reportes periódicos de indicado-res conducentes a tener un diagnóstico del tamaño de las obli-gaciones financieras del fisco, incluyendo la cuantificación delriesgo de pasivos futuros por una mayor demanda de créditos, aumentos en los aranceles financiados y un crecimiento de laincobrabilidad. La utilización de estructuras para evitarsincerar el tamaño de los pasivos fiscales debeser una práctica a erradicarse. Frente al listado de grue-sas fallas contables y de trans-parencia dentro del fisco deta-lladas por el CFA, sorprende latemeridad con que el Gobiernoha planteado un modelo parareemplazar el CAE. Sin la capacidad para analizar el sistemaactual, parece difícil diseñar y debatir alternativas. Pero existen diversas ocasiones en que iniciativas públicasno necesariamente se reflejan en las cuentas fiscales.
En el de-bate económico, esto se ha traducido en cuestionamientos res-pecto de, por ejemplo, lo que se consideran partidas de gastoque van “bajo la línea”, a pro-pósito de pasivos que artificial-mente no son asignados al go-bierno central. Por cierto, elFondo Monetario Internacio-nal ha desarrollado definicio-nes y protocolos para contabi-lizar correctamente las obligaciones del Estado. Sin embargo, la creatividad contable se ha extendido, contraponiéndose conlo que se consideran prácticas responsables en materias presu-puestarias.
Un ejemplo lo describe el último informe del Consejo Fis-cal Autónomo (CFA) sobre el Crédito con Aval del Estado(CAE). Las alertas del CFA son variadas para uno de los pilaresdel financiamiento para estudiantes de educación superior, elque solo en el período 2019-2023 ha significado la compra decréditos CAE por parte del Estado equivalentes a US$ 2.665,9 millones.
El texto concluye que los registros contables del fisco nohan reflejado de manera adecuada los impactos del CAE, conerrores en la asignación de partidas que han significado tantosobreestimar los ingresos del Estado como subestimar los gas-tos. El efecto sobre el balance fiscal de estas deficiencias se esti-ma en 0,1% del PIB. El CFA también levanta una alerta respecto de la posibleexistencia de “un monto considerable de créditos incobrablesen poder del fisco que no han sido reconocidos como tales”. Todo esto tiene amplias implicancias.
Una directa e inme-diata es la previsional, particularmente en la idea de constituirun Fondo Solidario financiado con recursos públicos y aportesde los contribuyentes descritos como un “préstamo”. En primer lugar, preocupa el análisis del segundo informedel Comité Técnico en el tema de pensiones que plantea que lacantidad de recursos fiscales requeridos para que dicho fondosea sustentable “está por sobre el espacio fiscal”. Avanzar enun modelo sin financiamiento de largo plazo no parece reco-mendable. Segundo, y también respecto del fondo, la utiliza-ción de estructuras para evitar sincerar el tamaño de los pasi-vos fiscales debe ser una práctica a erradicarse. Si la propuestaprevisional incluye forzar inversiones en algún tipo de deudacon aval público, lo más responsable es hacerlo en instrumen-tos de deuda propiamente tal. Justificar lo contrario por eleventual impacto sobre las cifras de deuda pública no es soloinjusto para la población, sino una extensión de la creatividadcontable que critica el CAF..